SANTIAGO GONZÁLEZ – EL MUNDO – 07/09/16
· El ex ministro de Industria José Manuel Soria renunció ayer al caramelo en el Banco Mundial con que el Gobierno en funciones pensaba endulzar su cese como ministro el pasado mes de abril, después de haber faltado a la verdad cuando negó haber tenido relación alguna con una empresa offshore de Jersey. No había en ello nada delictivo, pero no era un error, como dijo Soria en abril, sino una mentira. El error es compatible con la ignorancia o el olvido; la mentira, no, porque implica la voluntad de engañar, es un matiz.
Como si no tuviera bastante el PP con la fallida investidura de Rajoy. La propuesta de Soria para el Banco Mundial sí era un error, no una mentira. Pero qué necesidad tenían de reclamar un protagonismo tan destacado, como si no quisieran permitirle a Sánchez un minuto de gloria. La división, que es cada vez más evidente en el PSOE, también la reivindican para ellos. De momento han conseguido colocarse en el ojo del huracán en los cinco días que han transcurrido desde el viernes.
No hay más que echar un vistazo a los periódicos de hoy. Baste considerar que hasta Marhuenda ha puesto el grito en el cielo. Pero además, es la primera ocasión en que los dirigentes populares no hacen piña en torno a Rajoy. Se han mostrado críticos los presidentes de Madrid, Galicia, Valencia, Andalucía, Baleares, Extremadura y Castilla y León, si bien en este último disenso puede que pese el agravio contra Soria por el fin de las subvenciones a la minería.
También eran falsas las razones por las cuales el PP pretendía justificar el nombramiento mediante la falacia que con tanto virtuosismo usaba Rubalcaba: confundir lo que la ley permite con aquello a lo que la ley obliga. Tampoco es adecuado que a favor de Soria se equipare su caso con los de Leire y Bibi. Las ex ministras no mintieron al dejar sus cargos, por más que José Manuel Soria tenga una competencia para el Banco Mundial que las becarias de Zapatero no suman entre las dos.
El Gobierno de Zapatero impuso a Maleni Álvarez como vicepresidenta del Banco Europeo de Inversiones, esto debería pensarlo Pedro antes de ponerse estupendo. Pero lo que supera cualquier capacidad de sorpresa es la opinión de Carles Puigdemont, al decir que Soria «ya tardaba» en renunciar a su candidatura y que «no tenía que haber sido nunca propuesto.
Comprometió la imagen de España a nivel internacional». Lo dice el sucesor natural del padre de la Cataluña moderna que confesó haber delinquido durante los 23 años en que presidió la Generalidad al tiempo que engañaba al Fisco, el presidente del partido del 3%, que tiene varias sedes embargadas por Hacienda.
El PP vive en una burbuja que no le permite el contacto con la realidad y aún no ha comprendido la estrategia de blanqueo de Sánchez, que empezará a dar frutos en el momento en que el mes que viene se abra la vista oral por el casoGürtel. Lo de los ERE y la formación son a mucho más largo plazo. La corrupción se mide con una vara que sólo mide la del PP. Anteayer conocimos la imputación por participar en la trama de extorsión de Manos Limpias y Ausbanc de Virginia López Negrete, la implacable acusadora del casoNóos y una impecable y acabada metáfora de España, ella misma sospechosa de choriza.
SANTIAGO GONZÁLEZ – EL MUNDO – 07/09/16