EL MUNDO 02/07/14
· Acusa a Homs de «malinterpretar» sus palabras sobre la secesión
Una vez más, el Govern salió escaldado por usar las palabras de un diplomático extranjero para apuntalar sus tesis soberanistas. Ayer, el embajador de EEUU acusó a la Generalitat de «malinterpretar» sus apreciaciones sobre las consecuencias económicas de una eventual secesión de Cataluña. James Costos recordó al portavoz catalán, Francesc Homs, que la consulta de autodeterminación es una cuestión «interna» de España en la que el país norteamericano no quiere posicionarse.
Homs cogió al vuelo unas declaraciones de Costos pronunciadas ayer en Madrid en las que aseguraba que «si las cosas cambian, las empresas tendrán que adaptarse». Se refería el embajador estadounidense a la reacción de las compañías americanas ante un posible cambio de situación política en Cataluña.
Esas apreciaciones no tardaron en llegar a los oídos del Govern. Su portavoz advirtió en el mensaje de Costos todo un espaldarazo a la propuesta rupturista catalana y un severo castigo a los argumentos del Ejecutivo para desactivar la corriente independentista. Sostuvo Homs que las palabras del embajador de EEUU venían a «desmentir a los propagandistas del Gobierno». «La realidad deshace sus titulares», abundó.
El también consejero de Presidencia leyó en el análisis de Costos la prueba de que la economía de Cataluña no se está resintiendo ante su incierto futuro político. Manifestó Homs que el embajador evidenció que Cataluña continúa siendo percibida como un «valor seguro» para los inversores.
La diagnosis de Homs tuvo poco recorrido. Apenas tres horas después de ver la luz, el embajador de EEUU salía al paso de las declaraciones del portavoz del Govern. «Desgraciadamente, algunos han malinterpretado mis declaraciones sobre la política de EEUU en Cataluña», escribió Costos en su perfil oficial de la red social Twitter. A continuación añadió: «Es una cuestión interna de España». El diplomático ya había remarcado este último matiz en la conferencia donde opinó sobre el futuro de las empresas estadounidenses en Cataluña, pero Homs lo obvió interesadamente.