Del blog de Javier Elorrieta
Después de la época de Vidal-Quadras, Alejandro Fernández ha sido el político del PP más atinado en la visión política del papel del nacionalismo en Cataluña. En la segunda legislatura, tras la experiencia de la primera en la que no disponía de mayoría suficiente, Aznar que entregó la cabeza de Vidal Quadras a Pujol, aprendió que el llamado «nacionalismo moderado» o «institucional» a la medida de su conveniencia, eran parte del problema y no de la solución. Por eso la primera parte de su segunda legislatura marcó los mejores momentos de la política en España.
Cuando, tras el desastre Zapaterista, el PP consiguió una mayoría absoluta y un poder institucional fortísimo, lo suficientemente sólido para cambiar el rumbo y reformar los aspectos más evidententemente débiles del marco constitucional, arrumbó esa posibilidad. Con el protagonismo en ese destrozo de su poderosa Vicepresidenta Soraya Sáez de Santamaría.
La propia actitud de Rajoy en el congreso del PP, invitando a conservadores y liberales a generar sus alternativas partidistas. Más la desidia política generalizada de la que hacia gala. En parte motivada por la generación de opciones partidistas como UPyD que lo tomo Sáez de Santamaría como una amenaza partidista. Aunque fue un fenómeno que obedecía más a la traición del PSOE a los Pactos de Estado con el PP, entre los más importante el que dió lugar al Pacto por las Libertades y contra el terrorismo, que fue la base para la derrota operativa de ETA, pero que políticamente, en sus objetivos políticos, se resguardaron con las negociaciones con el PSOE de ZP. A la vez que ZP y Maragall sellaron el antidemocrático Pacto del Tinell.
Pero los protagonistas, más en UPyD que en CS provenían del PSOE y el entorno socialista. Como también en CS en gran medida.
Es decir eran fenómenos que surgieron de un movimiento cívico en el País Vasco y Cataluña con dos premisas, que por cierto Aznar comprendió. Que el nacionalismo en su conjunto era un peligro que se alimentaba entre ellos.
Como en una ocasión , en tono bromístico, Fernando Savater comentó. «El nacionalismo se divide como el pecado en mortal y venial. Pero pecado».
VoX surgió después del Congreso de Valencia del PP.
El binomio Rajoy ( al que voté) – Sáez de Santamaría fueron los protagonistas de una gestión objetivamente nefasta para las necesidades que los problemas de España demandaban.. Y no sé si Feijóo lo tiene en cuenta.
No se pierdan el resto de artículos, aunque destaque el de Juan Carlos Viloria sobre la figura de Alejandro Fernández.