El vicepresidente primero y ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, advirtió ayer al diputado general de Guipúzcoa, Martin Garitano, de Bildu, de que no tiene mayoría absoluta y de que mañana otra mayoría democrática puede desplazarle del cargo.
Fue un aviso disuasorio, tras recordarle que «la ley se cumplirá». Unos minutos antes, el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, había lanzado la misma advertencia desde Bruselas. En definitiva, el mensaje que ambos le mandaron es que si Garitano transgrede la ley, el Gobierno la impondrá y, además, los socialistas tratarán de desbancarle porque no tiene mayoría absoluta.
Lo mismo que Rubalcaba, Zapatero dijo que «no le gustaba nada» que Garitano esté al frente de la Diputación General de Guipúzcoa. Pero Rubalcaba fue aún más preciso al señalar que el discurso de investidura que el jueves pronunció Garitano le había parecido «infumable». No solo porque no pidió a ETA el cese definitivo de la violencia, sino porque puso al mismo nivel a víctimas y victimarios mientras reivindicaba la situación de los presos de la banda.
Mediación con ETA
Para despejar cualquier duda sobre el papel de la Diputación General de Guipúzcoa, controlada por Bildu, el vicepresidente primero aseguró que no va a otorgar a ese partido el papel de mediador con ETA, dado que Garitano reivindicó la situación de los presos en su discurso de investidura. En alusión al abogado y mediador sudafricano Brian Currin, Rubalcaba dijo: «El Gobierno no le dio el papel de mediador a algunos ciudadanos convencidos de que podían mejorar las cosas, aunque no dudábamos de su intención, por lo que con más razón no se lo daremos a Bildu». En la misma dirección, aseguró que «la política antiterrorista no va a cambiar una coma. Estaremos encima para que se cumpla. Vamos a seguir persiguiendo a ETA hasta que lo deje definitivamente. Nosotros a lo nuestro», aseguró.
Pascual Sala, presidente del Tribunal Constitucional, el órgano que decidió la legalización de Bildu, también se sumó ayer a la advertencia a Garitano y a la coalición independentista. Aseguró que la ilegalización de Bildu es todavía posible porque así lo permiten las modificaciones de la Ley de Partidos y de la Ley de Régimen Electoral realizadas en 2010.
EL PAÍS, 25/6/2011