Florencio Domínguez, LA VANGUARDIA, 22/11/11
No es lo mismo ir al congreso del PSOE salvando los muebles que con los mismos problemas que el resto
Durante las últimas semanas, en sectores socialistas se daba por seguro que el lehendakari Patxi López sería elegido en el próximo congreso del PSOE para ocupar un puesto de relevancia política en la dirección del partido y que fuera compatible con la presidencia vasca. Se consideraba que sería el primer paso para saltar a la arena política nacional cuando termine la legislatura, dando por supuesto que el PSE y el PP no podrían en el 2013 revalidar la mayoría para retener el gobierno de Vitoria.
López tiene una buena imagen en el PSOE, como se ha visto durante la campaña electoral, siendo reclamado por compañeros de toda España para tomar parte en mítines.
Además, los socialistas vascos tienen buenas relaciones con otras federaciones importantes del PSOE. La primera de ellas con la andaluza. En la memoria colectiva está el famoso pacto del Betis entre socialistas vascos y andaluces que aupó a Felipe González a la secretaría general del PSOE. Existen, además, lazos personales: el lehendakari es casi un ahijado de Manuel Chaves, quien durante años compartió vivienda y amistad con el padre de Patxi López. El PSE está también en sintonía con Alfredo Pérez Rubalcaba, que fue el gran beneficiado de la maniobra realizada por los vascos al solicitar la celebración de un congreso extraordinario con la que se provocó la renuncia de Carme Chacón a participar en unas primarias para elegir candidato del PSOE a las generales.
En un momento de crisis de liderazgo en el seno del PSOE, la figura de Patxi López podría ser un valor para la nueva etapa que tendrá que reabrirse en el seno del socialismo español en los próximos meses. Sin embargo, a la vista de los resultados del socialismo vasco el pasado domingo, se suscita la incógnita de si la proyección política del lehendakari puede verse lastrada por la derrota. Aunque no eran pocas las encuestas que mantenían al PSE como primer partido de Euskadi, las urnas demostraron que el socialismo vasco no quedaba a salvo de la debacle general del PSOE. Perdió un 16% de los votos, algo más que el conjunto del PSOE. Los socialistas vascos no logran rentabilizar su gestión a pesar de que la situación económica de Euskadi es mejor que la del resto de España; el paro, la mitad, y los ajustes económicos no tienen nada que ver, por ejemplo, con los de Catalunya.
Las dudas que provoca el descalabro de los socialistas vascos sobre el futuro de López son similares a los suscitados con Chacón por la derrota del PSC. No es lo mismo acudir al congreso del PSOE con una tarjeta de visita que acredite que se han salvado los muebles en la casa propia que presentarse con los mismos problemas que en el resto de los territorios.
Florencio Domínguez, LA VANGUARDIA, 22/11/11