Melchor Miralles, ABC, 8/8/12
El Ejecutivo tiene la obligación de impedir legalmente que el censo electoral sea modificado de hecho por los asesinos en su favor
BRISA a seis en El Palasiet de Benicassim, con el Mediterráneo a la mano. Charla con valencianos decentes. Coincidimos. Necesitamos urgente un rescate de moral. Ojala tuviéramos aquí muchos negratas como los que está conociendo Jacobo en Camerún junto a las Siervas de María. Iré pronto con el, con Julia y Almudena a Widikum y Dschang. Los Blasco, Tauroni y demás sinvergüenzas que trincan la pasta hasta de los más pobres y se la gastan en apartamentos en Miami no ganarán su batalla miserable.
Comentario diario de la prensa. A Rubalcaba solo le faltaba el Watergate que se le avecina. Ahora entendemos mejor aquello que le espetó a Floriano: «Ten cuidado. Veo todo lo que haces y escucho todo lo que dices». Aún no se ha comido el faisán y ya le ha servido El mundo el postre con más trinque, aderezado con espionaje de ventana y micro israelí.
Cena en Pura Vida, lujo gastronómico a precio de bar. No se habla de otra cosa que de la gran exclusiva de Reyero y Pagola en ABC. Otegi, el etarra, se sincera en el talego. Comenta la decisión del Gobierno de devolver el derecho al voto a quienes echaron a tiros del País Vasco: «Claro…¡ podrán votar todos los txakurrasy sus putas familias! Si hacen eso… no queda otra. Bloque Nacional con el PSOE, con el PNV».
El etarra lo ha entendido bien. El PSOE, en su ambigüedad peligrosa. El Gobierno no debiera decir que no pretende alterar el resultado de las elecciones. Pues claro que sí. Alterarlo para que vuelva a la normalidad, a la legalidad y deje de estar manipulado por ETA. El Ejecutivo tiene la obligación de impedir legalmente que el censo electoral sea modificado de hecho por los asesinos en su favor. Claro que hay que hacerlo para influir en el resultado de las elecciones. Y hay que decirlo bien alto, sin miedo.
Y, además, debiera darse prisa, acortar al máximo los plazos, no vaya a ser que López adelante las autonómicas y lleguemos tarde, una vez más, a estar junto a las víctimas. Hay que devolverle a todos los vascos el derecho al voto. Eso no es pucherazo. El pucherazo terrorista es lo de ahora.
Si fue posible modificar la Constitución en un fin de semana por exigencias europeas, que no me digan que no se puede acelerar el trámite para que recuperen su derecho a votar quienes lo perdieron ante el poder de las pistolas, los secuestros y los coches-bomba. Todos a votar y después, a aceptar lo que digan las urnas verdaderas.
Por cierto, que no se me vaya a olvidar decirle a los Farnós que cambien el nombre al hotel El Palasiet y le llamen El Paraíso. Sería más atinado. Qué lujo compartir brisa y talento rodeado de VIP con mayúscula, gente importante a fuer de corriente. Eso es lo que encuentro aquí. Gente normal. Ni un vip de pacotilla de cuore cutrelegante. Ciudadanos de primera que no se lo llevan y que te reconcilian con la ética del compromiso. Lo dicho, Pura Vida en El Paraíso.
Melchor Miralles, ABC, 8/8/12