ABC – 02/05/15
· Jean Cherest participó en un acto de Sociedad Civil Catalana junto al exministro Borrell.
«Los referendos de 1980 y 1995 tuvieron consecuencias en Quebec: bajaron los índices económicos, salieron empresas y hubo una salida de jóvenes de la región. No se pueden ocultar estos datos». Esta es la advertencia que hizo Jean Charest, exprimer ministro de Quebec (Canadá), en un coloquio celebrado en Cataluña. Una reflexión que supone un torpedo en la línea de flotación del discurso secesionista del presidente Artur Mas, partidario de que las elecciones autonómicas previstas para el 27 de septiembre se conviertan en el referendo sobre la independencia de Cataluña que el Tribunal Constitucional, previo recurso del Gobierno, prohibió.
Charest participó en una charla junto al expresidente del Parlamento Europeo y exministro español, Josep Borrell, organizada por Sociedad Civil Catalana (SCC), entidad contraria al separatismo. El político canadiense, que fue primer ministro de Quebec entre 2003 y 2012, explicó que «Canadá es un país postmoderno, con experiencias e instituciones comunes, con un territorio bien dibujado, reconocido por otros países y con unos símbolos comunes». Subrayó que las sociedades «deben tener en cuenta todo lo que compartimos y no solo destacar las diferencias, que también existen».
En este sentido, Charest avisó de que los referendos de independencia no solucionan los problemas. «Los referendos dan respuestas concretas, pero dividen, bloquean y, en Quebec, dejaron cicatrices. En muchas ocasiones, los referéndums exacerban las opiniones. No son la panacea», aseguró. Destacó que en el mundo del siglo XXI los jóvenes de Quebec son partidarios de «las identidades múltiples» y no quieren que se les plantee «la disyuntiva entre ser quebequés o canadiense. Es fantástico, en Quebec tenemos dos lenguas y dos culturas. El debate es emocional», dijo. Aunque admitió que «los temas identitarios son muy potentes y no hay que dejarlos de lado».
Por su parte, Josep Borrell manifestó que, en el caso catalán, «las mentiras de las formaciones nacionalistas han calado mucho en las conciencias de los ciudadanos» y lanzó estas preguntas: «¿Cómo es posible que durante años se haya dicho que los lander alemanes tengan un límite del 4% en la solidaridad entre ellos, y que esté fijada en la Constitución alemana? ¿Nadie lo verificó? También se ha dicho que las balanzas fiscales se publican en todos los países. Otra falsedad».
«Brecha social»
El exministro socialista dijo que ahora mismo «hay una brecha en la sociedad catalana» e instó a «valorar las ventajas y los inconvenientes» del proceso secesionista para que la población esté informada. Cree que «en Cataluña hay intoxicación» y que «el nacionalismo no ha tenido respuesta dialéctica por quienes defendemos que formar parte del conjunto es mejor que dividirnos». El encuentro tuvo como moderador a Joaquim Coll, vicepresidente primero de Sociedad Civil Catalana (SCC).
ABC – 02/05/15