DIARIO VASCO, 16/8/12
La familia asegura que las pruebas confirman que «el cáncer terminará con su vida». Urkullu culpa a Interior y a la izquierda abertzale de convertir el caso en un «espectáculo»
El diagnóstico sobre el estado de salud de Josu Uribetxebarria, enfermo de cáncer que permanece en huelga de hambre desde hace ocho días, acerca al preso hacia su excarcelación. El colectivo de apoyo a los presos de ETA Herrira informó ayer de que los resultados de las pruebas que se le realizaron el lunes en el Hospital Donostia, donde se encuentra ingresado, ya están en poder de la familia y han confirmado que el cáncer que sufre es «maligno» y «terminará con su vida». Según Herrira, la situación de Uribetxebarria es «más complicada cada minuto que pasa», ya que además, desde que inició su ayuno como medida de protesta, «ha perdido ocho kilos y se encuentra muy débil».
El colectivo, citando a la familia, informó de que la evaluación médica, de la que el Ministerio del Interior aseguró ayer tarde no tener aún notificación, ha confirmado que la enfermedad «y el destino» del preso «es irreversible», por lo que insistieron en que «no hay excusas» para mantenerle en prisión. El informe médico, que Osakide-tza no ha hecho público, era la prueba que Interior exigía para confirmar si el estado de Uribetxebarria precisa o no su excarcelación en cumplimiento de la ley. Ahora, una vez que la junta de tratamiento de la prisión e Instituciones Penitenciarias reciban el informe médico, elevarán el expediente al juez de Vigilancia Penitenciaria de la Audiencia Nacional, que tomará la decisión de poner en libertad al preso. Se desconoce cuánto tiempo puede tardar este trámite, aunque se espera que se resuelva con prontitud.
Mientras tanto, continúan las concentraciones ante el Hospital Donostia, hasta donde ayer se acercó el diputado por Amaiur Xabier Mikel Errekondo. Éste reclamó al Estado español que «levante el ancla de los tiempos pasados», ponga en libertad a Uribetxebarria y «derogue» la doctrina Parot. Denunció que el Estado «lleva años vulnerando los derechos de Josu» e «incumpliendo su ley penitenciaria», por lo que exigió que se «dejen de aplicar las medidas excepcionales». El diputado de Amaiur denunció el «castigo y el odio» que se aplica a los presos de ETA, particularmente hacia los enfermos «graves».
Por su parte, el presidente del PNV, Iñigo Urkullu, habló por primera vez del caso y reclamó que se aplique la ley y se evite convertir el asunto en un «espectáculo» político, como a su juicio están haciendo Interior y la izquierda abertzale. El líder jeltzale expresó en su blog su deseo de que el informe médico «sea la base para una decisión del Ministerio de Interior», para que este caso se resuelva «en las próximas horas».
El Grupo Internacional de Contacto, que lidera el abogado surafricano Brian Currin, también se pronunció mediante una nota. Consideró que «no hay justificación alguna» para no excarcelar a Uribetxebarria, e indicó que el caso del preso enfermo es «una buena oportunidad» para que el Gobierno del PP «muestre su compromiso con el respeto de la dignidad humana».
Desde el PP, Leopoldo Barreda reafirmó que el Gobierno garantizará que se aplique la ley pero advirtió de que no actuará «al antojo de Batasuna» ni «se burlará la legalidad democrática para lograr un escenario de impunidad desde las cárceles».
DIARIO VASCO, 16/8/12