EL CORREO 08/01/14
· Nueve trabajadores del semanario ‘Charlie Hebdo’, dos policías y un visitante, asesinados a tiros en París al grito de «Alá es grande»
Desde la página 1 PARÍS. El fanatismo islámico conmocionó ayer a Francia con un sangriento ataque a la revista satírica ‘Charlie Hebdo’, conciencia crítica de la prensa gala y símbolo diezmado de las libertades públicas. Dos individuos encapuchados, secundados en su huida por un tercer cómplice, asesinaron a tiros de fusiles tipo Kalachnikov a doce personas e hirieron a otras once, cuatro de ellas en estado de suma gravedad, a los gritos de «Alá es grande» y «Vengamos al profeta». Entre los fallecidos (nueve empleados, dos policías y un visitante) figuran Stéphane Charbonnier ‘Charb’, el director del semanario, y otros dibujantes como ‘Cabu’, ‘Tignous’ y Wolinski, maestros del humor gráfico, así como el economista y periodista Bernard Maris. La publicación y sus responsables estaban amenazados y bajo protección policial desde la publicación de caricaturas de Mahoma a partir de 2006.
Se trata del atentado más mortífero perpetrado en Francia desde hace casi 200 años. Según el historiador Romain Caillet, para encontrar un precedente tan sangriento hay que remontarse al 28 de julio de 1835, cuando un tiroteo en el parisiense Bulevar del Temple causó 19 muertos en una revista de tropas por el emperador Luis Felipe. Las ofensivas islamistas más cruentas databan de 1986 –12 muertos y 200 heridos en una decena de atentados– y de 1995, cuando una bomba mató a ocho personas en la estación de cercanías de Saint-Michel, en pleno centro de París.
Varios testimonios apuntan que los agresores se equivocaron de portal y entraron primero en el número 6 de la calle Nicolas Appert al aprovechar la puerta abierta por el cartero en su ronda matinal. Encapuchados, vestidos de negro y armados con fusiles de asalto, luego se dirigieron al inmueble número 10, donde se encuentra la redacción de ‘Charlie Hebdo’ y esta vez se sirvieron de una dibujante del semanario como ‘caballo de Troya’. «Había ido a buscar a mi hija a la guardería y al llegar delante de la puerta del edificio del periódico dos hombres encapuchados y armados nos amenazaron brutalmente. Querían entrar y subir. Yo marqué el código de acceso», declaró al diario ‘L’ Humanité’ Corinne Rey, que firma ‘Coco’ sus dibujos.
El agente Ahmed
Eran alrededor de las once y media de la mañana cuando los francotiradores irrumpieron en plena conferencia de redacción de la revista, en la segunda planta del inmueble. «Los atacantes estaban informados y sabían que los miércoles por la mañana era la reunión semanal. Si no, los demás días no hay mucha gente en los locales», señaló una redactora a ‘Le Monde’. Los vecinos escucharon unos 30 disparos tanto en ráfagas como aislados. Según algunas fuentes, los agresores pidieron a algunos periodistas presentes que se identificaran antes de abatirlos uno a uno. «Dispararon sobre Wolinski, ‘Cabu’… Duró cinco minutos. Yo me había refugiado bajo una mesa. Hablaban perfectamente francés. Reivindicaron ser de Al-Qaida», relató ‘Coco’ Rey, testigo presencial.
Un vídeo, retirado a los pocos minutos de Facebook por su crudeza, muestra cómo ya en la calle los terroristas ametrallan a un policía y lo rematan en el suelo con un disparo en la cabeza. El agente, de 42 años y
llamado Ahmed, patrullaba en bicicleta por el barrio junto a un compañero que resultó herido en el tobillo. En la banda sonora se oye con nitidez a los agresores exclamar en francés «Hemos matado a ‘Charlie Hebdo’ y «Hemos vengado al profeta». En otra filmación, realizada desde una azotea próxima, se escucha cómo repiten «Alá es el más grande» en árabe entre disparos.
Estas pruebas documentales orientan las investigaciones hacia la pista islamista como principal hipótesis de la autoría manejada por los servicios antiterroristas. Las alusiones al profeta recuerdan que ‘Charlie Hebdo’ era objeto de fatuas amenazantes bajo la acusación de blasfemia desde la reproducción, el 8 de febrero de 2006, de una docena de caricaturas de Mahoma inicialmente publicadas en septiembre de 2005 por el rotativo danés ‘Jyllands-Posten’. En la noche del 1 al 2 de noviembre de 2011 la entonces sede del semanario fue destruida por un incendio provocado poco antes de la publicación de un número especial titulado ‘Charia Hebdo’ con Mahoma en la primera página.
La portada del número puesto a la venta ayer pocas horas antes de la matanza también alude a la fe coránica. Se titula ‘Las predicciones del mago Houellebecq: en 2015 pierdo los dientes, en 2022 hago el ramadán». Es una referencia humorística al autor de ‘Sumisión’, el último fenómeno editorial en Francia, una novela también aparecida ayer en la que el escritor predice la llegada al poder de un partido musulmán en 2022. La Policía evacuó por precaución la sede de Flamarion, editorial de Michel Houellebecq y de Bernard Maris, el economista muerto en el atentado.
Protección policial
En las páginas interiores de la revista hay un dibujo trágicamente premonitorio firmado por ‘Charb’, el director asesinado. Bajo la mención ‘Sigue sin haber atentados en Francia’ se ve a un yihadista que dice: «Esperen, tenemos hasta finales de enero para felicitar el año». «‘Charb’ estaba bajo protección policial pero se desplazaba a veces sin sus policías, lo que es un signo de que no estaba inquieto todo el rato», declaró a ‘Le Monde’ una periodista del semanario antes de que transcendiera que su escolta personal, de 49 años y padre de una niña de un año, figura entre las víctimas mortales.
Unos 3.000 policías fueron movilizados en la caza y captura del trío de sospechosos que colisionaron en su huida con otro vehículo, cuya conductora resultó herida de gravedad, y luego robaron a punta de pistola a otro automovilista el coche con el que se esfumaron por la periferia nordeste de París.
Según distintas fuentes, las autoridades policiales habían identificado anoche a los autores del tiroteo, tres hombres de 34, 32 y 18 años con antecedentes por cooperar con redes yihadistas. Se trataría de los hermanos Said K. y Chérif K. de nacionalidad francesa, mientras que el más joven respondería al nombre de Hamyd M., aunque se desconoce su nacionalidad. Chérif K. fue juzgado en 2005 por formar parte de una célula de envío de yihadistas a Irak que habría reclutado a una decena de jóvenes para ir a combatir a Irak. Fue condenado entonces a tres años de prisión, la mitad de ellos exentos de cumplimiento. El semanario ‘Le Point’ indicó que la identificación se pudo realizar por un carné de identidad hallado en el vehículo en el que huyeron.