EL CORREO 29/09/13
· El Gobierno vasco sigue a la espera de nuevos pasos de la banda en los próximos meses e interpreta su último mensaje como un gesto «de consumo interno».
Tras un nuevo jarro de agua fría de ETA a las expectativas generadas en Euskadi sobre su posible desarme y disolución definitiva, las miradas vuelven a enfocarse hacia la izquierda abertzale, incapaz de desmarcarse de un comunicado en el que la banda terrorista no solo no hace la más mínima mención a la entrega de sus arsenales, sino que incluso califica de «justa y legítima» su «lucha» con el argumento de que «ha ayudado a la supervivencia de Euskal Herria y a mantener abierta la puerta de la libertad».
De hecho, solo EH Bildu fue capaz ayer de ver luces en la declaración de ETA publicada en el diario ‘Gara’ con motivo del ‘gudari eguna’ y celebró, por boca del parlamentario Juanjo Agirrezabala, que la banda «tienda la mano» a España y francia para el desarme (que no cita en ningún momento). «Cuando una de las partes tiende la mano hay que dar respuesta. Si no cabría preguntarse si algunos prefieren seguir como estábamos antes», censuró.
El resto de fuerzas políticas, y también el Gobierno vasco con el lehendakari a la cabeza, destacaron las sombras de un mensaje que, sin embargo, no ha enfriado la expectación con la que el Ejecutivo vasco sigue aguardando futuros movimientos de la banda «en los próximos meses». El propio Iñigo Urkullu destacó en una entrevista con Efe que, pese a la ausencia de gestos visibles en el proceso de asentamiento de la paz definitiva, «no quiere decir que por debajo no haya movimientos y no se trabaje». El presidente vasco, que prefirió no desvelar en qué consisten esos contactos por «discreción», sí emplazó a ETA a hacer gestos efectivos para su desarme. «Da igual ante quien lo haga, pero que sea verificable», apostilló.
De hecho, en la Lehendakaritza están convencidos de que el regreso de la Comisión Internacional de Verificación a Euskadi, por ejemplo, o la próxima celebración de una conferencia internacional de paz en San Sebastián son indicadores de que ETA tiene previsto dar nuevos pasos en el futuro inmediato, consciente de que solo los movimientos unilaterales pueden contribuir a desbloquear la enquistada situación con sus presos, no exenta de tensiones internas.
«El relato de los opresores»
En esa lógica, el comunicado –que para el Gobierno vasco es negativo en la medida que no supone ningún avance ni «aporta nada»– debería interpretarse como un mero gesto de «consumo interno» con el que ETA trataría de mantener prietas las filas dentro de su propio mundo. El hecho de que no solo no reniegue de su trayectoria, sino que la ensalce con el argumento de que no asumirá «el relato de los opresores» –aunque dice respetar las diferentes visiones sobre el pasado del resto de fuerzas políticas, con las que se equipara– no preocupa en exceso al Ejecutivo, que subraya que es la izquierda abertzale quien debe hacer una revisión autocrítica y reconocer el error que en su momento supuso justificar los atentados terroristas.
«Lo único que tiene que hacer ETA es desarmarse y disolverse», recalcan en el Gobierno, en línea con el líder del PNV, Andoni Ortuzar, que ayer recordó a ETA que «no le corresponde» hablar de política «ni del futuro de los vascos». También Iñigo Urkullu admite que sería «exigible» que Bildu hiciera un pronunciamiento público «para asumir lo que ya asume en privado», en referencia al llamado ‘suelo ético’ que mantiene al PSE apartado de la ponencia de paz.
De hecho, en este momento de ‘impasse’, y sin novedades a la vista en un comunicado en el que ETA se arroga un papel político que también le valió ayer un reproche casi unánime de los partidos, el PSE puso el foco sobre EH Bildu. En opinión del dirigente socialista Txarli Prieto, el último comunicado de la organización «pone en un brete» a la coalición abertzale al dar la impresión de que la banda «quiere tutelar» su actividad. «Bildu debe ser una fuerza que, desde el respeto a la democracia, juegue el papel de la política y no esté tutelado por ETA», apuntó Prieto, que coincidió en que de la banda solo cabe esperar su desarme y disolución «y que paguen por los daños que han causado quienes tengan cuentas pendientes con la Justicia».
Mucho más duro, el PP consideró ayer que en su último mensaje ETA «justifica el asesinato y el terrorismo». Para el líder de los populares vizcaínos, Antón Damborenea, no cabe más que esperar a que «la Policía termine con la lacra» de la banda.
EL CORREO 29/09/13