EL CONFIDENCIAL 27/08/16
· La muestra estrenará un documental sobre la “injusticia” de la clausura del periódico en euskera ‘Egunkaria’ y rescatará varios filmes que abordan el terrorismo en el País Vasco
El Festival de Cine de San Sebastián se ha convertido en actor improvisado de la campaña electoral vasca. La decisión del ‘lehendakari’ Iñigo Urkullu de adelantar un mes los comicios autonómicos, que se celebrarán justo al día siguiente del cierre del certamen, ha otorgado al Zinemaldia un papel relevante en una película electoral que, a la espera del rodaje de las últimas escenas, tiene un final incierto. Su programación más política, siempre mirada con lupa en el fragmentado escenario vasco, va a tener una mayor repercusión si cabe por la inmediatez de la cita con las urnas.
Aunque la programación se cierra con antelación, las elecciones se han colado a última hora en la pantalla. Así, con la cita del 25 de septiembre como telón de fondo (en un principio los comicios autonómicos estaban previstos para el 23 de octubre), el festival entrará en campaña con el estreno de varias películas que abordan la problemática vasca: un documental sobre las negociaciones entre el Gobierno y ETA que precedieron, años después, al final de la violencia terrorista, un filme sobre la clausura en 2003 del periódico en euskera ‘Egunkaria’ por formar parte presuntamente del conglomerado empresarial controlado por la banda terrorista y una biografía documental sobre el primer ‘lehendakari’, José Antonio Aguirre (PNV). Además, el festival rescatará películas que han abordado el terrorismo en Euskadi dentro de un ciclo sobre “violencia global” en el mundo.
Defiende el director del Zinemaldia, José Luis Rebordinos, que el festival no puede ser ajeno en su programación a la realidad política y social que se vive en el mundo. Bajo este prisma, el medio siglo de terror que ha vivido Euskadi, con sus diferentes expresiones de violencia, ha tenido una prolongada presencia en el festival que no ha estado exenta de alguna crítica por la presencia en la pantalla de miradas “parciales” sobre lo que la izquierda ‘abertzale’ denomina el conflicto político.
En su 64 edición, que se celebrará del 16 al 24 de septiembre, el certamen volverá a llevar a ETA a la pantalla con un documental que aborda “el proceso que llevó al final” de la banda terrorista narrado por el exreportero de ‘The Independent’ Justin Webster. El fin de ETA, que opta al premio Irizar al Cine Vasco dentro de la sección Zinemira, arranca con las conversaciones que tuvieron lugar entre 2000 y 2004 entre el entonces presidente del PSE, Jesús Eguiguren, y el líder de Batasuna, Arnaldo Otegi, en el caserío Txillarre de Elgoibar (Guipúzcoa), y que derivaron en posteriores conversaciones entre el Gobierno y ETA en Suiza y Noruega antes de que la organización criminal decidiera romper todo el proceso con la vuelta a los atentados.
Por la cámara pasan el ‘lehendakari’ Iñigo Urkullu, que participó en conversaciones con la izquierda ‘abertzale’ en su papel de presidente del PNV, el exlíder del PSOE Alfredo Pérez Rubalcaba o el abogado sudafricano que defiende los intereses de la antigua Batasuna Brian Currin. Su autor, un periodista y cineasta británico afincado en Cataluña, ha abordado en sus anteriores documentales las figuras del expresidente del Gobierno José María Aznar (‘José María Aznar, una batalla inacabada’), el literato Gabriel García Márquez (‘Gabo’) o Rodrigo Rosenberg, el abogado guatemalteco que anunció su muerte en un vídeo (‘Seré asesinado’).
La sombra de la actividad de ETA también está presente en ‘Gaur irekiko ditu ateak’ (Hoy abrirá sus puertas), el documental de Eriz Zapirain que aborda la historia del periódico en euskera ‘Egunkaria’ que fue cerrado por el juez de la Audiencia Nacional Juan del Olmo dentro de las actuaciones judiciales contra el entramado empresarial de la banda terrorista, y que se proyectará fuera de concurso. La cinta, según se recoge en la información facilitada por el festival, no se centra en “aquella triste injusticia” (siete años después todos los acusados fueron absueltos), sino que refleja la “ilusionante creación” del primer diario en lengua vasca.
