Pablo Sebastián-Vozpópuli

  • El presidente intenta resistir su agobiante presente camuflado en la agenda internacional

El buque fantasma del ‘capitán’ Sánchez se hunde lentamente en el pantano de la corrupción que no deja de manar y espera nuevas revelaciones de la UCO, mientras sus aliados de legislatura meditan saltar por la borda, incluida la vicepresidenta del Gobierno Yolanda Díaz, por el temor a que Podemos, que ha roto con el PSOE, la acuse de ser cómplice de la corrupción.

Aunque Sánchez aparenta estar convencido de que todavía puede resistir apoyado por sus socios de la investidura. Los que, a nada que aparezcan nuevos indicios y pruebas de corrupción -como los que están aflorando en Navarra- pueden salir huyendo en estampida a corto o medio plazo. Sobre todo si se conocen nuevos audios y datos donde podrían verse afectados más personajes del entorno de Sánchez como Armengol, Torres, Marlaska y Zapatero. Y no digamos si en la nueva oleada de grabaciones se incluyeran datos sobre el rescate de Air Europa que impliquen a Sánchez y a Begoña.

Y todo ello cuando se anuncian inminentes actuaciones judiciales, como los procesamientos del fiscal general Álvaro García Ortiz y de Begoña Gómez. Y cuando, a primeros de la semana entrante, ya están citados a declarar en el Tribunal Supremo el famoso trío del Peugot, Koldo García, José Luis Ábalos y Santos Cerdán ante el magistrado Leopoldo Puente del Tribunal Supremo.

Tuvo la desvergüenza añadida de calificar como ‘anécdotas’ su enjambre de corrupción en la pasada sesión de control en el Congreso, mientras en las filas de la Oposición tronaba la petición de su ‘dimisión’ y el presidente era humillado por su socio Rufián

El que bien podría imponerles duras medidas preventivas, como la prisión, para evitar los riesgos de fuga y la destrucción de pruebas. Como la que ya lo intentó Ábalos días atrás ocultando un ‘disco duro’ de su ordenador en el pantalón de su última conquista ‘amorosa’ mientras agentes de la UCO, que cazaron a la interfecta, registraban su domicilio.

Por supuesto, el gran responsable político y quien intenta tapar la corrupción es Pedro Sánchez. El que, recientemente, tuvo la desvergüenza añadida de calificar como ‘anécdotas’ su enjambre de corrupción en la pasada sesión de control en el Congreso, mientras en las filas de la Oposición tronaba la petición de su ‘dimisión’ y el presidente era humillado por su socio Rufián quien dijo que lo vio ‘muy tocado’ en su visita a La Moncloa, mientras que la vicepresidenta Yolanda Díaz decidió no acudir al debate del Congreso.

Sánchez conoce la corrupción y el puterio de Ábalos desde julio de 2021 y por ello lo ceso como ministro y secretario de Organización del PSOE. Y según fuentes bien informadas supo de la implicación de Cerdán el pasado mes de octubre de 2024. Lo que significa que Sanchez mintió y no actuó con la inmediatez y contundencia, de las que presume, hasta que apareció el primer e irrefutable gran informe de la UCO.

Y no tiene más salida ‘digna’ de su laberinto -como dice García Page– que la de convocar elecciones generales y dimitir de la presidencia del Gobierno y de la secretaria general del PSOE en un Congreso extraordinario del partido que está destrozando. Y que vive en el estupor que les producen todos los escándalos. Como lo ocurrido en Navarra donde Santos Cerdán se inició en la corrupción el 1/6/2016 comprando, al empresario Joseba Antxon Alonso, el 45 % de la sociedad Servinabar 2000 SL.

Un juzgado de Extremadura ha abierto diligencias contra la mafiosa ‘fontanera’ -adjunta de Cerdán- Leire Díez, por intentar desprestigiar a la juez Beatriz Biedma que ha procesado al hermano del presidente, David Sánchez,

Empresa con la que ambos dos lograron su primer gran pelotazo al lograr del Gobierno de Navarra la concesión de las obras, a medias con Acciona, del túnel de Belate. Contrato presuntamente irregular al que le siguieron otros, lo que provocó la dimisión del vipresidente navarro (cuya esposa trabajaba para Cerdán), Ramon Alzorriz como posible antesala de la caída de la presidenta María Chivite que niega tener motivos para dimitir. Y que ahora no recordar sus encuentros con Cerdán.

