Maite Pagazaurtundua, EL CORREO, 7/5/12
San Sebastián. Bendecido por los poderes públicos: «Magia General, magia de pista, cartomagia, manipulación, magia cómica, micromagia, mentalismo, grandes efectos y ventriloquia son las facetas de magia que se premiarán en el Congreso mágico nacional». Así lo glosó ‘El Diario Vasco’ en 1972. La ventriloquia es lo que ahora pega más. Ya saben. La vieja y nueva Batasuna y ETA llevan jugando al control de las voluntades políticas desde hace décadas, pero ahora gracias a los pasos que llevarán al fin de ETA. El nuevo truco se llama ‘desarme 2012’ para dilatar el efecto de la gran palabra con la que rondan los oídos de los poderes democráticos y de su servicio de inteligencia. La gran palabra cebo es ‘disolución’. No vivimos sólo esta magia, sino también una situación disparatada porque la legalización de Bildu tuvo mucho de camelo y eso es lo que convierte las elecciones autonómicas de 2013 en un potencial problema de Estado. El fin de ETA como cebo esconde la ortodoxia antidemocrática que les ha guiado durante el tiempo que alcanza mi memoria. Su modelo de poder es el que rige en los municipios que nunca dejaron de gobernar, porque consiguieron sortear la ilegalización con el visto bueno parcial del anterior Ejecutivo central. Su modelo hacia el socialismo real en el siglo XXI es el de Chávez, aprovechando la democracia formal en un gran juego que disimula el despotismo posmoderno. Han reeducado los comportamientos y conciencias por el miedo y ahora por la astucia. Es curioso que en la entrevista de noviembre los etarras autorizados dejaron claro que no condenarán su historia de vulneración de los derechos humanos. Los perseguidos y asesinados son ceniza de la historia para ellos, como la ley, aunque permitirán que se hable con palabras que podrían conseguir que toda la población vasca sufra una subida grave de azúcar en sangre. La estrategia de ETA y su entorno supone un búnquer de ortodoxia inmovilista hacia los objetivos políticos para los que han matado y acosado, pues indican literalmente que «la lucha armada ha hecho su aportación, una gran aportación para llegar al momento en el que estamos y para generar las condiciones existentes (…) para recoger la cosecha de estos años de lucha y ponerlas al servicio de esa estrategia». Han conseguido el control de los tiempos y temas entre nosotros. Han conseguido que su neolengua sea de uso común. Pero ahora, el parque temático de la paz es lo que interesa al mundo de Batasuna porque sólo así garantizarán alcanzar un grado importante de impunidad. Sólo desde el relato exculpatorio que los demás van tejiendo podrán conseguir el poder ya legitimado. No nos han de faltar congresos mágicos.
Maite Pagazaurtundua, EL CORREO, 7/5/12