ABC 14/10/14
· Gracias a un vocal del PP, desoye por cuatro votos a tres la propuesta de apartar a Vidal de sus funciones
La Comisión Disciplinaria del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) rechazó ayer por una ajustadísima mayoría la suspensión cautelar del juez Santiago Vidal, que participó en el borrador de la «constitución» catalana y a quien el promotor de la acción disciplinaria había propuesto apartar de sus funciones por «la extrema relevancia y proyección pública y social» de su comportamiento. Además de compatibilizar sus funciones de juez con la redacción de este texto sin pedir autorización alguna, Vidal ha llamado al incumplimiento reiterado de las leyes, lo que a juicio del instructor, Antonio Fonseca-Herrero, es constitutivo de dos faltas disciplinarias muy graves.
La decisión de que este juez pueda continuar en la Audiencia Provincial de Barcelona se tomó con cuatro votos a favor y tres en contra. El voto del vocal propuesto por el PP Vicente Guilarte resultó clave para esta decisión: no se alió con los otros tres compañeros propuestos por ese partido (Ángeles Carmona, Carmen Llombart y Wenceslao Orea) y sí lo hizo con las dos vocales propuestas por el PSOE (Roser Bach y María Victoria Cinto) y Enrique Lucas (PNV). El acuerdo de la Comisión Disciplinaria dejó fuera de juego al sector conservador del órgano de gobierno de los jueces, encabezado por Carlos Lesmes, que no esperaba que tras el duro informe de Fonseca-Herrero, con quien el presidente del Supremo mantiene además una estrecha relación (ambos eran magistrados de la Sala de lo Contencioso-Administrativo del Alto Tribunal), Vidal pudiera seguir ejerciendo como juez hasta que haya una decisión definitiva.
Pero no solo el contundente informe del promotor de la acción disciplinaria apuntaba a que la decisión de hoy sería la contraria (es la primera vez en democracia que se propone la suspensión cautelar de un juez por hechos que no están vinculados directamente a la función jurisdiccional). También el hecho de que se convocara de forma precipitada a los miembros de la Comisión a una reunión de carácter extraordinario para abordar como único punto la suspensión cautelar. La cita se fijó a la una de la tarde, para que todos los vocales, que residen fuera de la capital, pudieran estar presentes. El hecho de que los conservadores fueran mayoría hacía presagiar un revés a este juez, y por extensión, al desafío secesionista de Cataluña. ¿Tantas prisas y tanta parafernalia para rechazar la suspensión del juez?, se preguntaban ayer fuentes del CGPJ.
Lo que nadie esperaba era que el catedrático Guilarte se aliara con los vocales progresistas. No se puede decir que cambiara de opinión, pues nadie sabía cual era su postura. Fuentes del Consejo no hacen ninguna lectura política de su decisión más allá de que técnicamente no veía viable esa suspensión y sospechaba que podría ser revocada por el Supremo. Según ha sabido ABC, expuso durante su intervención que no había ido a esta reunión con una idea preconcebida, y se dejó convencer por los argumentos de sus compañeros.
El acuerdo de la mayoría se sustenta en dos ideas: la primera, que la suspensión cautelar es una medida muy grave que, como tal, hay que aplicar con carácter restrictivo; la segunda, que esa suspensión sería prematura, pues el expediente contra este magistrado se acaba de incoar y todavía no hay conclusiones definitivas. No entienden estos vocales qué se pretende con la suspensión cuando lo que se cuestiona (su participación en la Constitución catalana) nada tiene que ver con la función jurisdiccional de Santiago Vidal, que ayer se presentó como una víctima de la «lucha del Estado contra el nacionalismo» y apuntó directamente al PP como instigador de su propuesta de suspensión.