Asimismo, se acaba de saber que un juzgado de Extremadura ha abierto diligencias contra la mafiosa ‘fontanera’ -adjunta de Cerdán- Leire Díez, por intentar desprestigiar a la juez Beatriz Biedma que ha procesado al hermano del presidente, David Sánchez, con las mismas artes mafiosas con las que ya intentó desprestigiar a la UCO y a su teniente coronel Antonio Balas. Y para que no falte de nada la fiscalía europea acaba de imputar al empresario José Antonio Barrabés que financiaba los negocios de Begoña Gómez y al que la esposa del presidente avaló por escrito en dos ocasiones.

Sin embargo, a pesar de todo esto y de lo que está por venir, Sánchez sigue aferrado al poder e implorando la confianza de sus aliados. Aunque parece que pudo haber perdido ocho votos del Congreso: los cuatro votos de Podemos que ha roto su relación con el PSOE; y puede que tres diputados de Sumar de Cataluña, Aragón y Valencia, y por supuesto el de Ábalos tras su expulsión del PSOE.

El capitán Garfio y la Magdalena

Lo que no quiere decir que esos ocho diputados se decidan a votar a favor de una moción de Censura de Alberto Núñez Feijóo, que no la presentará, aunque sí lo harían en contra de una moción de Confianza de Sánchez si, finalmente, la presenta, tal y como se lo pide, asustado y a media voz, ‘su’ diario de cabecera El Pais.

El ‘capitán’ Sánchez -más bien el Capitán Garfio- intenta, camuflado en la política internacional aguantar hasta la celebración de su Comité Federal del 5 de julio y ha señalado otro debate en el Congreso del 9 de julio. Y de ahí a las vacaciones de verano en La Mareta de Canarias y en posible compañía de Zapatero al que Aldama señala como beneficiario en presuntos negocios con el régimen autocrático del venezolano de Nicolás Maduro.

Pero en este momento Sánchez no se quiere marchar porque ya sabe que, fuera del búnker de La Moncloa, perdería un enorme poder y el control de la Fiscalía y la Abogacía del Estado y el gran aparato de sus actuales asesores jurídicos de La Moncloa. Los que, sin duda le ayudan en las estrategias de defensa a su esposa Begoña y a su hermano David.

E incluso, llegado el caso, a Sánchez si, a raíz de las nuevas revelaciones, fuera citado a declarar en el Tribunal Supremo, con o sin suplicatorio, lo que nadie al día de hoy debería descartar. Como la ministra portavoz Pilar Alegría no descarta nuevos escándalos y mientras la ministra de Igualdad Ana María Redondo anuncia para septiembre una ley para abolir la prostitución con el objetivo de reducir la indignación de las feministas del PSOE ante los soeces aventuras sexuales de Koldo y Ábalos.

Se hunde lentamente pero de manera irremediable camino de los tribunales donde ahora se va a iniciar una semana crucial. Y donde se esperan medidas cautelares como la prisión que en su día le impusieron a Víctor de Aldama en la Audiencia Naciona

Lo que a lo mejor, y no sería de extrañar, empezaron estos dos pájaros ‘para relajarse’, durante el viaje de Ábalos, Koldo y Cerdán con el famoso Peugot de Sánchez, en un puticlub de carretera con sus ‘bombillas azules, rojas y amarillas’, como aquel de ‘La Magdalena’, que cantaba Joaquín Sabina, (‘pórtate bien y frena’), o vaya usted a saber si en las saunas del suegro don Sabiniano y cuando Koldo ejercía de portero de noche en otro puticlub.

El barco del capitán Sánchez Garfio (al que el insaciable cocodrilo de la corrupción le comió su mano izquierda, Ábalos) se hunde lentamente pero de manera irremediable camino de los tribunales donde ahora se va a iniciar una semana crucial. Y donde se esperan medidas cautelares como la prisión que en su día le impusieron a Víctor de Aldama en la Audiencia Nacional, lo que facilitó que el comisionista comenzara a cantar.

Por último, y para congraciarse con sus socios de la extrema izquierda y con el sector más progresista de la ciudadanía, el presidente Sánchez pretende convertirse en el adversario más directo de Donald Trump en la próxima cumbre de la OTAN, de los días 24 y 25 de junio, asegurando que España no aceptará la propuesta del secretario general Mark Rutte para el incremento de sus gastos de Defensa hasta el 5% del PIB y que nuestro país no pasará del 2%.

Lo que, añadido a sus críticas a Israel por la invasión de Gaza, le permitirá a Sanchez en España ganar tiempo y protagonismo, aparcando durante unos días los debates sobre los casos de corrupción si es que antes no aparecen otros escándalos y en los tribunales no se toman drásticas medidas -envío a prisión de los encausados- que inunden el campo de la información.