EL MUNDO 08/04/13
· Dividen la península Ibérica en siete países y dibujan una enorme Alemania.
El viernes pasado, el Parlament debatió un asunto relativo al sindicalismo andaluz en la Comisión de Asuntos Exteriores. Los votos de CiU, Esquerra y la CUP permitieron que la Cámara catalana considere que Andalucía es el extranjero. PP y Ciutadans pusieron el grito en el cielo ante semejante desconocimiento geográfico, pero al joven diputado popular Juan Milian no le sorprendió nada la decisión, sobre todo, por parte de Esquerra.
Milian había consultado previamente la página web de la European Free Alliance, un partido político de ámbito europeo, que reúne a formaciones «nacionales, regionales y autonomistas de la Unión Europea», como ERC, el Bloque Nacionalista Galego, la Chunta Aragonesista, Eusko Alkartasuna, el Partido Andalucista, Aralar o el PSM. La alianza cuenta también con presencia de fuerzas políticas bretonas, corsas, sicilianas, moravas, escocesas, flamencas, sardas, búlgaras y de muchas otras regiones europeas.
Juntos, estos partidos han diseñado un nuevo y curioso mapa político del continente. Su división de Europa es tan novedosa, que a Milian no le sorprendió que ERC considere que Andalucía es el extranjero. «La European Free Alliance diseña un mapa europeo insólito en el que hay una Alemania muy grande y potente y pequeños estados en el resto del continente, algunos minúsculos, como el de Cornwall», explica el diputado del PP.
Y es que cada uno de los partidos miembros de esta alianza ha barrido para casa. El resultado es una nueva Europa que habría sorprendido hasta a los Reyes Católicos. La península Ibérica, por ejemplo, queda dividida en siete países. A Galicia, Portugal, Euskal Herria, Aragón y Andalucía se le sumarían los Países Catalanes, que incluyen Cataluña, Valencia y Baleares, y una menguada España, que contaría con los territorios de Asturias, las Castillas y Murcia.
Francia tampoco se salva de la división. El país galo queda dividido en dos grandes territorios. Al norte, la Francia propiamente dicha. Al sur, Occitania. Pero también ganan su independencia Bretaña, al oeste, y Saboya, al este. Y por supuesto, la isla de Córcega, que se convierte en un nuevo Estado autónomo. Eso sí, los franceses del norte incorporan un nuevo territorio, Balonia, que se integra en Francia al desaparecer Bélgica e independizarse Flandes.
La Italia que sueñan ERC o el Partido Andalucista sí recibiría el visto bueno de Garibaldi al quedar casi tan unida como lo está en la realidad. Los italianos pierden Cerdeña en el mapa de la European Free Aliance, y también el Veneto, pero conservan la isla de Sicilia, Lombardía y el Piamonte.
Este curioso mapa contaría con el beneplácito del canciller Otto von Bismarck y puede que incluso con el de Angela Merkel, ya que dibuja a Alemania como la principal nación de Europa, convirtiéndola en un macropaís rodeado de pequeños estados, gracias a la incorporación de Austria y de la mayor parte de Suiza. No obstante, un nuevo Estado vería la luz en esta zona: se trata del cantón suizo de los Grisones, el único en el que se hablan las tres lenguas oficiales del país, alemán, italiano y romanche, que adquiere, en el mapa de la alianza, su independencia. Los alemanes estarían contentos, pero no ocurriría lo mismo con los ingleses si el mapa pretendido por los partidos regionalistas europeos llegara algún día a materializarse. La reina Isabel II vería como se desmembra el Reino Unido, que se transformaría en cuatro naciones distintas: Inglaterra, Gales, Escocia y Cornwall. Eso sí, Londres conservaría la pequeña isla de Man, un conocido paraíso fiscal.
Aunque Rusia no forma parte de la Unión Europea, la European Free Aliance no la ha olvidado. Su idea es independizar la república de Carelia, un territorio al noroeste del país, que limita con Finlandia. Los carelios, una vez libres de Rusia, se establecerían como estado independiente con capital en Petrozavodsk.
Tampoco los polacos salen indemnes del rediseño de Europa. Después de muchos avatares, Silesia se divide hoy entre Polonia y Chequia, pero la alianza la ve como una región independiente, lo que reduce de forma considerable el actual territorio polaco.
La zona de los Cárpatos también sufre un buen revolcón. Para la alianza, Rumanía debe unirse a Moldavia. Sin embargo, Transilvania, el famoso país de origen del conde Drácula, que hoy se integra en Rumanía, debe ser independiente y a su vez también debe tener estado propio la zona de Erdély. Así, donde ahora hay dos países, Moldavia y Rumanía, se establecerían tres, Transilvania, Rumanía y Erdély, pese a la anexión de Moldavia y Rumanía.
EL MUNDO 08/04/13