El Gobierno avala la propuesta del lehendakari sobre los presos de ETA

DIARIO VASCO, 1/10/11

Tendrá «en cuenta» su opinión pero no contempla ahora cambiar la política penitenciaria. El Ejecutivo y Rubalcaba aprobaron el decálogo aunque el contenido final lo decidió López

El Gobierno central avala el planteamiento del lehendakari de acercar presos y modificar la política penitenciaria si ETA deja las armas. De hecho, el Ejecutivo y el candidato del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, dieron el visto bueno al decálogo presentado el jueves por Patxi López, aunque la decisión final sobre el contenido de los diez puntos fue tomada de forma exclusiva y personal por el líder del Gobierno Vasco, precisan desde Ajuria Enea.

La posición de Ejecutivo de Zapatero es clave, ya que es quien tiene la competencia en materia penitenciaria. En términos políticos la intervención del lehendakari fue de impacto porque necesitaba tomar la iniciativa en el nuevo escenario de posible final de la violencia en Euskadi, pero desde el punto de vista penitenciario «no hay nada nuevo», precisaron fuentes del Gobierno central. El Ejecutivo no tiene entre sus planes la modificación de la política penitenciaria para los presos de ETA y, por tanto, no habrá por ahora una reorientación «consensuada, dinámica y flexible» de la misma, como pidió el lehendakari. De hecho, la condición que marca el mandatario del PSE-EE en los puntos previos del decálogo habla de la necesidad de que ETA deje las armas definitivamente. Por ello, Moncloa considera que su postura en absoluto contradice las palabras del jefe del Ejecutivo de Vitoria y ve aún lejano el momento en que ETA decida disolverse.

Acercamientos en marcha

En todo caso, el Gobierno central explica que la filosofía de lo que plantea el lehendakari ya lo practica Instituciones Penitenciarias; es decir se autorizan aproximaciones de presos de ETA cuando se aprecian razones a favor de la reinserción del interno, pero siempre de forma individualizada. Todo esto cambiaría si la organización terrorista dejara de existir, en ese caso el Gobierno estudiaría traslados generales y hasta otras medidas de gracia que permite la ley.

El portavoz gubernamental, José Blanco, recordó que la política antiterrorista, de la que forma parte la estrategia carcelaria, «está consensuada» con el Ejecutivo vasco y, en consecuencia, no hay ningún motivo para la sorpresa.

Blanco señaló que el criterio del líder del Gobierno Vasco se «tendrá en cuenta» para el diseño de futuros escenarios penitenciarios, aunque evitó entrar en más detalles porque la política antiterrorista se caracteriza por «la prudencia y la discreción». El portavoz, además, soltó uno de sus latiguillos favoritos: «las estrategias no se cuentan, se aplican», máxime cuando se trata de lucha contra el terrorismo. Solo avanzó que cualquier cambio en la política penitenciaria requiere «el final de ETA», y que se produzca «sin contrapartida ni condición». Los mismos vocablos que empleó Patxi López, lo que da una idea del grado de sintonía existente.

Rubalcaba se sumó al coro de los que reclamaron «escuchar atentamente» lo que dice el lehendakari, y lo que planteó ante el Parlamento Vasco fue «una declaración importante» en «un momento importante». Señaló que las reflexiones del presidente del Gobierno vasco se enmarcan «en la hoja de ruta» que mantienen los dos gobiernos para acabar con ETA, «que estamos acabando». Evitó precisar, no obstante, si veía próximo el momento para reformular la política penitenciaria, en un momento en el que los presos se han sumado al Acuerdo de Gernika para el final de la violencia y la nueva comisión internacional espera una respuesta positiva en breve de ETA a su propuesta de verificar la tregua.

López tuvo oportunidad de contrastar pareceres ayer tarde, tras llegar a Madrid a la Conferencia Política del PSOE. La única declaración fue para decir que su iniciativa es el camino «para conseguir definitivamente la libertad». «No sé si antes o después, pero creo que es lo que hay que ir haciendo», zanjó.

La dirección nacional del PP, a diferencia de otras ocasiones, no tuvo una reacción desabrida ante las palabras de López, lo que hace pensar en que también estaba al corriente de los planteamientos que iba a hacer el lehendakari en la Cámara autonómica. De hecho, los populares vascos no se cierran a abordar el tema de los presos si desaparece la violencia.

DIARIO VASCO, 1/10/11