EL PAÍS, 8/7/2011
Hace 14 años, Eneko Gogeaskoetxea formó parte del comando que trató de matar al Rey en la inauguración del Museo Guggenheim de Bilbao, en 1997.
Siguiendo órdenes de la dirigente del comando Vizcaya Soledad Iparraguirre preparó tres jardineras con granadas anticarro y antipersonas y fue a colocarlas al lado del museo con otro miembro del comando, Kepa Arronategi. Fueron descubiertos, mataron a un ertzaina en la huida, Arronategi fue detenido y Gogeaskoetxea huyó.
Ayer fue detenido en Cambridge (Reino Unido) por Scotland Yard y la policía de Cambridgeshire en colaboración con la Guardia Civil. Vivía tranquilamente en la ciudad inglesa con su esposa, la española María C., y sus dos hijos: un niño y una niña de cuatro y seis años. Residían en la típica casa inglesa de dos pisos. Usaba una identidad falsa: Cyril Macq. Decía que era francés. Gogeaskoetxea (Gernika, 1967) tenía una vida absolutamente normalizada. Trabajaba como programador de software en una empresa y era miembro del Cambridge Squash Club.
El presidente de la sociedad, Steve Casey, explicaba ayer por teléfono a EL PAÍS que Macq, al que ha reconocido en las fotos que se publicaron ayer, había sido un «estupendo compañero en el club desde hacía al menos seis años, secretario del comité de miembros, voluntario en muchas actividades». Casey conocía a su esposa e hijos. «No tenía la menor idea de que era español. Sí sabía que su mujer lo era. Siempre me había parecido un ser humano muy decente. Hacía una vida muy normal. Era amable y discreto. En el club estamos sorprendidos y consternados». El tesorero, Bernie Yates, confirmó la larga pertenencia del etarra al club deportivo. Fue un español, que lo identificó en Cambridge, quien puso a las autoridades sobre la pista.
El falso Cyril hacía mucho deporte. Corría, montaba en bici, jugaba al squash… «Estaba en una forma increíble», asegura Casey. Quedó segundo en dos campeonatos del club en 2007 y 2008. Pasaba los veranos en Biarritz, ciudad costera del País Vasco francés. O al menos así se lo decía a sus conocidos. Cuando le preguntaban por qué no volvía a Francia en vez de quedarse en la lluviosa Inglaterra, decía que le gustaba la tranquilidad de Cambridge.
A las 8.57 de ayer (hora local), una más tarde en España, los vecinos del respetable ciudadano francés vieron cómo agentes de Scotland Yard armados irrumpían en la casa. La fachada se caía. La Corte de Magistrados de Westminster (Londres) decretó la prisión preventiva para Gogeaskoetxea al menos hasta el 25 de julio. El tribunal tendrá que examinar la orden de detención con fines de extradición emitida por la Audiencia Nacional por pertenencia a banda terrorista, intento de asesinato del Rey, posesión de armas, homicidio de un ertzaina, robo de vehículos y falsificación de documentos. Gogeaskoetxea, que compareció ayer ante el tribunal, se opuso a la extradición.
Las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado habían situado a Gogeaskoetxea como parte de la cúpula de ETA junto a su hermano Ibon y Mikel Kabikoitz Carrera, Ata, después de la caída de Garikoitz Aspiazu, Txeroki, en noviembre de 2008. Pero para entonces ya vivía en la ciudad universitaria inglesa, según los testimonios de sus vecinos.
A partir del análisis del material incautado en el domicilio se tendrá que determinar, según señaló ayer el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, cuál ha sido exactamente su papel en la banda durante los últimos años y si tenía alguno ahora. Rubalcaba afirmó que no creía que exista infraestructura de apoyo a la banda en el Reino Unido y que no se descartaba que Gogeaskoetxea haya abandonado ETA.
EL PAÍS, 8/7/2011