ABC – 23/07/14
· Montoro confirma que el nuevo modelo para financiar a las CC.AA. tendrá que esperar: ni hay dinero ni es conveniente por la tensión territorial.
· Alta tensión «Vamos sobrados de enfrentamiento político. Saquemos a Cataluña y España de la crisis».
No hay margen para un nuevo sistema de financiación. El mismo día en que se daba a conocer la fecha de la reunión entre los presidentes Mariano Rajoy y Artur Mas —el 30 de julio—, el Gobierno cortaba de raíz cualquier especulación sobre la posibilidad de que en dicha reunión, o incluso en los próximos meses, pueda empezar a abordarse la reforma del sistema de financiación de las Comunidades Autónomas (CC.AA.). La tesis es clara: ni hay dinero para abordar dicha reforma ahora, ni el momento de tensión territorial que está generando el proceso soberanista en Cataluña lo aconseja.
Así lo explicó ayer con total claridad el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, en una conferencia en el Círculo de Economía en Barcelona rodeada de enorme expectación y que sirvió al menos para conocer que, como contrapartida, el Gobierno aliviará a las autonomías acogidas al Fondo de Liquidez Autonómico (FLA) parte de la carga financiera de estos créditos, y les concederá más margen para su devolución. El mensaje se escuchó con rotundidad: por el momento no hay nueva financiación —tal y como ya se explicó en el último Consejo de Política Fiscal y Financiera—, sí en cambio margen para dar más liquidez a aquellas autonomías con mayores problemas para ajustarse al compromiso de déficit de este año, que es del 1%.
Regiones rescatadas
Soltando algo más la mano a las regiones «rescatadas» (Cataluña, Valencia, Baleares, Andalucía…), a la vez que se confirmaba la negativa a abrir el melón de la financiación, el Gobierno marcaba de alguna forma el límite de la agenda de temas a tratar en el encuentro de Rajoy y Mas del próximo miércoles, en el que la Generalitat aspira a «hablar de todo». Un encuentro, por otra parte, que se producirá significativamente dos días después de que el presidente del Gobierno reciba al que entonces ya será oficialmente secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, y con el que aspira a coordinar una respuesta común al envite de Mas.
En cualquier caso, desoyendo la fuerte presión que llega desde el empresariado catalán para que el Gobierno desactive la tensión soberanista a través de la financiación —el propio Círculo de Economía, entre otras recetas, así se lo planteó ayer—, Montoro fue claro: hay que apelar al «pragmatismo», de lo que se trata ahora, vino a decir, es de pagar facturas. El ministro sí reconoció que el actual sistema es mejorable —«no me gusta nada», afirmó—, pero que el esfuerzo ahora debe centrarse en seguir reduciendo el déficit: «Debemos mejorar, pero no hacer un rasgado de vestiduras cuando estamos haciendo un trayecto muy razonable, valorado a nivel internacional; no retroceder con una reforma global que podría ser mal entendida, mal utilizada y objeto de agravios y enfrentamientos políticos».
La tensión política en Cataluña, y la importante cita electoral de mayo, con elecciones locales, y autonómicas en la mayoría de regiones, han llevado al Gobierno a descartar una reforma que se da por descontado que iba a leerse en clave catalana. De igual modo, vino a explicar el ministro, sin más recursos —para lo que será necesario esperar a que se consolide la recuperación económica—, una nueva financiación implicaría reducir las prestaciones sociales, en tanto que ahora se financian vía el Estado.
Ante un auditorio integrado por importantes nombres de la empresa y las finanzas catalanas, Montoro resumió su intervención: «Vamos sobrados de enfrentamiento político. Vamos a sacar a Cataluña y al conjunto de España de la crisis, que ya es bastante esfuerzo».
ABC – 23/07/14