DIARIO VASCO, 6/7/11
Las bases de la coalición resolverán el sentido del voto de sus dos junteras, sólo unas horas antes de la sesión de investidura
Nuevos contactos entre EB y PNV y nuevo aplazamiento. La decisión sobre el futuro gobierno de Álava la tomarán hoy las bases de EB en referéndum, después de que la negociación con los jeltzales no haya dado el resultado esperado, sobre todo en materia de fiscalidad. A estas horas, por tanto, dos siguen siendo los candidatos con posibilidades de ser elegidos diputado general. Uno el del jeltzale Xabier Agirre, que espera, aunque con menos confianza, que finalmente EB le dé los dos votos que necesita para ser investido por mayoría absoluta. Y, el segundo, el popular Javier de Andrés, que resultó vencedor en las elecciones y no quiere verse desplazado de nuevo, como le ocurrió hace cuatro años, entonces por un acuerdo entre PNV y PSE.
La jornada de ayer en Álava fue ajetreada. Por la mañana, la portavoz de EB en la mesa negociadora, Kontxi Bilbao, aseguró que las conversaciones con la delegación jeltzale habían llegado a un punto de «bloqueo» y, aunque no arrojaba la toalla, reconocía que a esa hora la opción «natural» de sus dos junteras, Nerea Gálvez y Mertxe Echezarreta, pasaba por votar su propia candidatura.
Sin embargo, los contactos con el PNV siguieron durante toda la mañana para intentar acercar posturas en una de las «líneas rojas» marcadas por la coalición de izquierdas, el Impuesto de Patrimonio. El intento, sin embargo, no dio el resultado esperado. La negativa de los jeltzales a ceder en la recuperación de dicho tributo para Álava parece inamovible. Y así se trasladó a los miembros de la Permanente territorial por la tarde. En la reunión que celebraron durante más de dos horas, debatieron largo y tendido sobre qué postura adoptar. Y, ante la falta de consenso, optaron por trasladar a las bases, no se determina a cuáles, la decisión final.
También el Araba Buru Batzar del PNV mantuvo ayer una reunión vespertina y aplazó hasta hoy por la mañana cualquier valoración sobre el resultado de las conversaciones. Será su presidente, Iñaki Gerenabarrena, quien se pronuncie probablemente antes de que se conozca el resultado del referéndum.
La disparidad de programas y de criterios de gestión es la baza con la que EB ha querido negociar hasta el último momento, con el fin de imprimir cierto carácter «de izquierdas» al próximo ejecutivo foral. Esa posición de fuerza cobró sentido desde el momento en el que el PNV se postuló y se reivindicó como firme candidato a revalidar el Gobierno de Agirre cuatro años más, en detrimento de los populares, y ante la evidencia de que sus dos votos eran fundamentales.
El apoyo casi instantáneo de Bildu al PNV le acercó desde el primer momento a los 26 votos necesarios para la mayoría absoluta, porque PP y PSE suman mayoría simple con 25 sufragios, uno más que ellos. Por tanto, el ‘sí’ de las dos junteras de EB a Agirre resulta imprescindible para inclinar la balanza hacia el lado jeltzale, con quien, cabe recordar, EB ha compartido gobierno en el Ejecutivo de Vitoria durante años.
Sin embargo, no es éste, según dicen, el propósito que busca EB ahora. Sus dirigentes afirman que el objetivo era alcanzar sólo un pacto de investidura, pero no estaban dispuestos a hacerlo gratis. Kontxi Bilbao explicó ayer cuáles son sus reivindicaciones, y pidió al PNV «hechos concretos» y no sólo «la voluntad de cambiar algo».
Las reivindicaciones
La dirigente de EB en Álava remarcó que «sin el Impuesto de Patrimonio, no podemos seguir adelante», pero veremos si finalmente esa línea roja se mantiene en todos sus puntos. Además de su recuperación para Álava, EB proponía incluir el patrimonio inmobiliario y financiero, excluyendo la primera vivienda y para rentas superiores a los 600.000 euros. También solicitaba elevar el tipo general del Impuesto de Sociedades del 28% al 32. Y un nuevo tramo de IRPF. Otro de los caballos de batalla de EB ha sido la modificación de la Ley Electoral, para dividir cada territorio en dos circunscripciones.
Ambas reivindicaciones, principalmente la referida «al giro a la izquierda» en la política fiscal, han llevado a ambas formaciones a «estancarse» en la negociación y a hacer impracticable un consenso que, vista la oposición rotunda de EB hacia un gobierno del PP parecía más sencillo. Al final ambos partidos llegan a la víspera del pleno de investidura sin certidumbres. El PNV, a última hora de ayer, no veía amarrada la Diputación y tenía serias dudas sobre si EB rebajaría sus demandas y apoyaría a su candidato o si dejaría expedita la vía al PP, «quizás incluso en base a algún acuerdo entre ambos desconocido».
DIARIO VASCO, 6/7/11