EL CORREO 15/01/14
· Los promotores, muy críticos con la gestión que hace Rajoy del final de ETA, apuestan por la unidad de España y la supresión del modelo autonómico
Menos de dos meses después de anunciar su salida del PP vasco por el continuo «malestar y decepción» que le venían provocando las políticas de Mariano Rajoy, el exparlamentario Santiago Abascal confirmó ayer su intención de poner en marcha un nuevo partido con el objetivo de captar «el voto cautivo del PP», cuyos ejes programáticos serán «la regeneración» de la democracia, la «unidad» de España y la sustitución del sistema autonómico por otro centralizado con un único Gobierno y Parlamento. Junto a él también estará José Antonio Ortega Lara, exfuncionario de prisiones secuestrado por ETA durante 532 días y que también se dio de baja del Partido Popular en 2008.
El nombre, el logo y el ideario completo de la formación, de ámbito nacional y cuya primera prueba de fuego previsiblemente serán las elecciones europeas del 25 de mayo, no se harán oficiales hasta mañana, cuando comparezca en rueda de prensa en Madrid su ‘comité promotor’, el colectivo de personas que han decidido activar un partido que pretende atraer al habitual votante del PP descontento con la línea seguida por Rajoy, sobre todo en materia antiterrorista.
No es casual que en este órgano impulsor estén Ortega Lara y Ana Velasco Vidal-Abarca, hija de Jesús Velasco, jefe de los Miñones asesinado en 1980 por ETA, y cuya madre, Ana María Vidal-Abarca, fue presidenta de la AVT. Se trata de dos referentes para el mundo de las víctimas, un colectivo cuyas principales asociaciones se han mostrado muy críticas con las últimas decisiones del Ejecutivo y con la escasa beligerancia que, a su juicio, ha mostrado La Moncloa tras la sentencia de Estrasburgo contra la ‘doctrina Parot’.
Fue este fallo y la paulatina excarcelación de etarras por la Audiencia Nacional y el Tribunal Supremo lo que Abascal definió a finales de noviembre como «la gota que colma el vaso» y el motivo que argumentó para abandonar la formación en la que llevaba afiliado durante dos décadas y con la que había sido parlamentario vasco durante varias legislaturas. Ya entonces, en una entrevista en este periódico, dejó claras sus intenciones al subrayar que su voz se iba «a oír», que la política le «apasiona» y que no iba «a eludir» su «compromiso civil y político».
Su salida no fue una sorpresa. Sus roces con otros dirigentes como Iñaki Oyarzábal o Borja Sémper habían sido sonados. Abascal se había desvinculado del partido desde la llegada de Antonio Basagoiti a la presidencia del PP vasco en 2008 y la marcha de María San Gil, cuyo nombre suena como posible incorporación del nuevo partido. Su ‘fichaje’ no está confirmado, pero «tiene las puertas abiertas, como no podía ser de otra manera», explicó ayer Abascal.
La opción Vidal-Quadras
Más opciones tiene Alejo Vidal-Quadras. El expresidente del PP catalán y actual europarlamentario tomó parte junto a Abascal y Ortega Lara en el acto celebrado a principios de diciembre en la plaza Colón de Madrid por la Fundación DENAES, (Defensa de la Nación Española), organización impulsada por el exparlamentario vasco. En principio, no se prevé que Vidal-Quadras entre de inicio, aunque es más que probable que acabe integrado en la candidatura para las elecciones europeas.
A pesar de su pasado como dirigente del PP y de que su intención es atraer a los votantes «descontentos» con la gestión que está haciendo Rajoy del final de ETA –al que acusa de seguir los pasos de José Luis Rodríguez Zapatero–, con la respuesta que está dando el Gobierno central al «órdago» soberanista de Cataluña y con los pactos con el PNV en Euskadi, el propio Abascal quiso subrayar en declaraciones a este periódico que la nueva formación «no es una escisión del PP» ni «un partido de víctimas».
Para evitar dar esa sensación, entre los miembros de ese ‘comité promotor’ también están, por ejemplo, un exministro de UCD, Ignacio Camuñas, y el expresidente de Antena 3 y Arthur Andersen España Enrique Álvarez. Aun así, lo más probable es que la nueva fuerza acabe haciendo un roto por la derecha al PP, dando cobijo a sus disidentes.
Al partido, en todo caso, le queda un largo y complicado recorrido. Primero se centrará en la búsqueda de afiliados como paso previo a la celebración de un congreso que establecerá su organigrama definitivo. En principio, se financiará mediante las cuotas de sus militantes y aportaciones privadas.
Su programa se concretará en los próximos días. Pero las líneas maestras son claras: unidad de España, regeneración de la democracia, lucha contra la corrupción y cambio del entramado institucional para, en palabras de Abascal, «superar el modelo autonómico». En realidad, más que superarlo aboga por eliminarlo, ya que el partido de próxima creación –tiene que inscribirse en el registro dependiente del Ministerio del Interior– planteará «un único Gobierno y un único Parlamento».
Unas tesis que el exparlamentario del PP rechaza que representen a la ultraderecha. «Es una nueva alternativa política, de centroderecha», recalcó ayer. Cuando decidió abandonar a los populares aseguró que sus posiciones representaban al PP «auténtico» y que podían ser apoyadas por «gente de izquierdas».