EL MUNDO 22/03/14
· La vicepresidenta pide explicaciones por la nota del Consell Escolar y PSC, PP y Ciutadans rechazan la politización que impulsa la Generalitat.
· El Gobierno reaccionó ayer con una dureza rayana en la indignación al último movimiento del presidente de la Generalitat involucrando a la comunidad educativa –profesores, padres y alumnos– en su hoja de ruta independentista.
La airada respuesta del Ejecutivo, exigiendo a Artur Mas una «explicación inmediata» por «utilizar» al Consell Escolar para promover la apuesta por el derecho a decidir, resultó sorprendente porque, frente al desafío, la estrategia de Rajoy pasa por no avivar el fuego, después de haber dejado claro que en ningún caso permitirá la celebración de una consulta soberanista. En esta ocasión, PP, PSC y Ciutadans coinciden con el enfado mayúsculo del Gobierno.
Soraya Sáenz de Santamaría, desde la misma mesa en la que en tantas ocasiones ha pedido prudencia, no adelantar acontecimientos y ha hecho llamamientos a la responsabilidad en tono sosegado, elevó el nivel de la crítica por entender que Mas ha sobrepasado una línea roja para impulsar sus objetivos políticos, intentando adoctrinar a los docentes, a los estudiantes y a sus familias.
«Entendemos», recalcó la vicepresidenta en nombre del Gobierno, «que esta institución [el Consell Escolar] no puede dedicarse a esos fines y exigimos una explicación inmediata al presidente de la Generalitat al respecto, por cuanto el Consell tiene que limitarse al cumplimiento de sus objetivos en la tarea de la educación».
La Generalitat utilizó el canal del Consell para aconsejar a la comunidad educativa, a través de una circular, que ponga en marcha las iniciativas que considere oportunas «para responsabilizar a los ciudadanos sobre el futuro» de Cataluña «y dar apoyo al proceso democrático para ejercer el derecho a decidir». El envío de la citada nota constituye, según la vicepresidenta, «una desnaturalización absoluta de las funciones» de un órgano cuya finalidad, tal y como recordó la número dos del Gobierno, es «favorecer la mejora del sistema educativo en Cataluña».
En opinión del Gobierno, este paso pone de manifiesto la «irresponsabilidad» de Mas, que no duda en usar al Consell para sus fines políticos, olvidando que su primer objetivo, inexcusable en momentos de dificultad económica, debe ser la calidad de la educación y que ésta debe desarrollarse «en libertad» al margen de «actividades políticas» que «coartan» el libre albedrío de alumnos y padres para «elegir la posición que les parezca más oportuna».
La vicepresidenta acusó abiertamente a la Generalitat de generar «dificultades sociales» con sus planes soberanistas y su empeño por hacer de esta cuestión el «monotema» de su discurso hasta el punto, dijo, de «descuidar sus obligaciones» pese a los «graves problemas» que tienen los ciudadanos en su vida diaria.
En Cataluña, los partidos que no apoyan el plan de Mas siguieron la estela del Gobierno central. El líder del PSC, Pere Navarro, reclamó que «no se politice» la educación. Los socialistas catalanes, que siempre hacen frente común con CiU cuando se trata de defender la inmersión lingüística, se desmarcaron en esta ocasión porque entienden que la Generalitat equivoca sus prioridades, informa Daniel G. Sastre.
«Los niños necesitan una escuela pública de calidad que garantice igualdad de oportunidades. Lo que no se puede hacer es cerrar aulas, cerrar escuelas, eliminar subvenciones de guarderías y al mismo tiempo enviar cartas en las que se pide a la comunidad educativa que se sume a un proceso partidista», dijo ayer Navarro.
El PP catalán fue aún más lejos y su portavoz adjunto en el Parlament, Santi Rodríguez, anunció que su grupo pedirá la comparecencia de Mas en la Cámara. Los populares detectan un «intento de manipulación de escuelas y padres de alumnos» que denota la «baja calidad democrática» del Govern.«La Generalitat intenta instrumentalizar cualquier ámbito en beneficio propio. En su filosofía del pensamiento único ignora que la escuela no es lugar para hacer política», añadió Rodríguez.
También Ciutadans se quejó de la circular del Consell Escolar, una entidad a la que tildó de «instrumento al servicio de las tesis separatistas». Según el secretario general de la formación, Matías Alonso, el organismo «pretende involucrar a los adolescentes catalanes» en «el único objetivo del Govern: la separación de Cataluña del conjunto de España».
EL MUNDO 22/03/14