Javier Elorrieta-Editores
Destaco el artículo de Nicolás Redondo. Por obvias razones, por la relación personal y política cuando se planteaba la alternativa constitucionalista al frente nacionalista del Pacto de Estella.
Que cada cual atienda la reflexión, siempre civilizada y argumentalmente expuesta por Nicolás Redondo. Siempre buscando y deseando lo mejor para la política democrática en España.
Por mi parte quisiera recordar, al destacar su artículo, que no se puede definir la realidad actual sin analizar críticamente la evolución de lo que él insiste en definir como los «dos grandes partidos nacionales», salvo como referencia. Sobre todo desde que el PSOE rompió los Pactos de Estado a los que se llegó en la primera parte de la segunda legislatura de Aznar y la puesta en marcha del antidemocrático Pacto del Tinell. Pergeñado por el tándem Maragall-Zapatero.
El mismo Nicolás Redondo sufrió personalmente las consecuencias de esa política de ruptura de acuerdos. Y a la que no se opusieron en un principio Felipe González y sus mediáticos soportes de El País como Cebrián (hoy aparentemente arrepentido) o Gabilondo. Errores más por odio personal a Aznar que por otra explicación política razonable.
La evolución de ambos partidos. Y las políticas desplegadas en el ámbito nacional y autonómico, indican que el paralelismo de evaluación del conjunto del abanico partidista que hace Nicolás es más convencional con la calificación y discurso de los medios que ajustado a la realidad. Ni es lo mismo el PP que el PSOE. Ni es lo mismo el desarrollo que ha tenido CS y VOX si se referencia a la evolución de los soportes gubernamentales y legislativos del Gobierno de Sánchez. Nacionalistas, secesionistas e «izquierdistas» de diferente rango y condición.
Digámoslo claro, para que se me entienda: en mi opinión, es más nocivo para la vida democrática en España el PSOE que VOX.
No hay posibilidad de diagnóstico cierto sin hurgar en los efectos nocivos del desarrollo de la partitocracia como uno de los problemas de mayor incidencia de la gestión institucional de vida ciudadana en España.
Todas las políticas desplegadas por el PSOE y sus socios hasta ahora. Incluso la evaluación curricular de los miembros que componen gran parte del parlamento, el gobierno e instituciones actuales, son un exponente del deterioro institucional del que uno no se puede desprender si se pretende un diagnóstico acertado.
No se pierdan el resto de artículos.