ABC 21/09/14
· El Gobierno, pendiente de la entrada en vigor de la Ley de Consultas, que ayer no se publicó en el Diario Oficial El desánimo por el proceso escocés cunde entre los secesionistas catalanes, que ya no llaman a desobedecer
La clara derrota del secesionismo en Escocia ha caído como un jarro de agua fría sobre los independentistas en España, que desde el viernes apenas pueden ocultar su tremenda decepción. El desafío soberanista catalán se desinfla de forma acelerada, cercado por los casos de corrupción que afectan al corazón del nacionalismo y por la contundencia del Gobierno en responder con la ley. En la última Diada, los nacionalistas fueron conscientes de que el apoyo popular empezaba a bajar respecto a los años anteriores. Solo les quedaba el posible triunfo del «sí» a la independencia en Escocia para tomar oxígeno y tratar de llegar hasta el final, con un llamamiento a la desobediencia civil incluido, como el que hizo el líder de ERC, Oriol Junqueras. Pero esta apuesta también les salió mal.
Ahora, a los nacionalistas catalanes solo les queda jugar con los tiempos de la publicación de la ley de Consultas en el Diario Oficial de la Generalitat y conseguir que Artur Mas pueda publicar el decreto de convocatoria de la consulta del 9 de noviembre, a sabiendas de que el Gobierno lo recurrirá inmediatamente y el Tribunal Constitucional lo suspenderá. En plena depresión post-referéndum escocés, incluso ERC admitió ayer que la desobediencia ya no tiene sentido. Solo les queda el control de los últimos pasos antes de que la ley actúe sobre su desafío secesionista.
El Gobierno de la Nación, mientras tanto, espera a que se vayan dando esos últimos pasos. Ayer en el Palacio de la Moncloa seguía todo preparado para responder legalmente en cuanto se publicara la Ley de Consultas y entrara en vigor (algo que al cierre de esta edición no se había producido), pero no existía ninguna sensación de alerta, entre otras cosas porque todo está controlado y previsto desde hace mucho tiempo.
El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, pasó la jornada en Santander, donde mostró su apoyo a los regatistas españoles en el Campeonato Mundial de Vela, todo en un ambiente de absoluta normalidad. Ni una palabra sobre Cataluña. La vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, tampoco se quedó en La Moncloa, sino que se desplazó hasta el Santuario de Nuestra Señora de Rodanas, en Épila (Zaragoza) para participar en un acto público del Partido Popular.
Mientras los independentistas catalanes reculaban de sus posiciones más extremistas y reconocían que incumplir la ley no les lleva a ninguna parte, el Gobierno pedía una última reflexión a Mas como presidente autonómico «de todos los catalanes», antes de firmar la convocatoria de la consulta. El desafío secesionista se diluye y estas han sido las claves:
DESÁNIMO POR ESCOCIA
· Mas reconoce que le afecta
El viernes, Mas convocó a la prensa, con especial mimo a la extranjera, para valorar el resultado del referéndum secesionista de Escocia. A regañadientes, tras varias repreguntas, Mas admitió que le hubiera gustado que ganara el «sí», entre otros motivos, porque habría sentado un precedente y se habría debatido sobre la permanencia de Escocia en la UE. El «no» ha desanimado las pretensiones rupturistas
PENDIENTES DEL BOLETÍN
· La Ley de Consultas, sin publicar
Mas ha optado por jugar al despiste respecto a la entrada en vigor de la ley de Consultas (lo marcará su publicación en el Diario Oficial de la Generalitat) y el decreto de convocatoria de la consulta. En cuanto se mueva se pondrá en marcha la respuesta legal del Gobierno: petición de un informe al Consejo de Estado, reunión de un Consejo de Ministros extraordinario y recurso ante el Tribunal Constitucional. Suspendida la consulta, y aún con maniobras dilatorias –CDC quiere pedir al TC que levante la suspensión hasta que dicte sentencia sobre la consulta–, el panorama para Cataluña difícilmente puede ser otro que unas elecciones anticipadas. Así lo sugirió el propio Mas.
ERC YA NO DESOBEDECE
· Los independentistas reculan
En vísperas de la última Diada, el líder de ERC, Oriol Junqueras, llamó a la de-
sobediencia civil ante la presumible suspensión de la consulta por parte del Tribunal Constitucional. Un discurso que no agradó a Convergència y, menos, a Unió. Ayer, un día después de la aprobación en el Parlamento catalán de la Ley de Consultas, la número dos de los republicanos, la secretaria general del partido, Marta Rovira, daba marcha atrás. Rovira declaró que no es necesario «ir predicando la desobediencia civil» si el TC aborta la consulta. De hecho, durante el pleno del pasado viernes en que se votó la citada ley de Consultas, ERC votó en contra de una resolución de la CUP que pedía tal reacción por parte de los partidos proconsulta. Tras la rectificación, Rovira matizaba en Twitter: «Todos tranquilos, desobedeceremos cuando sea necesario». REUTERS
SIN APOYO INTERNACIONAL
· Crece el escepticismo
En su declaración institucional, pocas horas después de confirmarse el resultado del referéndum en Escocia, Rajoy celebró que el «no» era una buena noticia para ese territorio, pero también para toda la Unión Europea, cuyo proyecto se basa en la integración y no en la fragmentación. El resultado de Escocia ha consolidado la posición europeísta en contra de los secesionismos, y los nacionalistas catalanes han perdido fuerza en el escenario internacional. «¿De qué serviría una Cataluña independiente si no la reconoce nadie?» La pregunta se la hizo el propio Artur Mas en una reciente entrevista al semanario «El Temps». El desafío soberanista catalán ha perdido el apoyo que podía encontrar en el proceso independentista que se estaba llevando a cabo en Escocia.
EL «EFECTO PUJOL»
Desaparece la euforia
El caso Pujol ha supuesto un torpedo en la línea de flotación de la credibilidad del desafío independentista catalán, que nació bajo la proclama de «España nos roba». Este caso, que salpica a la familia de Pujol, a la convergente y a la nacionalista, ha fulminado la euforia de los soberanistas, como se hizo evidente en las manifestaciones del 11 de septiembre, con menos gente en las calles que en los años anteriores. Sobre el delito fiscal de los Pujol planea la sospecha de comisiones por obras públicas durante los 23 años de mandato del «exhonorable» en la Generalitat.
LA CONTUNDENCIA DEL GOBIERNO
La respuesta de la ley
El respuesta del Gobierno ante los secesionistas ha sido siempre la misma: ley y diálogo. Cuando se aprobó la declaración soberanista, la impugnó ante el TC. Ahora tiene preparados todos los pasos legales para dejar sin efecto la ley de Consultas y el decreto de convocatoria del 9-N.
OPTIMISMO EN MONCLOA
Celebración del «no» escocés
El viernes por la mañana no se ocultaba la satisfacción en el Palacio de la Moncloa por el resultado del referéndum en Escocia. De hecho, Rajoy quiso emitir una declaración en vídeo, grabada antes del Consejo de Ministros, para celebrar el resultado que beneficia a los escoceses, a los británicos y a todos los europeos. Desde Moncloa están convencidos de que el «no» escocés frenará la ofensiva independentista en España, con menos apoyos aún en Europa.
VIGENCIA CONSTITUCIONAL
El mensaje del Ejecutivo
La vicepresidenta Santamaría envió ayer un mensaje a Mas desde Zaragoza: le pidió una reflexión antes de firmar la consulta y le recordó que es presidente de la Generalitat porque así se lo permite la Constitución de 1978.