El espejo kosovar

ABC 17/03/13
JUAN CARLOS GIRAUTA

Quién iba a pensar que el gobierno tendría que advertir un día a la Generalidad contra el modelo balcánico. Apenas nadie; la frivolidad y la ceguera voluntaria siempre han favorecido los planes del nacionalismo. Es obligado mencionar el «Epílogo balcánico» que Federico Jiménez Losantos añadió a Lo que queda de España en su reedición de 1995. Lo recordé al ver la portada de ABC que anunciaba las inquietantes averiguaciones de María Jesús Cañizares.

Al término del Consejo de Ministros del viernes, la vicepresidenta aportó algún dato sobre el triste pedacito de Europa en el que ha ido a espejarse el último catalanismo político: cuarenta por ciento de paro, y una renta per cápita veinticinco veces menor a la catalana. Doña Soraya estuvo elegante y no mentó la sangre en la que flota ese fracaso. Pero nada importa, pues la palabra Kosovo simplemente no se pronuncia en Cataluña. La vía habrá dejado de ser secreta gracias a este diario, pero se seguirá actuando como si lo fuera. Los vacíos informativos son una especialidad catalana. La realidad más avalada del mundo se tendrá por desconocida, por inexistente, si compromete «el proceso», antes apellidado «de construcción nacional».Es preciso disimular las connotaciones kosovares para que los tontos útiles sigan colaborando con el secesionismo. Convergència, ERC y CUP mencionan Kosovo en privado. PSC, Iniciativa y Unió, no; incluso a solas deben hacerse los locos. Acompaña «el proceso» una estela de entes artificiales y teledirigidos que agotan las áreas de la realidad (cultura, artes, ciencia, ocio, tecnología, cocina, lo que sea) formando un coro independentista que suplanta a la sociedad civil. En cuanto a los medios de comunicación locales, se diría que no saben cómo manejar las revelaciones sobre la vía kosovar. Pueden procesar informaciones en apariencia perjudiciales para la causa nacionalista… siempre y cuando quepa torcerlas para que ilustren pasados agravios, agranden las distancias, permitan invertir la condición de víctima y victimario, etc. Si no es así, silencio.
Cuando Mas agote protocolariamente las llamadas vías legales, piensa cometer un fraude muy difícil de detener: convocará unas elecciones plebiscitarias. Los partidos secesionistas llevarán un solo punto en el programa: la declaración unilateral de independencia. Una pretendida diplomacia catalana viene asesorándose por Sir Michael Wood, el mayor conocedor de las implicaciones legales internacionales de la independencia de Kosovo, pseudo Estado al que reconoce menos de la mitad de la comunidad internacional, y cuya dudosa existencia tiene base étnica y religiosa. Todo eso no hay manera de tergiversarlo. O sea que no existe.