José Alejandro Vara-Vozpópuli

Sánchez recurre a viejos trucos de pandemia, el populismo garbancero, para esquivar a Trump y eludir la carrera armamentista

No estaba convocada. O la habían castigado o se habían olvidado de ella. En la lista oficial de asistentes a la reunión del miércoles con los dos sindicalistas del gambón y los dos empresarios de las bofetadas, no figuraba la vicepresidenta primera y ministra de Hacienda, María Jesús Montero. En la alineación oficial de Moncloa aparecían Yolanda Díaz, y los ministros de Exteriores, Economía, Industria y Agricultura. La reunión, celebrada cuatro horas antes del ‘trumpazo’, era una mera excusa sin contenido para que Sánchez pudiera colgar la foto en internet.

Con la campaña del rearme europeo se pone de perfil, porque sus socios se enervan con el ‘furor belicista’ de la OTAN. Sólo regüelda divagaciones pacifistas con música de Lennon al fondo. Ha perdido credibilidad en Bruselas, sus pares de la UE le miran con inquina y en la prensa británica hacen burletass sobre el ‘guapito’ español que huye del frente de Ucrania. Contra Trump es otra cosa. Ahora pretende recuperar el brillo perdido, enarbolar el estandarte del líder invencible de la cruzada contra los aranceles de la ultraderecha, contra el neoliberalismo facha. La fuerza de la socialdemocracia declinante contra el capitaismo feroz.

La vicepresidenta del mopongo no figuraba en la maldita lista y se armó una pequeña escandalera. Las comadrejas de las tertulias fangosas y algún pseudomedio de la caverna subrayó la curiosa circunstancia. ¿Estará en Sevilla? ¿Ya se la han cargado? ¿Habrá recaído de su tobillo? Cábalas mil. Era raro que Presidencia monte una merendilla para hablar de los aranceles del pánico y que no aparezca por allí la titular del departamento de ‘las sobradas larguezas’, como se llamaba al tesorero general de rentas e impuestos cuando el otro imperio (el romano). O sea, al de Hacienda.

Hubo queja. Y hasta algún gruñido. Y finalmente, MJ Montero apareció en la lista y hasta en la silla. Sentadita a la derecha de Sánchez, que apenas le dirigió la palabra según alguno de los asistentes. Un trato distante y frío. El presidente habló un ratito, posó para la foto y se largó sin apenas despedirse. ¡Ahí os quedáis! Un borde. El sindicalista de la pasmina, con su sonrisa de comadreja, hacía reverencias al mutis. ¿Y no dan café con pastas?

Urdieron una torpe maniobra de sucesión por si Su Augusta Gravedad iba en serio. Tan torpes son que se creyeron la trola. Ahora lo están penando. A la vice-uno la han remitido a Andalucía a morir por la causa bajo la bota de un imbatible Juanma Moreno

Montero respiró. Ha vivido la semana más pavorosa desde que se le ocurrió maniobrar en lo oscuro para situarse en la línea de sucesión del ilustre Narcisón. En aquellos cinco días del retiro enamorado, tres incautos asomaron la patita. Sus nombres quedaron registrados en la lista negra. Montero, Puente y Santos Cerdán. Urdieron una torpe maniobra de sucesión por si Su Augusta Gravedad iba en serio. Tan torpes son que se creyeron la trola. Ahora lo están penando. A la vice-uno la han remitido a Andalucía a morir por la causa bajo la bota de un imbatible Juanma Moreno, míster sonrisas. Humillada y sentenciada, no da una. En el Psoe del Sur la recibieron con sonrisas acolmilladas. “Espadas, Espadas”, se escuchan cantitos en los mítines. El socialismo andaluz es ‘rejodío’, dice el clásico.

No cesa de meter la pata. La presunción de inocencia. Las universidades privadas. Se sale del guion cada vez que saca la lengua como un reptil del Yucatán. Se contorsiona como un saltimbanqui, gesticula como el cholo, bracea como un naúfrago. Es toda aspavientos, una variante cañí del Iam Dury más hiperventilado. El su rosario de catástrefes, incluso perdió la batallita del Salario Mínimo contra Yolanda, su enemiga odiada. Aora se pasea por el infierno.

Sánchez los tortura, luego los cesa y, si acaso, los recupera tiempo depués y les da un carguito. O cargazo. Uno Correos, unos Paradores, un silloncito en el Ibex. Es la mecánica del autócrata sádico. Que se vea bien quién manda, quién tiene en sus manos el destino de la gente.

Nadie podría asumir con seriedad la deescomunal ristra de responsabilidades que le han metido a MJ Montero en su zurrón. Número dos del Gobierno, titular de Hacienda, número dos del partido, secretaria general del PSOE andaluz, candidata en las autonómicas. Sólo le falta coserle los bajos a Begoña, quien no la soporta.

Ese cuento ya se lo saben. Mucho ‘aló presidente’, mucha comapreccencia sin preguntas, muchas promesas falsarias, mucho tono de paternalismo azucarado, mucho melindre untusoso y punto. Pura mascarada encuelta en engañiga.

