- Si España es un “Estado plurinacional”, como ha dicho Elías Bendodo, algunos se preguntan qué hacen defendiendo la Constitución, o peor, quién ha aprobado enmendar ahora la trayectoria del PP y a sus líderes
Bendodo, coordinador general de los populares, ha dicho algo muy confuso en una entrevista en “El Mundo”. Ha asegurado que España es un “Estado plurinacional”, y que lo ha oído a los antiguos líderes del PP. A esto ha añadido que cada comunidad autónoma es una nacionalidad, algo que no está contemplado en la Constitución.
Después, para liarla más, ha dicho que nación no es lo mismo que nacionalidad, con lo que España es un Estado plurinacional de 17 nacionalidades en la que Cataluña no es una nación. Todo el lío es para apuntar que la recuperación electoral del PP en Cataluña pasa por ser un poco nacionalista, al estilo gallego o andaluz.
La recuperación electoral del PP en Cataluña pasa por ser un poco nacionalista, al estilo gallego o andaluz
Empecemos por el principio. ¿Qué han dicho los líderes del PP en el pasado? Aznar, que fue citado por Bendodo, soltó en la convención del PP de septiembre de 2021, que «España es una nación plural, pero una; no son 17 naciones ni cinco ni cuatro ni tres; ni es un Estado plurinacional ni es un estado multinivel ni, con perdón, ni la madre que los parió”.
Rajoy, que algo pinta en el PP, rechazó en 2017 el concepto de “plurinacionalidad” que defendía Pedro Sánchez, y dijo que en España constitucionalmente hay “nacionalidades y regiones”, pero que no es un Estado plurinacional.
Iñigo Méndez de Vigo, su ministro de educación, dijo al respecto: «Nos preocupa la mención al Estado plurinacional, no sabemos a qué naciones se refiere, y eso no está en la Constitución. Nos preocupa que no haya una visión clara de España, de su unidad y del concepto de soberanía».
Felipe González, que parece un referente para el PP de Feijóo, declaró recientemente que la estrategia de Pablo Iglesias era llevarnos a un “Estado plurinacional con derecho de autodeterminación y eso converge en Bildu y ERC pero no define un proyecto de país, y eso habrá que reconducirlo en algún momento”.
Gabriel Cisneros, uno de los padres de la Constitución y referente del PP, lo dejó claro: «España no es un Estado plurinacional, sino una nación plural». Es lo mismo que defendía Pablo Casado cuando acusó a Sánchez e Iceta de hablar de plurinacionalidad, no porque lo creyeran, sino para pactar con los nacionalistas catalanes, como así pasó.
Todavía se recuerdan las risotadas de Cristina Cifuentes y del PP madrileño cuando Franco, el candidato del PSOE, dijo en 2017 que Madrid es una nación dentro del Estado plurinacional español. Cifuentes ironizó hablando de la «confusión intelectual del nuevo PSOE» de Pedro Sánchez, que aceptaba la plurinacionalidad para congraciarse con los nacionalistas.
Ayuso siempre ha hablado en el mismo sentido que el PP histórico. No se cansa de repetir que aquí solo existe la nación española, que es la única integradora y que se sostiene históricamente. El peligro, llegó a decir, está en esos políticos “paletos” que se han dedicado solo a “crear identidades donde no las había” y han arruinado sus economías.
Otro buen ejemplo de la opinión de los populares es Cayetana Álvarez de Toledo, diputada por Barcelona, que en el diario chileno “La Tercera” del 1 de mayo último dijo que el Estado plurinacional es “una implosión identitaria”, una “gran involución”, una “regresión democrática yendo de naciones de ciudadanos libres e iguales” a la creación de “colectivos ficticios”.
En fin, todo apunta a que la idea del Estado plurinacional es una imposición a aquellos dirigentes regionales que han defendido la existencia de una nación, la española. Todos estos políticos, incluidos los municipales, van a tener muy difícil explicar a los suyos que su comunidad es una nacionalidad como Cataluña y el País Vasco.
Todo apunta a que la idea del Estado plurinacional es una imposición a aquellos dirigentes regionales que han defendido la existencia de una nación, la española
Si España es un “Estado plurinacional”, como ha dicho Elías Bendodo, algunos se preguntan qué hacen defendiendo la Constitución, o peor, quién ha aprobado enmendar ahora la trayectoria del PP y a sus líderes. La declaración es una idea de España que se salta la identidad, la historia y los proyectos anteriores del PP, pero que podría haberse decidido en la convención del partido. Cayetana propuso una ponencia política en el congreso que aupó a Feijóo, y la nueva dirección se negó. Ahora se entiende.
Si se considera que España es una unión de naciones, o de autonomías que son nacionalidades, es preciso reconocer que la Constitución ya no sirve porque sus artículos 1 y 2 están desfasados.
No hace falta ser jurista para reconocer que en un Estado plurinacional la soberanía está dividida entre diferentes sujetos soberanos que se consideran naciones, y que deciden vivir en común. Es la vieja reclamación nacionalista. Si el PP de Feijóo afirma que las poblaciones autonómicas son nacionalidades habrá que entrar en un proceso constituyente porque el sujeto que dio origen a la Constitución de 1978 se ha dividido en varios con el mismo rango.
Quizá el PP se presente ahora como la confederación de partidos nacionales para ganar unos votos en Cataluña y País Vasco, o pactar luego con la derecha nacionalista catalana y vasca. Estaría bien una aclaración. No es que nos haga caer del caballo, es por saber si después de décadas de partirse la cara -y algo más- los populares reconocen que finalmente los nacionalistas y los socialistas tenían razón.