EL CONFIDENCIAL 10/04/16
· No habrá un vuelco espectacular, pero las pequeñas variaciones que adelanta la encuesta de abril pueden ser suficientes para un pacto de gobierno entre Rajoy y Rivera
El PP y Ciudadanos se quedarían al borde de la mayoría absoluta en unas nuevas elecciones. El Partido Popular, con Mariano Rajoy como candidato, obtendría en las elecciones del 26-J, si se llegaran a convocar, un 29,2% de los votos, lo que supone 3,6 puntos más que en la encuesta que publicamos en febrero y medio punto más que el 28,7% que obtuvieron los populares en las elecciones del 20-D. Efectivamente, la encuesta muestra que unas nuevas elecciones no supondrán ninguna convulsión en el mapa político; pero la pequeña subida del PP, junto con el aumento de Ciudadanos -que pasaría del 13,9% que logró en las elecciones al 15,2%- y el desgaste de Podemos y del PSOE, pueden ser suficientes para dar el Gobierno a un pacto entre PP y Ciudadanos.
Según la encuesta de abril de DYM para El Confidencial, el PSOE de Pedro Sánchez sufre las consecuencias de querer gobernar a cualquier precio: los socialistas, que en las elecciones del 20-D lograron un 22% de los votos, se quedan ahora en el 20,7%. Por su parte, Podemos -junto con sus ‘marcas blancas’ en Cataluña, Galicia y País Vasco- pasarían del 20,7% que cosecharon en las elecciones al 19,6%, según la estimación de voto de la encuesta. El gran beneficiado en estos sondeos, por la izquierda, es la Izquierda Unida/Unidad Popular de Alberto Garzón, que tras conseguir apenas un 3,7% del voto el 20-D, ya se encontraría en condiciones de lograr un 5,9% de los votos.
Con estos porcentajes, la principal consecuencia de los más de tres meses de ‘impasse’ después de las elecciones es que el electorado apenas se mueve, pero concede a la fórmula PP más Ciudadanos un 44,4% del voto (frente al 42,6% que les dejó en diciembre con 163 diputados). Con estos porcentajes, un acuerdo entre Rajoy y Rivera se quedaría al borde de los 176 diputados que suponen la mayoría absoluta, mientras que la fórmula PSOE+Podemos+IU/UP lograría prácticamente el mismo porcentaje de votos que el 20-D (46,2% frente al 46,4%), pero gracias a la subida de la candidatura de Alberto Garzón, porque tanto PSOE como Podemos perderían fuelle el 26-J.
El PP, el más fuerte ante unas elecciones
La encuesta arroja también alguna luz que puede explicar la postura de Mariano Rajoy en estos meses y su tranquilidad ante unas nuevas elecciones. Entre los cuatro grandes partidos, el PP es el que presenta una mayor seguridad en el voto de quienes tienen declarada su intención de acudir a votar. Así, un 90% de los votantes populares que declaran que irán a votar tienen totalmente decidido su voto en favor de Rajoy. Ese porcentaje baja al 79% en el caso de los votantes del PSOE; pasa al 78% en el de IU; desciende al 71% en el caso de los votantes que piensan votar a Ciudadanos y se sitúa en el 68% (el nivel más bajo) en los votantes de Podemos y sus ‘marcas blancas’. Esto significa que los votantes de Pablo Iglesias y los de Albert Rivera son los que tienen mayor ‘riesgo’ ante los impactos negativos que puedan darse durante la campaña, mientras que los votantes del PP, y algo menos los del PSOE, tienen más decidido su voto y serían menos influenciables ante los escándalos que pudieran surgir.
Sin embargo, la formación de Albert Rivera tiene un dato a su favor para afrontar con ciertas garantías unas nuevas elecciones y justificaría, en parte, la mejora en sus perspectivas de voto para el 26-J: la actuación de Ciudadanos desde el 20-D es la mejor valorada por los españoles, independientemente de si les votaron o no en diciembre. El 27,1% de la población opina que la imagen de la formación naranja ha mejorado desde las elecciones por su papel en las negociaciones para la formación de un Gobierno.
Solo Ciudadanos recibe el aprobado
Según estos mismos datos, solo la actuación de Ciudadanos es aprobada por los españoles. El índice de valoración (el porcentaje de los que piensan que ha mejorado su imagen frente al de los que piensan que ha empeorado) es negativo para todos los partidos excepto para la formación de Rivera: un 2,5% de índice de valoración positivo. En el caso del PSOE, el índice es un -26,4%; en el del PP, un -46,5%; y en el de Podemos, un -47,4%.
Estos resultados se acentúan cuando se pregunta entre los votantes de los propios partidos. Llama la atención lo críticos que son los votantes de Podemos con la actuación llevada a cabo estos meses por sus líderes: para un 36,7% de los votantes ‘morados’, la imagen de Podemos ha empeorado desde el 20-D, mientras que solo un 12,8% cree que ha mejorado. En el polo opuesto se encuentran los votantes de Albert Rivera: para un 33,6% de ellos, la imagen del partido ha mejorado en estos meses poselectorales, mientras que sólo un 17,8% piensa que ha empeorado.
En cuanto a los votantes del Partido Popular, más de la mitad (un 55,9%) piensa que la actuación -quizá, la no actuación de Rajoy en estos meses- ha dejado igual la imagen del partido, frente al 25,5% que cree que ha empeorado y el 16,2% que opina que ha mejorado. Por su parte, los votantes del PSOE no suspenden a Sánchez: para ellos, su afán por convertirse en presidente del Gobierno ha dejado igual la imagen del PSOE (un 53,9%), mientras que un 24,4% cree que la ha mejorado y solo un 19% lo critica porque piensa que ha empeorado la imagen de marca del PSOE.
En definitiva, los primeros datos que ofrecemos hoy de la encuesta de abril de DYM para El Confidencial muestran que, aunque el electorado no se va a mover mucho, quizá sí sea suficiente como para que Pedro Sánchez pierda la posición de protagonismo que ha mantenido hasta ahora y que el foco de las semanas posteriores al 26-J se centre en unas negociaciones entre Mariano Rajoy y Albert Rivera, a quienes el sondeo coloca al borde de la mayoría absoluta por el desgaste, además, de Podemos y su estrategia de negociación en estos meses.