Del Blog De Santiago González
La portavoz del PP expresaba el fin de semana la perplejidad de comprobar que toda España estaba pendiente de los nombramientos del doctor Fraude, “cuando hoy lo único relevante es una destitución”. Se refería a la de Quim Torra Pla, con una inhabilitación de la J.E.C. ratificada por el Tribunal Supremo. Torra Lliure y Torrent se han plantado contra el Supremo, sin que el presidente del Gobierno haya desistido de su empeño de entrevistarse con un tipo que institucionalmente ha dejado de ser alguien.
Así lo dio a entender a los periodistas en corrillo, después de su declaración. Puede que incluso le haga una visita a domicilio, para que no tenga que quitarse la bata y las pantuflas. Ya visitó su vicepresidente al delincuente Oriol Junqueras en la cárcel de Lledoners en la que cumple condena.
Tenemos un ministro de la Seguridad Social irreprochable: José Luis Escrivá y por tal lo tendré hasta que me convenza de la infalibilidad del principio que todo lo que toca Sánchez lo envilece. Remember Grande-Marlaska y Borrell, dos santos de mi devoción antes de que Sánchez me volviera agnóstico. Ha nombrado una ministra de Exteriores que sabe idiomas, cualidad no desdeñable, pero no parece adecuado que en su primera entrevista diga que “con Donald Trump, nunca el 1% de EEUU vivió mejor a costa del 99%”. No sé con qué aparato estadístico habrá determinado el ajuste, pero es un hecho muy probable que Trump volverá a ganar las elecciones. No parece que los votantes de allá sean más tontos que los de aquí o que los izquierdistas portugueses. Creo haber comentado aquel gran titular de Ernst Mandel, el economista por antonomasia de la Cuarta: “los izquierdistas portugueses son los más estúpidos del mundo”. Naturalmente él no tuvo ocasión de conocer a su colega Alberto Garzón.
Pero luego está el ministro de Justicia, un tío que ha servido más tiempo al socialismo que a la justicia. El 15 de marzo de 2018 mostró su portentoso sentido de la hermenéutica. Cuatro días antes había aparecido el cadáver del niño Gabriel Cruz en el coche de su asesina. Y en el Congreso, ante los padres de Gabriel y los de Marta del Castillo, Diana Quer, Mari Luz Cortés, Sandra Palo y Yéremi Vargas, dijo: “Sin prisión permanente revisable vencimos a ETA; con prisión permanente revisable hemos tenido la muerte de Gabriel. No está ahí el tema. Y si tanto les preocupan las víctimas les diré una cosa preocúpense de todas las víctimas, que hay víctimas que llevan 80 años esperando su apoyo”. No podría encontrar Sánchez candidato más idóneo para desjudicializar el golpismo catalán.