Javier Elorrieta-Editores
Hay dos artículos hoy que destaco. Los dos por personas que han tenido relación en su vida con el Partido Socialista. El de José María Múgica y el de Francesc de Carreras. La descripción de lo expuesto por Múgica es constatable por su actualidad. Por ser una descripción real del presente, en los términos que se exponen.
El de Frances de Carreras habría que ampliar más datos. Pero expone cómo la evolución de la sociedad española en la época franquista debiera ser evaluada más objetivamente. Y que, desde luego, esa evaluación, para que sea objetiva, no puede ser realizada por el mundo sectario de los partidos que hoy conforman el Gobierno de España y sus soportes legislativos. Casi todo lo que exponen es falso y fraudulento con la valoración de la realidad pasada. Y lo afirmo yo, que estuve en la cárcel, el exilio y tuve tres sumarios militares ,un sumarísimo militar y dos del TOP. Aunque asumo que en mis entusiasmos estuvieron también mis errores.
No hubiera llegado a estar España en la época de la transición política entre las diez naciones con mejores índices de desarrollo del mundo. Cuando las dictaduras comunistas eran un desastre.
Y como suelo decir, y es demostrable, frente a la inmoralidad política de las personas de los denominados partidos de izquierda, que aún defienden el Régimen Comunista en Cuba. Que un trabajador de Vizcaya, cuando me matriculé de bachiller a los 10 años, en 1958, antes de que Fidel Castro entrara en La Habana, accedía a más bienes de consumo y servicios, y se le abría mayor libertad funcional social, de la que dispone un ciudadano cubano en la actualidad.
Sólo tienen que acudir a las decenas de reportajes de youtuber cubanos.
Por eso es de obligada responsabilidad con la verdad, derogar las Leyes de Memoria Histórica y Memoria Democrática. Y dejar la libertad de investigación, exposición y contraste.
Ciertamente el eslogan se ha modificado. Del «ver para creer» se ha deslizado al «como no quiero creerlo, no quiero verlo». En ese deslizamiento está, sin duda alguna, ese sector que sigue aurtodefiniéndose de «Izquierdas».
Sin ir más lejos Nadia Calviño ha dicho que ha bajado el precio de la alimentación donde ella compra. Con un par. Los encuestado le pedían que les dijera dónde va. Para ir ellos. Es obvio que mentía con alevosía.
Sólo el incremento impositivo de mi IRPF y los impuestos de mi factura de gas, absorben mi privilegiada situación del incremento del IPC por jubilación. Pero los memes demagógicos de la idiocia progubernamental me han llegado por doquier. Sobre todo ese que dice que debieran negarse a la subida los jubilados que critican el «Sanchismo bolivariano».
Prefiero no responder con lo que provocan en mi entorno de autónomos esas gracietas. Y a esa mayoría que ya las pretensiones de algún ahorro se han frustrado. O los que han tenido que recurrir al que tenían. Por cierto las intervenciones de Arrimadas en el Parlamento fueron muy atinadas al respecto.
No se pierdan el resto de artículos.