ABC 16/10/14
· Rajoy ofrece una salida dentro de la ley tras la renuncia al referéndum
La caída de Artur Mas en Cataluña podría significar, según las encuestas, la subida al poder del candidato de ERC, que defiende abiertamente la desobediencia civil y una declaración de independencia. Sería un escenario político aún más complejo que el actual, que podría precipitarse con unas elecciones autonómicas adelantadas. En esa situación, el Gobierno de Mariano Rajoy quiere dejar una puerta abierta a Mas, una vía de escape que sirva para encontrar mediante el diálogo una solución pactada, siempre dentro de la ley, frente al conflicto político que el presidente de la Generalitat ha originado en su Comunidad.
· Nuevo recurso: El jefe del Ejecutivo advierte de que se recurrirá la nueva consulta si se salta la ley
Rajoy ha evitado hacer leña del árbol caído del referéndum independentista del 9 de noviembre. Sus mensajes han sido positivos, y no en tono de reproche hacia Mas. Así, calificó de «excelente» la noticia de la renuncia del referéndum, y proclamó ayer, en los pasillos del Congreso, que es un «triunfo de la democracia y de la ley», por encima de la cual no puede situarse ningún gobernante, según señaló.
Eso es lo fundamental para el Gobierno: la renuncia al referéndum. Un hecho que en Moncloa consideran muy positivo, y que no quieren ocultar con esa otra consulta, o proceso de «participación ciudadana», que ha propuesto ahora Mas, y al que el Ejecutivo da una importancia política muy limitada. El intento del presidente de la Generalitat de desviar la atención con su nueva propuesta no debe relegar, según el Gobierno, ese «triunfo de la ley» al que se refería Rajoy.
Sin elevar el tono y sin entrar en las provocaciones dirigidas desde la Generalitat («Nuestro adversario es el Estado español», aseguró Mas), el presidente del Gobierno mantiene una puerta abierta al dirigente nacionalistas para emprender una vía de diálogo. «Se abre un camino para hablar y dialogar», señaló Rajoy. «Es lo que debería haberse hecho desde el principio» en vez de tomar decisiones unilaterales, apostilló.
El objetivo de Moncloa es «mirar al futuro», y no remover más los enfrentamientos producidos en estos dos últimos años. El mensaje del Gobierno está centrado en mostrarse abierto a dialogar sobre cualquier asunto, si no excede la ley. De momento, esas llamadas al diálogo de Rajoy no han tenido respuestas de Mas, concentrado en buscar una salida a la desesperada ante su electorado basada en una votación el 9 de noviembre, sea como sea.
«No hay más criterio que el manifestado en otras ocasiones, diálogo y ley», subrayó Rajoy, quien espera que Mas actúe con «sensatez, moderación, equilibrio y razón», y que acepta su propuesta para sentarse a hablar. «En eso consiste la política y la democracia», apuntó.
Fraude de ley
Frente al simulacro de consulta que quiere organizar el presidente de la Generalitat en sustitución del referéndum original, el Gobierno mantiene su firmeza, aunque cuando sabe que la propuesta roza el «ridículo», como señalaron fuentes de Moncloa. Si se produce un fraude de ley, con preguntas relacionadas con la independencia de Cataluña, el Gobierno actuará como hasta ahora y lo llevará ante el Tribunal Constitucional. Se basa para ello en el informe del Consejo de Estado sobre la ley de Consultas, donde se advierte de que los procesos de participación ciudadana no pueden servir en ningún caso para cuestionar asuntos que afectan a la soberanía nacional. En ese sentido, la Abogacía del Estado esperará primero a comprobar cómo se formaliza la propuesta de Mas, y a partir de ahí se estudiará y, en su caso, se recurrirá.
Rajoy está dispuesto a comenzar a hablar con el presidente de la Generalitat sin esperar más tiempo, una circunstancia que puede verse favorecida por la soledad en la que ha quedado Artur Mas tras el fiasco de su referéndum del 9 de noviembre y la falta de acuerdo respecto a un frente común independentista para las elecciones autonómicas.