El fracaso económico y social del régimen

MIRIAM LEIVA – ABC – 27/11/16

· La mayoría de los cubanos está convencida de que Fidel Castro causó la crisis más abarcadora de la historia nacional: empobreció a la población, depreció el valor del trabajo, destruyó valores morales y abocó a su gente al exilio.

Fidel Castro dejó Cuba en desastrosas condiciones económicas después de ejercer el poder absoluto. Su hermano recibió un país «al borde del precipicio» el 31 de julio de 2006. Raúl Castro ha tenido que eliminar las «geniales» iniciativas del comandante en jefe, sin abjurar de ellas sino como una actualización del modelo económico, siempre inspirada en sus ideas. En realidad, fueron tantos sus discursos y aforismos como para poderlos utilizar según las necesidades. Sin embargo, la mayoría de los cubanos está convencida de que dilapidó en las grandes obras fallidas y causó la crisis más abarcadora de la historia nacional.

Cuando triunfó la revolución en 1959, Cuba compartía con Argentina, Uruguay, Chile y Costa Rica los indicadores económicos y sociales más avanzados de América Latina. Aunque se enfrentaba a desafíos como una lenta tasa de crecimiento; la excesiva dependencia en la industria azucarera; sobredimensionados vínculos económicos con EE.UU.; altas tasas de desempleo; desigualdades notables en los estándares de vida; distribución injusta de la tierra; y carencia de desarrollo industria.

Hoy, la realidad indica que los problemas heredados del período prerrevolucionario no se resolvieron. La ruptura de los vínculos económicos con EE.UU. no supuso el alcance de la independencia en esas esferas. La Unión Soviética lo sustituyeron hasta 1989, cuando desapareció la URSS comenzó una etapa de grandes carencias denominada «período especial en tiempos de paz». El PIB cayó un tercio entre 1990 y 1994. Fidel Castro permitió, con fuertes restricciones, los mercados campesinos, el turismo, cierta independencia de las empresas estatales e inversiones extranjeras. Pero lo restringió de nuevo cuando empezaron las fuertes contribuciones de petrodólares de Venezuela.

Sin azúcar

Uno de los desastres más notables causados por Castro fue la destrucción de la industria azucarera comenzada con la frustrada «zafra de los 10 millones» en 1970, con varios años de preparación aniquiladora de la agricultura no cañera y daños a la ganadería para sembrar caña de azúcar, y gigantescas inversiones en centrales que no estuvieron a punto. En 2002 decidió la reestructuración de las 156 centrales existentes, con el desmantelamiento de 85 ingenios, 21 de ellos para supuestamente dedicarlos a producir miel o fines turísticos. Esto implicó la demolición de campos de caña, la destrucción de caminos, la dispersión de personal experimentado y la decadencia de pueblos. Cuba había sido la mayor productora de azúcar en el mundo, con unas zafras de más de 6 millones de toneladas en 1959 y 8,2 millones en la década de 1980, que cayó a 1,1 millones anuales, sin poderse recuperar a pesar de la reorganización.

La tierra confiscada después de 1959 no fue utilizada eficientemente. El latifundio estatal creado ha sido más improductivo que el anterior. Los niveles de producción en términos relativos no superan lo alcanzado por habitante antes de 1959, importándose cerca del 80% de los alimentos de la reducida cesta de la compra, a pesar de la entrega de tierras en usufructo desde 2008. Cuba llegó a tener más de 7 millones de cabezas de ganado, pero hoy no sobrepasa los 4 millones. La industria manufacturera tiene un volumen de producción equivalente al 43% de lo obtenido en 1989. Los cubanos para subsistir dependen de las remesas, del trabajo en áreas relacionadas con extranjeros o del mercado informal, que han ocasionado una creciente pérdida de valores ético-morales por la simulación, el robo y las actividades ilícitas.

Cambios limitados y tardíos

En julio de 2007, el presidente reconoció la necesidad de cambios estructurales, que se han quedado en la «actualización del modelo económico, sin prisa pero sin pausa». No obstante, los cambios han sido pocos, limitados y tardíos. En los últimos 24 años, la tasa de inversión ha sido muy baja, ocasionando un proceso de descapitalización. No se cuenta con ahorros ni acceso a los créditos debido a la poca fiabilidad de pago, por tanto se pretende la inversión extranjera de 2.500 millones de dólares anuales en ramas específicas y prioritariamente en la nueva Zona Especial de Desarrollo de Mariel.

Prácticamente sin bienes para exportar, Cuba se ha convertido en suministrador de fuerza de trabajo cualificada al exterior, en particular personal sanitario, lo que constituye la principal fuente de ingresos en divisas. Caracterizada por tener una población avanzada, hoy exhibe un atraso tecnológico generalizado, que la sitúa a la zaga de las naciones de la región en cuestiones cruciales como el acceso a internet. Los sueños despertados por Fidel Castro como líder máximo del proceso iniciado el 1 de enero de 1959 han terminado en una gran pesadilla.

MIRIAM LEIVA – PERIODISTA DISIDENTE CUBANA- ABC – 27/11/16