ABC – 16/03/16
· Ciudadanos apoya dos proposiciones, pero PP y PSOE no votaron lo mismo en ninguna moción. Podemos se opone por atacar «a un enemigo imaginario».
· «El Congreso manifiesta su voluntad de promover una reforma constitucional que actualice el marco de convivencia».
El Congreso de los Diputados celebró ayer el primer pleno de la XI Legislatura, con la anomalía de ser el primero que se celebra con un Ejecutivo en funciones, y en el que se aprobaron dos proposiciones no de ley (PNL) referentes a la unidad de España: una del PP y otra de Ciudadanos.
Tras una intensa jornada de negociaciones, los dos textos salieron adelante gracias a las posiciones adoptadas por sus promotores y por el PSOE. Sin embargo, los tres grupos fueron incapaces de pactar un único texto sobre la cuestión y, cuando esto ya no fue posible, ni siquiera votaron en la misma dirección. El resto de la Cámara, incluido Podemos, se posicionó en contra de la unidad de España.
El motivo de la divergencia entre populares y socialistas fue la inclusión o no de una referencia a la reforma constitucional: en la PNL de Ciudadanos sí aparecía, por lo que los populares se limitaron a abstenerse; en la del PP no se incluyó referencia alguna a la reforma de la Carta Magna, lo que motivó la posición neutral de los socialistas.
El que quiso incluir la mención de la discordia fue el PSOE y así se lo propuso al partido de Albert Rivera, que aceptó una enmienda. Sin embargo, Rivera no admitió otro cambio en su texto sugerido por el PP a última hora. Alegaron que sería «redundante».
En algunos momentos a lo largo de la tarde fue real la posibilidad de que se aprobase una única PNL con el apoyo de los tres partidos y la otra decayese. En ese instante, miembros de los tres partidos reconocían en los pasillos la mala imagen que se transmitiría de no ser así. Sin embargo, todo quedó en un sueño.
«Entre partidos nacionales»
Ciudadanos colocó a Albert Rivera para defender su propuesta, buscando la máxima difusión posible. Pese a las divergencias existentes respecto a la fórmula final, trató de hacer un esfuerzo por presentar el acuerdo entre PP, PSOE y Ciudadanos contra el independentismo en Cataluña como la fórmula que debe regir una futura reforma de la Constitución y la inminente cuestión de la gobernabilidad.
Rivera hizo hincapié en la relevancia de un acuerdo de tanto alcance para evitar la excesiva influencia de los partidos nacionalistas. «A partir de ahora los temas nacionales se tratan entre partidos nacionales», señaló. Justificó la proposición de defender «lo obvio» porque en Cataluña hay un Gobierno que ha manifestado inequívocamente su voluntad de «saltarse las leyes».
Levantar muros
La diputada del PP Dolors Montserrat abrió la sesión afirmando que la única solución posible al desafío catalán es «más democracia y más política». Por tanto, pidió tanto a PSOE como a Ciudadanos que no antepongan «la reforma de la Constitución a la unidad de España». Precisamente por esta razón, y por la necesidad de una reforma «sin fisuras», introdujo una enmienda a la PNL de Ciudadanos. «Quieren romper nuestra nación y levantar muros», señaló Montserrat, y añadió que en España «no hay un conflicto de soberanía, porque solo hay una».
La diputada Meritxell Batet, en representación del PSOE, anunció su enmienda al texto de Ciudadanos porque se necesita «una solución política a la crisis territorial», aunque expresó sus dudas sobre la utilidad de «votar la Constitución en forma de proposición no de ley» cuando hay otros problemas sociales.
Batet reconoció que el problema catalán requiere «una solución política», aunque insistió en que su partido aboga por la reforma de la Constitución para crear un país federal. «La inmensa mayoría de los catalanes y españoles están esperando a que cambien algunas cosas para volver a sentirse parte de un proyecto común
ilusionante», dijo, mientras que, en su opinión, «el PP ha estado cuatro años» utilizando una «retórica vacía contra la independencia». El discurso de la socialista y la imposibilidad de que el PP y el PSOE pudiesen votar en la misma dirección en esta cuestión reflejan lo enconado de sus posiciones.
El resto del Congreso se opuso al acuerdo de las tres fuerzas constitucionalistas con Íñigo Errejón, número dos de Podemos, afirmando que las proposiciones eran «una obviedad lanzada contra un enemigo imaginario». Muchísimo más contundente, especialmente con Rivera, estuvo el portavoz de En Comú, Xavier Domènech, que destacó que los tres partidos «perdieron las elecciones del 20-D en Cataluña».
Finalmente, el primer pleno de la XI Legislatura concluyó con el Congreso defendiendo la unidad de España, pero con el PP y el PSOE incapaces de llegar a un acuerdo.
Igual en el Senado
El mismo escenario que se reprodujo en el Senado, donde el PP presentó una moción idéntica sobre la unidad de España, defendida por el popular José Manuel Barreiro, que también recibió la abstención socialista. Finalmente, fue aprobada (142 síes, 41 noes y 61 abstenciones) gracias a la mayoría absoluta con que cuenta el PP en la Cámara Alta.
Barreiro defendió que esta moción es necesaria porque «hay propuestas que tienen como prioridad la ruptura». El argumento de Óscar López (PSOE) para abstenerse fue la errónea política del PP en Cataluña: «Son una máquina de fabricar nacionalistas».
ABC – 16/03/16