La dirección del Festival pone en valor que el cine vasco está en su “mejor momento”, en especial por su proyección internacional a través de ‘Loreak’
La decisión de ETA de cesar su actividad en octubre de 2011 ha hecho que se aborden en Euskadi producciones sobre la banda terrorista que no hubieran sido posibles con la violencia activa, o al menos hubieran tenido que hacer frente a muchas dificultades, y que han encontrado acomodo en el certamen. Es el caso, por ejemplo, de ‘Asier eta biok‘, donde el director Aitor Merino comparte un territorio de intimidad con un etarra salido de la cárcel, o ‘Lasa y Zabala’, la película de Pablo Malo que recrea el secuestro y asesinato de los dos presuntos etarras a manos de los GAL. Estas cintas regresarán este año al festival dentro del ciclo The act of killing, cine y violencia global, que proyectará 32 testimonios de las situaciones de violencia que se producen en todo el mundo. Este ciclo reflejará la violencia de ETA con los títulos ‘1980’, de Iñaki Arteta, y ‘Al final del túnel‘, de Eterio Ortega, o la acción de los GAL, con ‘La hija del mar’, de Josu Martínez, así como el documental de Julio Medem ‘La pelota vasca, la piel contra la piedra’.
El festival proyectará, asimismo, la figura del primer ‘lehendakari’ de la mano del realizador catalán Francesc Escribano, que recorre la historia personal y profesional de José Antonio Aguirre a través de la investigación realizada por el actor Daniel Grao para elaborar un “retrato humano” de quien es un mito para el PNV. El documental se estrenará durante el transcurso de la gala del cine vasco, que entregará el premio Zinemira a Ramón Barea en reconocimiento a su trayectoria en el cine y el teatro.
La sección Zinemira, que da cobijo a gran parte de la producción vasca, presentará este año «más trabajos que nunca» con un total de 17 películas, de las que ocho participarán a concurso. Junto a ‘El fin de ETA’, también optarán a los 20.000 euros de premio las cintas ‘Baskavígin, la matanza de los balleneros vascos’ (Aitor Aspe), ‘Chillida: Esku huts’ (Juan Barrero), ‘Gutik Zura’ (María José Barriola), ‘Igelak-Ranas’ (Patxo Telleria), ‘Berlín punto de fuga’ (Maider Oleada), ‘Pedaló’ (Juan Palacios) y ‘Rocknrollers’ (Juanma Bajo Ulloa). Fuera de concurso, el Zinemaldia acogerá el estreno de ‘Acantilado’ (Helena Taberna), ‘Los ecos del irrintzi’ (Iratxe Fresneda), ‘Mara Mara’ (David Aguilar), ‘Nola?’ (Fermín Muguruza), ‘Telas en las ramas’ (Juanmi Gutiérrez), ‘Pelota II’ (Olatz González y Jorgen Leth), ‘Quinta planta’ (Mikel Rueda) y ‘La casa de los otros’ (Resudan Glurjidze).
Rebordinos pone en valor que el cine vasco está en su “mejor momento”, en especial por su proyección internacional. “Hasta hace poco el cine vasco no existía fuera de España”, resalta. A esta expansión mundial ha contribuido la película ‘Loreak’, que participó en la Sección Oficial del Zinemaldia en 2014 y que emprendió el camino hacia los Óscar como mejor película de habla no inglesa en representación de España. “Algo ha cambiado”, asevera el director del certamen, que rechaza un trato de favor hacia las producciones vascas. “El festival no se ha caracterizado precisamente por su paternalismo hacia las películas vascas”, zanja para fijar como único criterio de selección la “calidad” de las propuestas.