Existen grandes diferencias entre las respuestas que se generan dentro y fuera del País Vasco. En Madrid, Barcelona y Andalucía la mayor parte de la población mantiene una actitud de escepticismo gracias a la finalización de la anterior tregua. En el País Vasco, donde el problema se vive más intensamente, hay amplios sectores que mantienen la esperanza.
Ignacio Escolar, periodista del diario Público de España y creador de la página escolar.net, explicó cómo se vive en España el reciente comunicado de ETA que proclamó un alto al fuego “permanente” y “general” y qué repercusiones han surgido o surgirán a partir del anuncio.
La organización armada independentista vasca ETA anunció dicho alto al fuego la mañana de este lunes en un comunicado enviado al diario independentista vasco Gara. No obstante, Escolar resalta que no fue una sorpresa porque el anuncio ha sido muy publicitado e incluso se estaba esperando para antes de fin de año. Agrega que las reacciones se componen de una mezcla de esperanza y escepticismo, ya que no es la primera vez que ETA declara una tregua. La última vez, recuerda Escolar, fue durante las negociaciones del 2004-2006, las cuales culminaron con un atentado en el aeropuerto de Barajas, “por esa razón las treguas permanentes son poco creíbles por parte de ETA”.
Existen grandes diferencias entre las respuestas que se generan dentro y fuera del País Vasco. En Madrid, Barcelona y Andalucía la mayor parte de la población mantiene una actitud de escepticismo gracias a la finalización de la anterior tregua. En el País Vasco, donde el problema se vive más intensamente, hay amplios sectores que mantienen la esperanza.
Aunque el comunicado rece que el alto al fuego es “el compromiso firme de ETA con un proceso de solución definitivo y con el final de la confrontación armada”, Escolar afirma que el anuncio está plagado de claroscuros. El hecho de que la tregua sea calificada de permanente y verificable por instituciones internacionales es un matiz positivo. La verificabilidad de la tregua era uno de los requisitos solicitados por Batasuna, la rama política de ETA, que estaba presionando a la rama militar que declarase ese alto al fuego. También era una cualidad requerida por mediadores internacionales como Brian Currin, facilitador que también participó en la resolución del Apartheid sudafricano.
Sin embargo, uno de los compromisos que ambas partes pedían a ETA no está contemplado en el comunicado: la incondicionalidad de la tregua, que ETA no pusiese condiciones al Gobierno español para su rendición. El anuncio rescata las habituales reivindicaciones de ETA, como el reconocimiento de Euskal Herría como nación independiente.
En una conferencia de prensa, Alfredo Pérez Rubalcaba, ministro del Interior de España, sostuvo que el comunicado daba a entender por parte de ETA “la misma soberbia de siempre”. Escolar, por su parte, señala que la posición del Gobierno también se niega a cambiar, constando siempre de la misma dureza y firmeza ante los pasos de la ETA, pero al mismo tiempo de la esperanza que generan las constantes derrotas militares de la organización, la cual ha sido fuertemente filtrada por la policía.
El gobierno confía que paulatinamente el conflicto se solucione, pero, entretanto, debe mantener la firmeza necesaria para que ETA no considere poder ponerle condiciones a su rendición.
Según Escolar, ETA intenta internacionalizar el fin del terrorismo en España, especialmente a través de instituciones europeas que invocan y organismos internacionales que definen. Si esto hubiese pasado hace 10 años, afirma el periodista, cuando habían muchos países que aún no consideraban a ETA como una organización terrorista, podría haber tenido su pase. “Ahora es muy difícil que, por ejemplo, la UE se involucre como posible mediador entre el grupo terrorista y el estado democrático porque considera que España no tiene por qué iniciar una negociación política con un grupo terrorista”, agregó Escolar. “Es el mundo después del 11 de septiembre”.
La negociación no sólo pasa por el diálogo entre el Gobierno español y el grupo terrorista, sino que incluso tiene un cariz interno, entre la parte militar de ETA y la política. El sector político de ETA considera que el problema, para él, es que se está bloqueando su acceso a la política, el cual lograría mejor que a través de medios militares.
Escolar prevé que habrán más pasos en los próximos meses, más comunicados a medida que vaya avanzando la tregua, y que crecerá la reivindicación de la izquierda abertzale de volver a la política, porque en la actualidad, según la Ley de Partidos vigente en España y varias sentencias del Tribunal de Derechos Humanos de Estrasburgo, el segmento político ETA no puede participar salvo en un escenario libre de terrorismo.
Espectador (Uruguay), 10/1/2011