ABC 21/05/14
EDITORIAL
La mentira tiene las patas muy cortas, y en el caso del nacionalismo catalán, directamente, carece de ellas. La Generalitat que preside Artur Mas no ha dejado de ondear la bandera del victimismo, empleando como argumento el manido «expolio fiscal» y el falaz «España nos roba», para culpar al resto del país, y más concretamente al Gobierno central, de todos los males que padece Cataluña con el único fin de blandir su particular utopía soberanista. Sin embargo, este tipo de argucias no resiste el más mínimo análisis en cuanto afloran los datos. Así, lejos de los lamentos que pregonan Mas y sus socios, Cataluña fue la autonomía que recibió más dinero del Gobierno en los dos últimos años, tal y como certificó ayer la Fundación de Estudios de Economía Aplicada. En concreto, obtuvo 24.039 millones de euros del total de 71.259 millones repartidos entre las comunidades autónomas en 2012 y 2013 para solventar sus graves problemas de liquidez. Cataluña acaparó casi el 34 por ciento de la financiación extraordinaria puesta en marcha por el Ejecutivo de Mariano Rajoy, entre préstamos ICO, plan de pago a proveedores y Fondo de Liquidez Autonómica.
Es decir, el Estado, gracias a la solidaridad de todos los españoles, ha salvado a Cataluña de la quiebra y, por tanto, de la ruina más absoluta. Sin esa generosa ayuda financiera, la Generalitat habría suspendido pagos, con todo lo que ello implica, ya que no podría abonar los sueldos a sus funcionarios, mantener los servicios públicos básicos (Sanidad y Educación) ni sus prestaciones sociales, saldar las facturas pendientes con sus proveedores o devolver los famosos «bonos patrióticos» que, en su día, compraron numerosos ciudadanos. El «expolio» es, simplemente, un mito, la burda mentira que emplea el nacionalismo para justificar su proyecto soberanista y ocultar su irresponsable y nefasta gestión política en Cataluña.