No puede decirse que la Diada del domingo sea la que tiene más cariz preelectoral de los últimos años. De hecho, poco después de las de 2012 y 2015 se convocaron autonómicas en Cataluña. Sin embargo, es evidente que los partidos prevén para el año que viene una nueva convocatoria en la comunidad, y que el 11 de septiembre les sirve para tomar posiciones.
El espacio ideológico de Podemos, que en Cataluña tiene en Ada Colau a su principal referente, estará muy presente en la Diada, a diferencia de otros años. Tras mucho debate interno, la alcaldesa de Barcelona estará en la manifestación principal del domingo, la de la capital catalana. Pero hoy, en Sant Boi (Barcelona), tiene lugar el acto seguramente más simbólico de todos los previstos: por primera vez, los principales dirigentes de Podemos (Albano Dante Fachín), ERC (Oriol Junqueras) y la CUP (Anna Gabriel) compartirán escenario.
Se trata de conmemorar el 40 aniversario de la primera Diada después de la muerte de Franco. El PDC ya se ha quejado por dos motivos: porque no han recibido invitación al acto y se han sentido «excluidos» y porque ven en él un germen de un nuevo tripartito.
De hecho, el Ara, cercano a las tesis del nacionalismo conservador, ha divulgado una carta del hijo de Jordi Carbonell, ex presidente de ERC fallecido recientemente. La cara de Carbonell, que participó en el acto de Sant Boi de 1976, se ha utilizado para ilustrar el cartel oficial que anuncia los discursos de Podemos, ERC y la CUP, y eso ha molestado a su hijo.
«Quiero hacer público que mi padre, de manera reiterada a lo largo de estos últimos años, había dicho a todos los que querían escucharle que la independencia no se conseguiría sin Convergència», afirmó el hijo de Carbonell.
Pese a esos recelos, en la manifestación del domingo en Barcelona coincidirán los principales responsables del PDC, ERC, la CUP, Podemos en Cataluña y Colau, que prepara un partido de ámbito catalán para presentarse a las próximas elecciones.
El presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, participará en el acto de Salt (Gerona), y la presidenta del Parlament, Carme Forcadell, anunció ayer que estará en el de Tarragona en «defensa de las libertades y los derechos de la ciudadanía». «Ante los retos políticos y sociales que nos esperan los próximos meses, ahora más que nunca, no podemos renunciar a hacer oír nuestra voz y nuestras ideas de forma alegre, pacífica y multitudinaria», añadió.
Forcadell completa la nómina de las instituciones catalanas, que se volcarán con la Diada. El conseller de Exteriores, Raül Romeva, incidió ayer en que las manifestaciones no sólo servirán para llenar las calles, sino también para «llenar de legitimidad» el proceso independentista.
El PSC estará en los actos institucionales pero no en los independentistas, mientras que C’s y PP han diseñado Diadas alternativas: Inés Arrimadas ha convocado una «paella popular» en Premià de Mar (Barcelona) y Xavier García Albiol y sus compañeros leerán un manifiesto en la avenida Tarradellas de la capital catalana.
EL PDC RENUNCIARÁ A LA VÍA UNILATERAL EN SUS ESTATUTOS
La coordinadora general del Partit Demòcrata Català, Marta Pascal, apuntó ayer una de las vías que usará su formación para esquivar el veto del Ministerio del Interior a su inscripción en el registro de partidos. En una entrevista en Catalunya Ràdio, admitió que planean eliminar el preámbulo de los estatutos, que establece entre otras cosas que su objetivo es que Cataluña sea independiente «sin renunciar a la vía unilateral».
«En el caso del preámbulo, si hace falta se lo pondremos tan fácil que lo quitaremos, es un escrito no normativo, sin consecuencias jurídicas, pero eso no quiere decir que dejemos de pensar lo que pensamos», dijo Pascal. Su partido prefiere poner el foco en ese punto, pero el principal impedimento que ve el Ministerio del Interior es la similitud del nombre del Partit Demòcrata Català con otras formaciones políticas ya registradas. Se da la circunstancia de que fueron unos socios de Convergència, los Demòcrates de Catalunya, quienes primero denunciaron ante el registro de partidos la situación. Además, otro ciudadano intentó sin éxito registrar en 2015 a una formación con un nombre muy similar, Partit Demòcrata Català. Y lo más probable es que al final haya un cambio de siglas. Sin embargo, eso no ha impedido que desde la antigua CDC se haya visto tras el veto una «operación política» y un «escándalo». Artur Mas, líder de la formación, afirmó además que debía servir para que las manifestaciones del domingo fueran más multitudinarias en señal de protesta.