EL MUNDO – 03/12/14
· Las cifras del proyecto de presupuestos de la Generalitat para 2015 cuadran gracias a 2.183 millones contabilizados en el capítulo de ingresos y que se atribuyen a deudas históricas del Estado con Cataluña.
En la presentación de las cuentas catalanas en el Parlament, el conseller de Economía, Andreu Mas-Colell, explicó que estos recursos «tendrán que aparecer» porque «lo que está en juego son los servicios públicos» y, según él extrajo del discurso del Mariano Rajoy el pasado sábado en Barcelona, «parece ser que hay voluntad de respetarlos y eso sólo puede hacerse por la vía presupuestaria».
Después de recordar que la Generalitat no tiene más margen para reducir el gasto y que el próximo año se recuperará la paga extra para los funcionarios –unos 607 millones– «porque es justo y es lo que toca, puesto que ya lo han hecho todas las administraciones», el titular de Economía concretó que las deudas que atribuye al Estado corresponden a tres conceptos concretos. Por un lado, 789 millones se refieren a un adelanto del Fondo de Competitividad en este ejercicio –que tendría que cobrarse en 2017–; otros 759 millones son relativos a la deuda por la aplicación de la disposición adicional tercera del Estatut correspondiente a 2008 –Cataluña reclama en total 3.900 millones–, y unos 635 millones son en compensación por el impuesto catalán de depósitos bancarios.
A estas partidas que determinan un presupuesto con «un alto contenido político», reconocido por el propio Mas-Colell, se sumarían 317 millones de euros por privatizaciones y ventas de activos públicos para eliminar el diferencial entre ingresos y gastos en 2015. La política de ventas y privatizaciones de 2014, por más de 2.000 millones, ha hecho aguas.
El titular catalán de Economía mostró su rechazo a que el Estado intente cubrir estas carencias por la vía de la tesorería, entiéndase, a través de instrumentos como el Fondo de Liquidez Autonómico (FLA), y menos aún recurrir a elevar el endeudamiento de la Generalitat, puesto que «esto nos pesará sobre los ingresos». La deuda prevista para 2015 se sitúa en 67.192 millones de euros.
Lo deseable sería que los 2.500 millones que faltan llegaran por una «redistribución del objetivo de déficit» por cuanto «la política de presión hacia las autonomías que aplica el PP ha quebrado», dijo el conseller, que se preció de haber reducido en 2,58 puntos sobre el PIB el déficit de la Generalitat, con un ajuste del gasto del 22,5% entre 2010 y 2013. Hasta el punto que, atendiendo al déficit sin los intereses de la deuda, se tendría superávit, calcula Economía.
Así, para cumplir con el déficit del 0,7% del PIB exigido por el Gobierno, Cataluña prevé para 2015 unos ingresos de 19.981 millones y unos gastos de 22.481 –de los cuales el 71,2% corresponden a gasto social–. Pero, según el conseller, las cuentas son un reflejo de la «situación anómala» de las finanzas de la Generalitat, ya que pese a que Cataluña ha empezado a salir de la crisis los ingresos disponibles del Govern para 2015 vuelven a retroceder. «Porque los recursos que dependen del Estado en 2015 no sólo no mejoran, sino que retroceden un 10,7% respecto a 2013, al pasar de 18.844 millones (entre el déficit asignado y las transferencias del Estado en base al modelo de financiación) a los 16.821 millones contabilizados para el próximo año». «Nos asignan una sexta parte cuando el gasto se mantiene y eso es una barbaridad que aplica el Gobierno del PP mediante la asfixia de las autonomías», concretó Mas-Colell, y recordó que los criterios de la Ley de Estabilidad Presupuestaria fijaban un 1,62%.
ERC, que en los últimos ejercicios había sostenido las cuentas de Artur Mas, ayer se desmarcó de los nuevos presupuestos y pidió prorrogar los actuales y convocar elecciones de forma inmediata. Desde la oposición las críticas fueron generalizadas, tachando a las cuentas del Govern de «ficticias» y anunciando enmiendas a la totalidad. Con todo, el Govern fía a la posible abstención de ERC y PSC la aprobación de los presupuestos en el Parlament.
EL MUNDO – 03/12/14