El la homilía del jueves apareció ya sin sobresaltos. Allí Sánchez prometió 14.000 millones que no tiene, puros préstamos a devolver, como en pandemia, como en la Dana, y se disfrazó de capitán Europa para derribar al yanqui del flequillo naranja. Los asistentes a su mitin, esos empresarios asertivos que disfrutan al pisar la moqueta de Moncloa, apenas le aplaudieron. Ese cuento ya se lo saben. Mucho ‘aló presidente’, mucha comapreccencia sin preguntas, muchas promesas falsarias, mucho tono de paternalismo azucarado, mucho melindre untusoso y punto. Pura mascarada encuelta en engañifa. Y el que no aplauda, traidor, golpista, fake, bulo, fango…

Sánchez asume el papel del heroico proveedor. Después del verano, cuando hayan bajado las aguas del ‘trumpazo’ (quizás estén ya a niveles de ahogo), y cuando la Otan haya enjaretado la operación rearme, ejecutará cambios en el Gobierno. El año que viene es electoral. Toca CyL y Andalucía. Toca sacar las urnas. El baile de ministros se da por descontado. Vuelan las quinielas. Montero, al ruedo andaluz, fuera del Ejecutivo. Margarita Robles, guardiana de los secretos (el CNI) corre peligro. Albares ha sacado los codos como un Rüdiger on fire, y acapara el protagonismo de la guerra contra el ruso. Esa vocecilla engolada de mequetrefe de la que todos se carcajean. Ese ponerse de puntillas cuando las cámaras. Esas gafitas de sacristán que posiblemente le regaló su pareja, la exdama de Haweii ahora en Hispasat. Ese trepa insaciable que busca protagonismo como el emérito persigue los líos. Ese es el que pretende la bicartera de Exteriores y Defensa. Total, Bolaños tiene tres. Cuidado con Margarita, que se le está poniendo cara de Cruella de Vil. Metió la pata al pugnar por Isabel Perelló al frente del CGPJ y la juez progresista salió decente, algo que el sanchismo no perdona. Sólo quiere peones serviles, chusma sumisa, tiralevitas, chaqueteros,  ‘chupamedias’ le dicen los porteños. La jugada salió mal (para el Mal) y en el cuarte de Margarita tocan retreta.

Las damas bobas de provincias (Diana Morant y Pilar Algría) serán remitidas también a sus respectivas comarcas y cobrarán protagonismo los elementos más neutros y austeros del equipo. Carlos Cuerpo ya está al frente del aparato económico. Se encarga de la ronda con los partidos y de la estrategia comercial contra el efecto Trump. También asoman la patita personajes grises y sobrados de peso como Luis Planas (cuidadín, que el de Agricultura está tocado por el affaire Jésica) y Jordi Hereu, tan feliz y bonancible como cuando era concejal en Barcelona.

Habrá un cambio de estrategia. Fuera Yolanda y fusión con Podemos, previa feroz negociación de puestos en las listas. Sánchez necesita al menos 25 escaños leninistas. Ahora no alcanzan ni 15 y así no hay Frankenstein

Yolanda Díaz no puede seguir. La ha sentenciado su propio partido. Pierde todas las elecciones, como Sánchez. Las europeas, gallegas, vascas… El ‘espacio’ a la izquierda del PSOE es un quilombo de buitres y navajeros. En Sumar han colocado a dos ignotos comunistas al frente del cotarro y a doña biquiños le han dado la medalla de bronce. Tercera en el podio. Habrá un cambio de estrategia. Fuera Yolanda y fusión con Podemos, previa feroz negociación de puestos en las listas. Sánchez necesita al menos 25 escaños leninistas. Ahora no alcanzan ni 15 y así no hay Frankenstein..

Y por si todo falla, por si la guerra, los jueces, la economía, el destino fuerzan un fin de etapa, un cambio de ciclo… ahí aparece Rodríguez Zapatero, el único asesor tous azimuts del presidente, el animador de los saraos socialistas, contador de nubes y cobrador de crímenes, mamporrero en Pekín y albacea en Caracas. Ha sacado un libro con el que se pasea por micros y platós. Un blanqueo de imagen cordial y complaciente. En una sociedad democrática le costaría salir de casa. A este tipejo le ríen las gracias. ¿Si Trump volvió, por qué no él? Todo sea por el progreso.

EL VARÓMETRO

-¿Adelantará Sánchez? ¿Ancelotti sigue?

-Al próximo que diga lo de «esto no va de…» le sucumbo a balazos. (Oído en el bar del Congreso)

-¿De qué izquierda hablamos? ¿La que justifica a Castro, al Ché, a Maduro?» Luis A. de Villena.

-«SORPRENDIDA en biquini». La princesa. Maneras de titular.

-«Como no teníamos fútbol en primera, teníamos ópera». Oído en Mérida sobre el hermanísimo.

-En esa radio nadie le preguntó a Zapatero por Maduro.