Gabriel Sanz-Vozpópuli

  • No hay ‘miedo a Vox’ que encubra semejante despropósito ni «singularidad» territorial alguna que soporte el tufo a insolidaridad que desprende la decisión

Si la izquierda española, no solo el PSOE, quiere desprenderse del inconfundible tufo a insolidaridad que emana del acuerdo entre el «Gobierno del coalición progresista» (sic), La Generalitat y el independentismo con tal de garantizar la continuidad de Pedro Sánchez en La Moncloa, ya puede alejarse más pronto que tarde de la fuente del hedor, ese corrosivo cupo catalán quebásicamente, consiste en que los ciudadanos residentes en Cataluña dispongan en los próximos años de más y mejor financiación para tener mñas y mejores servicios a costa de que el resto los tengamos peores, porque ellos lo valen.

Esa izquierda se puede autoengañar todo lo que quiera con el documento firmado por Salvador Illa y el ministro de Administraciones Públicas, Ángel Víctor Torres sin rastro de la ministra de Hacienda y candidata en Andalucía, María Jesús Montero… por algo será. Ese documento puede reflejar lo que quieran sus firmantes, lo mismo y su contrario, por ejemplo, que Cataluña tendrá un sistema «singular» pero «generalizable» -¿En qué quedamos, es singular para Cataluña o generalizable al resto?- que la realidad siempre es tozuda: salvo País Vasco y Navarra, desde hace 45 años la caja del sistema común es comñun, como su propio nombre indica, y suma cero; si alguien percibe más es porque reparte menos y el resto de jode; así de crudo.

Y si alguno no se lo cree, puede ir a fuentes de información más fiables que este periodistta… mejor, se las traigo yo: según datos del propio Ministerio de Economía, en 2016, cuarenta años después de ponerse en marcha los sistemas de cupo vasco y cupo navarro, la resultante es que la financiación de servicios per cápita era de 4.100 euros/año en la primera y 3.266 en la segunda; a años-luz de los 1.973 euros de Cataluña, 1.898 de Andalucía, 1.875 de Madrid y los 1.824 euros de la Comunidad Valenciana, todas ellas en el llamado régimen común. Y en la última década la brecha no ha hecho sino aumentar incluso entre las propias autonomías del régimen común.

¿Qué pasa si Cataluña pone en marcha un tercer cupo junto al Vasco y el navarro, enajenando a la Hacienda comñun el 25% del PIB nacional que representan las tres en su conjunto: pues que el Estado acabaría colapsando porque la experiencia de cuatro décadas con los dos territorios forales del norte refleja con precisiòn el viejo ‘quien parte y reparte, se lleva la mejor parte’

¿Por qué está deriva? Sencillamente porque los sucesivos gobiernos de la nación han hecho dejación de funciones durante casi medio siglo y no han negociado bien la aportaciòn anual de ambas a los gastos comunes… Cuatro décadas barriendo para casa a beneficio de inventario son muchas décadas de sobrefinanciación silenciosa que ha acabado dando sus frutos, por mas que la escasa relevancia de ambas economías en el PIB nacional haya hecho menos doloroso el agravio.

Ahora, calculemos: ¿Qué pasaría si Cataluña -junto con Madrid y Baleares, las tres únicas regiones contribuyentes netas a ese sistema de financiaciòn de esta España tan asimétrica- logra poner en marcha un tercer cupo, junto al Vasco y el navarro, enajenando así al régimen común toda la recaudación del IRPF, primero, y luego del resto de impuestos del 25% del PIB nacional?: pues que el Estado, muy probablemente, colapsaría porque la experiencia de estas cuatro décadas con los dos territorios forales del norte peninsular refleja con precisiòn ese quien parte y reparte, se lleva la mejor parte.

El ‘miedo a Vox’ no da para tanto

Pienso que PSOE y Sumar no han leído bien la letra pequeña del cheque en blanco que creen tener desde las elecciones generales de hace dos años; No hay en nuestra sociedad tanto miedo a Vox que pueda encubrir este despropósito ideológico e histórico que pretenden perpetrar por la puerta de atrás solo con el argumento de que peor nos iría si Alberto Núñez Feijóo llega al poder; ni hay disposición a aceptar «singularidad» territorial alguna que aguante semejante atentado a la igualdad entre españoles. Y cuanto antes lo asuman quienes no se apean de la superioridad moral, mejor, porque la gente «no es tonta», algo en lo que coinciden desde Emiliano García Page e Isabel Díaz Ayuso hasta el más desinformado de nuestros compatriotas.

Todos, también Salvador IllaOriol Junqueras, ERC y hasta el propio Sánchez, que esto políticamente va a quedar en nada, que no tienen ni tendrán mayoría parlamentaria en el Congreso para sacar adelante la reforma de la Ley Orgánica de Financiación Autonómica (LOFCA) que implica; ¿O es que van a votar que sí Podemos, los diputados de Chunta Aragonesista, Compromis, BNG y, si me apuran los de Más Madrid?¿En serio se van a pegar semejante puñalada trapera a sus votantes?

Esto no va del ‘huevo’, de dinero, va de un pretendido ‘fuero’; va de unas supuestas balanzas fiscales irreales esgrimidas desde la rauxa (rabia) del «España nos roba» por el independentismo, asumidas como propias por el socialismo catalán para hacerse con la Generalitat y ahora por este PSOE desnortado que ha hecho de la pervivencia de Sánchez la medida de todas las cosas.

En definitiva, sabemos que esto es el enésimo trampantojo del presidente del Gobierno para sobrevivir -como el empeño de imponer la oficialidad del catalán en la Unión Europea después de que el resto de países dijeran que no alto y claro al ministro de Exteriores, José Manuel Albares, hace apenas un mes-, pero la cuestión no es esa. La cuestión es el límite que uno está dispuesto a traspasar en según qué circunstancias y es también la defensa del interés general que le compete, o así debería ser, a cualquier Gobierno de España digno de tal nombre

No, esto no va del huevo, de dinero, va de un pretendido fuero que nunca existió; va de unas supuestas balanzas fiscales irreales esgrimidas desde la rauxa (rabia) del «España nos roba» por el independentismo desde hace dos décadas, asumidas como propias por el socialismo catalán para hacerse con la Generalitat y ahora por este PSOE desnortado que ha hecho de la pervivencia de Pedro Sánchez en La Moncloa la medida de todas las cosas.

Hablemos claro ¿Por qué hay una izquierda española dispuesta a aceptar al independentismo algo -contribuir menos- que no estaría dispuesta a aceptar en términos fiscales a Amancio Ortega? ¿Pueden los Sánchez, Yolanda Díaz, Ione Belarra, Pablo Iglesias, aceptar que la financiación de una de las tres comunidades más ricas de España sea aún mejor que la del resto? ¿Aceptarían sin rechistar que los ricos de Marbella se segregarán fiscalmente del resto de los barrios de Málaga, o las fortunas de La Moraleja del resto de barrios de Alcobendas en Madrid? ¿En serio? … no hay detergente Vox capaz de tapar semejante manchurrón.