Javier Elorrieta-Editores
Leí «LA CARTA» en su tiempo, la magnífica novela de Raúl Guerra Garrido. Por esa novela el Gobierno Vasco vetó a Raúl Guerra Garrido en una selección o estudio que se realizó por una universidad extranjera sobre el País Vasco. Se lo oí a él directamente en el Hotel Ercilla de Bilbao.
Lamento no acordarme de los detalles al respecto. Pero a fuer de ser sincero, esa censura le vino de quien fuera Consejero de Cultura del Gobierno Vasco, Joseba Arregui, como el mismo Raúl explicitó. A la vez que se congratulaba de su evolución. la de Joseba Arregui, quien tanto denunció posteriormente los excesos antidemocráticos del nacionalismo y el partido al que perteneció.
Si apelando al refrán de «arrepentidos los quiere Dios». Si Raúl se congratulaba de la evolución de Joseba qué voy a decir yo, que soy «un doble traidor» al nacionalismo y al social-comunismo. En esa época en la que por propia evolución personal, estaba en la reflexión vital de si la vida no sería sino «una equivocación constante».
Me ha congratulado mucho que sea Aramburu quien haga la presentación de esa reedición, pues recuerdo que cuando fui a que me firmara su libro «PATRIA» en su presentación en Bilbao, en la Biblioteca Municipal de Bidebarrieta, antigua sede de la Sociedad Liberal «EL SITIO», le comenté mi admiración por aquella novela, que trataba sobre el tema de la extorsión económica del llamado «impuesto revolucionario».
Al menos estos canallas extorsionadores le llaman al impuesto por su nombre ,IMPUESTO, aunque le adjetivaran de revolucionario. No caen en la majadería buenista de Yolanda Díaz de calificar lo que es imposición económica de «crowfunding social».
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