José Alejandro Vara-Vozpópuli
- Sánchez se pasó de listo contra Ayuso y la prostitución. Los negocios de su suegro escalan al top ten
Además de rodearse de lo más corrupto del mercado, Sánchez ha cometido dos graves errores. Impulsar contra Ayuso la campaña de que vive en «un piso pagado con un fraude fiscal» y promover la ‘abolición’ de la prostitución para disimular los excesos de bragueta que menudean en sus filas. Ahora dicen que maldice su torpeza y hasta que se arrepiente, caso de que conozca el sentimiento de la contrición. Le ha entregado al PP un arma infalible: las saunas de don Sabiniano, su suegro ya fallecido. Un episodio madrileño y sórdido que memerecería la cuarta entrega de El crack de Garci.
Resulta estúpido atacar a la presidenta madrileña por residir en el piso de su novio, que tiene problemas con Hacienda, cuando tu vivienda familiar, y hasta la de verano, está pagada con los beneficios de un negocio oscuro y lindero con lo delictivo. Parece de necios emprender una cruzada inquisitorial contra la prostitución cuando las has tenido metida en casa, en el gobierno y en el partido.
Cree Sánchez que Feijóo es un cuitadín melindroso, rodeado de palurdos y modistillas, que se persigna antes de afeitarse y que jamás pediría más sopa por no dar que hablar. Otro error, inducido por la soberbia. El líder del PP tomó buena nota cuando MJ Montero le acusó falsamente de haber concedido subvenciones a la empresa en la que trabajaba su esposa. Aquella fatídica fecha, en el escaño vecino, su señorito clamaba, señalando a Feijóo: “Y más cosas, y más cosas”. Una amenaza en sede parlamentaria jamás rectificada. Menos aún, lamentada.
Ante un rival temible, ante un enemigo feroz que no respeta normas ni cree en las reglas, los miramientos huelgan. Feijóo tronó, clavó su estilete en el tercer espacio intercostal del susodicho y disfrutó con la herida mientras sangraba. Aún lo hace
“Ha tenido el cuajo de compararse conmigo. ¿Pero con quién está viviendo usted? ¿Pero de qué prostíbulos ha vivido usted? Partícipe a título lucrativo del abominable negocio de la prostitución”. Catatónica se quedó la bancada socialista al escuchar la andanada de Feijóo. Perpleja se quedó la suya propia. A Sánchez se le quedó la cara de uno de los canturreantes del Concierto del huevo de El Bosco. Tembló el Hemiciclo como cuando algo sucede por primera vez, pero de un modo eterno.
Se acabaron las pavadas, los circunloquios y las contemplaciones. Anteun rival temible, ante un enemigo feroz que no respeta normas ni cree en las reglas, los miramientos huelgan. Feijóo tronó, clavó su estilete en en el tercer espacio intercostal del susodicho y disfrutó con la herida mientras sangraba. Aún lo hace. “Hay una maravillosa noticia: Feijóo ha despertado”, se leyó por los guasap del PP.
Algunos quejicosos de su entorno cacarean sobre la conveniencia de tal trompada. Las cacatúas del régimen enloquecen con sus grititos escandalizados. “Ha traspasado todas las líneas rojas”, predicaba Marlaska, el del traslado oculto de decenas de asesinos etarras cerca de sus casitas. “El partido más sucio”, apunta Óscar López, y repiten, como un eco distorsionado, las cabezas parlantes de Pepepablo tevé.
O al recién cesado acosador sexual que ofició de mano derecha del presidente durante más años que el Peugeot. “Un gobierno de machistas y puteros”, dijo el otro día Belarra
¿Asunto privado? Fue el jefe del Gobierno quien montó el lío, quien situó a a prostitución en el centro del tablero. Con sólo poner la oreja por los cenáculos y terrazas este julio abrasador, parece claro a quién perjudica. Al partido de las putas y la coca de los ERES. Al del tito Berni en calzoncillos, enfarlopado y de festejo con suripantas. Al que ascendió a un portero de puticlub a la categoría de administrador de coimas y contratas. Al del ministro canario con supuesto pisito de señoritas en Atocha. Al del ministro que colocaba a sus sobrinas por los despachos del Estado, el de las orgías en los paradores, el de los autocares con meretrices. O al del recién cesado acosador sexual que ofició de mano derecha en el núcleo duro del presidente. “Un gobierno de machistas y puteros”, resumió Ione Belarra.
Esto acaba de empezar. Algo así como cincuenta preguntas va a llevar el PP al Congreso para aclarar algunos puntos oscuros sobre las manoseadas saunas de don Sabiniano, sitas algunas de ellas en un edificio de Muface, ahora territorio de Óscar López.
Está en juego, y lo han visto bien en Génova, el voto femenino, ese ejército de mujeres, algunos las llaman ‘charos’, que cree que ‘Perro es guapo’ y hasta ‘honesto’, como dice Yoli, que el PSOE es de izquierdas, que las cloacas de Ferraz son un invento de la fachosfera, que el fiscal general es mártir y santo, que Bolaños es un malvadillo muy simpa y que si llega Abascal al gobierno prohibirá el divorcio (¡él!), los gym femeninos y hasta los bailes de salón. Ese voto propició el vuelco electoral el 23-J, tumbó las unánimes previsiones demoscópicas de una victoria del PP y salvó del desastre al PSOE, que a duras penas logró formar gobierno merced al apoyo de la caverna catalana y los fariseos vascos…
Pensaba Sánchez que, superado el pleno del corrupción, un trampantojo que a nadie le importaba un bledo porque estaba todo guionizado, y conocido el acolchadito CIS del fámulo Tezanos, se iría tranquilamente a solazarse en la Mareta, el palacio de todos
El voto de la mujer cambia de bando, dicen demóscopos. Las donas socialistas no han abierto la boca (salvo Lastra) para denunciar el fangal que apesta en sus filas, no han organizado manifestaciones, remitido proclamas, movilizado a los abajofirmantes…Han permanecido ciegas como si llevaran burka, silentes como en clausura. Todo lo han consentido, convertidas en estatuas de sal, mientras la dirección de su formación se llenaba da ‘babosos y salidos’, de machirulos y acosadores, que iban por los vídeos proclamando sin rubor «soy feminista porque soy socialista». El PSOE es el partido más rijoso de España y ellas sin enterarse, qué cosas.
Pensaba Sánchez que, superado el pleno de la corrupción, un trampantojo que a nadie le importaba un bledo porque estaba todo pactado y guionizado, y conocido el acolchadito CIS del fámulo Tezanos, se iría tranquilamente a solazarse en la Mareta, el palacio de todos, a jugar unas canastas con sus anónimos amiguitos, y a tomar unas copichuelas con Zapatero que es vecino y socio.
El problema es que ha surgido este sucio episodio de las saunas del suegro, que son las saunas de Begoña. No es un espinof de Pretty woman, ni un bulo de los seudomedios, ni una serpiente de verano. Está en juego un cambio en el voto femenino, el de las Charos y el de las no Paquis, el de las mujeres que ya no tragan con la jerigonza del progreso ni con el feminismo de estos truhanes, ese voto que ha sustentado, empujado y entronizado al ala izquierda del Congreso desde los tiempos de Recaredo. Todo lo cercano se aleja. Goethe