EL PAÍS, 9/7/2011
La vendetta del PNV revelando la negociación B en la que Ezker Batua (EB) exigió puestos y dinero a cambio del voto favorable de sus dos junteras ha acelerado el proceso de descomposición de la formación de izquierdas.
El partido siguió ayer su incierta deriva cuesta abajo y sin frenos. Solo los familiares del ex coordinador general, Javier Madrazo, insistieron ayer en negar que su brazo derecho, Serafín Llamas, exigiera que se colocara a 39 afiliados, además de un crédito de 600.000 euros sin aval y otros 300.000 en subvenciones a su libre disposición en la mesa B con el PNV. La hasta ahora afín al sector madracista, Kontxi Bilbao, confirmó ayer que existió esta negociación.
La juntera Nerea Gálvez, prima de Madrazo, alegó en su blog que Xabier Agirre se basa en el «mira lo que te cuento», sin ningún sustento real», a pesar de que él mismo estuvo en la mesa en la que escuchó decir a Llamas que, cuanto más dinero y puestos les dieran, menos exigentes serían con el acuerdo programático, según su relato en el pleno de investidura.
La exedil en Bilbao, Julia Madrazo, hermana del ex coordinador general, dijo que las acusaciones son una mera «cortina de humo» del PNV para esconder su incapacidad de llegar a un acuerdo programático. Agirre afirmó el jueves que uno de los puestos destacados negociados por EB en la mesa B eran para ella. Queda por ver quienes seguirán defendiendo a capa y espada al excoordinador general y Llamas, pero las dudas sobre si lo que Agirre dijo era cierto se esfumaron tras la confirmación de Kontxi Bilbao, que ejerció durante todo el proceso como portavoz de la negociación A, la que se entendía de salida como programática.
Sin querer confirmar que fue Llamas, Bilbao afirmó que alguien en nombre de EB exigió puestos y dinero, algo «muy grave» pero que no es «ilegal» y que es habitual en las conversaciones entre partidos. También aseguró que cuando la comisión negociadora oficial -Bilbao y el coordinador territorial, David Lozano- se enteró, se hizo saber al PNV que las negociaciones se ceñían exclusivamente a propuestas programáticas. Bilbao también dijo tener la «sensación» de que los peneuvistas, cuya mesa de negociación incluía al presidente del Araba Buru Batzar, Iñaki Gerenabarrena y el ahora exdiputado general, Xabier Agirre, estaban dispuestos a negociar sobre ello antes de que el acuerdo saltara por los aires. El PNV lo niega.
Entre los dirigentes de EB consultados ayer no quedaba claro por qué Bilbao se desmarcó del discurso de Gálvez y confirmó la existencia de la negociación B. Sus duras críticas al coordinador general, Mikel Arana, indican que es improbable que termine alineándose con el otro sector en la batalla interna. «No parece un compañero de organización política. Con estos compañeros, para qué queremos enemigos», dijo sobre Arana.
Nadie sabe qué ocurrirá, pero hasta el sector de Javier Madrazo empieza a resquebrajarse -varias personas hasta ahora de su confianza creen que lo revelado en el pleno del jueves fue la gota que colmó el vasco-. También consta que se están dando de baja muchos militantes y que un gran número de dirigentes dan por muertas las siglas del partido. Ahora queda por ver qué pasará con la batalla interna por el control del censo de afiliados, qué tanto se distanciará la organización en Álava de los planteamientos de Madrazo. Pocos dudan de la fidelidad de Nerea Gálvez al madracismo, pero varias fuentes de la formación confirman que la otra juntera, Mertxe Etxezarreta, ha vivido lo ocurrido con profundo malestar a pesar de que en el pleno de investidura amenazó con llevar a Agirre a los tribunales-.
Los movimientos se solapan: varios exdirigentes de la formación y excargos del Gobierno vasco durante la época en que Madrazo fue consejero de Vivienda y Asuntos Sociales, piden, incluso, la dimisión en bloque de los dos sectores para poner punto final y empezar de cero, aprovechando así el shock creado por las revelaciones del PNV. El sector encabezado por Arana mantiene su estrategia de reafiliar a los militantes y dejar el control del censo en manos de un organismo externo dependiente de la dirección federal de IU con la mira puesta en celebrar una asamblea en noviembre. El sector de Madrazo, que además del fallecimiento del coordinador territorial de Vizcaya, José Luis Zubillaga ha tenido que lidiar con la salida en tromba del ex concejal de Amorebieta Vicente Silva, tenía previsto convocar su propia asamblea.
Madrazo hizo la primera oferta de ‘la mesa B’
El ex coordinador general de EB, Javier Madrazo, fue quien hizo la primera oferta exigiendo puestos y dinero a cambio del voto favorable de sus dos junteras para el candidato del PNV, Xabier Agirre, según explicaron fuentes de EB conocedoras del transcurso de las negociaciones. Las primeras conversaciones de Madrazo semanas atrás tuvieron continuidad después cuando su brazo derecho, Serafín Llamas, se encargó de intentar conseguir un crédito de 600.000 euros sin aval bancario y 39 puestos para militantes destacados del sector madracista, según el relato del PNV.
EB, dividida en dos sectores, el de Madrazo y el encabezado por el coordinador general, Mikel Arana, funciona a efectos prácticos como dos partidos distintos, con sendos organismos directivos y fuentes de financiación. Solo comparten las siglas.
El también exconsejero de Vivienda y Asuntos Sociales durante el Gobierno tripartito de Juan José Ibarretxe se dejó ver en Vitoria durante el transcurso de las negociaciones. Ayer seguía sin dar su versión de lo ocurrido. La última entrada en su blog es del pasado miércoles. En ella tildó de «hipocresía sin límites» el hecho de que la nueva directora del Fondo Monetario Internacional, la ex ministra de economía de Francia, Christine Lagarde, se beneficiara de una subida salarial del 11% nada más llegar al cargo. «Es evidente que quienes nos joden la vida lo hacen, además, a precio de oro», concluyó en el texto.
Por otro lado, el presidente del PNV en Álava, Iñaki Gerenabarrena, insistió ayer en que mantiene sus sospechas que de PP y EB han alcanzado un «pacto oculto» que ha hecho posible que el popular Javier de Andrés fuese elegido diputado general.
Varios dirigentes de EB consultados por este diario creen que el referéndum convocado a última hora entre sus militantes fue una manera de reventar la negociación con el PNV impulsada por el sector de Madrazo.
Por su parte, la coalición independentista Bildu, formada entre otros por una escisión de EB, Alternatiba, lamentó ayer que «la impresentable deriva política de EB haya hecho desaprovechar la oportunidad real de abrir las puertas al cambio de ciclo político y social en Álava», y haya puesto «la alfombra roja a la derecha caduca y reaccionaria del PP».
EL PAÍS, 9/7/2011