ABC 22/05/17
· Puigdemont presenta su «última oferta» al Gobierno, bajo una premisa irrenunciable
El Congreso de los Diputados volverá a vivir un pleno en el que se tratará el referéndum secesionista que demandan los partidos independentitas catalanes. Será en junio, cuando se debata una moción que presentará el PDECat tras la correspondiente interpelación que plantearán el miércoles.
Esta interpelación, por lo tanto, se expondrá solo dos días después de que Carles Puigdemont, presidente de la Generalitat de Cataluña, presente hoy en Madrid su contraoferta al ofrecimiento del Gobierno de acudir al Congreso para debatir y votar un cambio constitucional o la realización de un referéndum en Cataluña.
El PDECat interpelará a la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, sobre la llamada «operación diálogo», que, en opinión de los independentistas, es un «fracaso» total solo seis meses después de activarla. Además, el PDECat incluirá en la pregunta la negativa del Ejecutivo a pactar un referéndum independentista. Después, ya en junio, será el turno de la moción en el pleno.
Antes, este mismo lunes, Puigdemont, acompañado de sus escuderos, el vicepresidente autonómico, Oriol Junqueras, y el consejero responsable de las acciones en el exterior, Raül Romeva, planteará –en una conferencia titulada «Un referéndum para Cataluña. Una invitación a un acuerdo democrático»– lo que ha denominado «la última oferta» al Gobierno para que este ceda y acepte las pretensiones de las formaciones secesionistas convocando, o acordando con la Generalitat, un referéndum de autodeterminación.
Documento de La Moncloa
En paralelo y para desactivar el impacto mediático de la conferencia de Puigdemont, La Moncloa tiene sobre la mesa un argumentario interno –enviado también a los altos cargos– en el que recalca que al presidente de la Generalitat «no le interesa» defender en el Congreso su propuesta de referéndum porque la mayoría de los representantes de la soberanía nacional no lo aprobarían.
En el texto se recuerda que para llevar a cabo las pretensiones de Puigdemont y las formaciones secesionistas estos deberían plantearlo y aprobarlo «por los procedimientos constitucionales» y, «si es aceptado, someter a los españoles esa votación». Sin embargo, «no les interesa».
Desde La Moncloa insisten en que las ideas independentistas son legales pero, como el resto de ideologías, se tienen que defender, en democracia, bajo dos premisas: respetar las reglas democráticas y las opiniones y los derechos de todos los demás. Así, lo que pretenden los independentistas es que se autorice a que una parte de España decida por el conjunto de todos los españoles y los demás «se conformen» con aceptar ese resultado: «Eso no es democracia», añade el documento.
«Derecho innato catalán»
No parece, por lo tanto, que el acuerdo, si es que es posible, esté cerca. Menos aún si se tienen en cuenta las advertencias que, ayer mismo, lanzó Marta Rovira, número dos de ERC y uno de los tres enviados del Parlamento de Cataluña, en 2014, para que el Gobierno traspasara a la cámara autonómica la potestad de convocar referéndums: «El derecho de autodeterminación es un derecho inalienable e irrenunciable. No prescribirá nunca. Es un derecho innato del pueblo de Cataluña. Si no hay acuerdo con el Gobierno, tendremos un Estado hostil».