EL CORREO 25/04/13
· Retirará hoy el proyecto, rechazado por toda la oposición, para «elaborar» uno nuevo en la confianza de que la UE relaje el déficit a España.
Iñigo Urkullu ha hecho en Bruselas la ciaboga a su cuestionado proyecto presupuestario para Euskadi. El lehendakari se vio obligado ayer en la sede administrativa de la UE a reconocer que tiene que dar una vuelta en profundidad a sus primeros Presupuestos, vista su incapacidad para vencer el rechazo en bloque de los partidos de la oposición. En vísperas de la votación de sus cuentas en el Parlamento, condenadas a volver al cajón por un aluvión de enmiendas a la totalidad, Urkullu ha decidido aplazar el debate y convocar hoy un Consejo de Gobierno extraordinario para confirmar la retirada de la propuesta, lo que le evita, de momento, escenificar una sonora derrota en la Cámara.
El jefe del Ejecutivo ha aprovechado sus entrevistas con las autoridades comunitarias para encontrar motivos de «optimismo» en un eventual dictamen de la UE en favor de una relajación del déficit para España. La flexibilización de las condiciones para elevar el techo de gasto público en las comunidades autónomas le ha llevado a plantearse la posibilidad de elaborar un nuevo documento económico para Euskadi sobre la base de «nuevos datos, y no de hipótesis».
De esta forma, el lehendakari aspira a incrementar la entrada de fondos a las exhaustas arcas vascas a través de una mayor capacidad de endeudamiento. Sin embargo, esta vía, no exenta de riesgos por la presión de los mercados, aún no ha sido concretada ni por la Unión, que anunciará el 29 de mayo el alcance de la relajación del déficit, ni por el Gobierno español, que debe decidir después cómo lo distribuye entre las diferentes autonomías. A día de hoy, el gabinete de Mariano Rajoy no ha confirmado todavía si habrá café para todos o si lo servirá en función de quién haya cumplido con el objetivo actual del 0,7%.
Mayores recursos
La maniobra de Urkullu en la txanpa final del debate presupuestario sólo ha convencido a su partido, que saludó «el logro de tener recursos», en palabras de la parlamentaria del PNV Josune Gorospe. Por el contrario, todos los partidos de la oposición descalificaron «la jugada» y coincidieron en denunciar el «fracaso» del Gobierno jeltzale por no haber sumado apoyos suficientes para sacar adelante sus primeras cuentas tras el regreso a Ajuria Enea.
Los grupos de EH Bildu, PSE, PP y UPyD interpretaron la retirada del proyecto como un intento de enmascarar la incapacidad del Ejecutivo del PNV para tejer consensos que atenúen su precaria minoría parlamentaria. Los partidos vieron además una maniobra del lehendakari para librarse mañana, viernes, de un sonoro varapalo político, fecha en la que estaba convocada la votación de los Presupuestos, presumiblemente cancelada hasta nueva orden.
Urkullu ha optado por darse un margen para volver a empezar la negociación tras entrevistarse con los responsables comunitarios en una visita oficial a Bruselas que comenzó el martes y concluyó ayer. En este tiempo, se ha reunido con el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso; el comisario de Competencia, Joaquín Almunia; y el presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy. Concluidos los contactos, el lehendakari ha llegado a la conclusión de que «quizás es mejor esperar a gestionar estos Presupuestos de otra manera, con datos reales que nos vengan en las próximas semanas de la UE».
El presidente vasco se refirió así a la posibilidad de que las autoridades comunitarias decreten una flexibilización del déficit. Esa medida, explicó, facultaría al País Vasco a combinar «austeridad y políticas de crecimiento», gracias a una «mayor disponibilidad de recursos». Urkullu citó textualmente la opción de «elaborar un nuevo proyecto» sobre la base de «esos nuevos datos». Lo que evitó adelantar es si ya tiene decidida la retirada de las cuentas actuales o si caben otras alternativas como la prórroga de partidas concretas para el ejercicio en curso.
En este sentido, restó cierta trascendencia a la obligación de una prórroga porque Euskadi «ya funciona desde principios de año con presupuestos prorrogados». El Consejo de Gobierno, convocado de urgencia, despejará la nueva hoja de ruta financiera y la disposición del Ejecutivo a abrir una ronda negociadora con la oposición. Ambas partes han cruzado acusaciones sobre la verdadera voluntad de alcanzar un acuerdo.
El déficit de las comunidades autónomas, que es la diferencia entre ingresos y gastos de las administraciones públicas, estuvo sobre la mesa en las dos entrevistas celebradas en La Moncloa entre Rajoy y Urkullu –una oficial, el 30 de enero; y otra en secreto, el 10 de abril–. El lehendakari recordó ayer que planteó al presidente del Gobierno su interés por la adopción de medidas de relajación para Euskadi. En concreto, el Ejecutivo vasco defiende duplicar el techo para afrontar con mayores garantías la disminución de recursos. En la práctica, esta iniciativa supondría pasar del vigente 0,7% del Producto Interior Bruto a un 1,5%. Cada décima de margen ganada por el País Vasco equivaldría a casi 63 millones, que se podrían añadir a las cuentas. «Hoy tenemos información más fresca, puntual, de lo que ojalá vaya a ser una posibilidad de cumplimiento de los objetivos de déficit, pero de una manera más relajada», confesó ayer Urkullu en Bruselas.
EL CORREO 25/04/13