EL CORREO 10/07/14
· Justifica lo sucedido como una decisión judicial gala debida a la «atención individualizada» sobre cada interno
· Fernández Díaz asegura que la decisión francesa «no tiene que ver» con Currin o los verificadores
Desde la página 1 BILBAO. El Gobierno de Mariano Rajoy no va a variar ni un ápice su política penitenciaria ni se siente «presionado» por la decisión de Francia de trasladar a dos presos de ETA a una cárcel de Las Landas, a 136 kilómetros de la frontera con España. Fuentes del Ejecutivo central sostienen que el movimiento de esos dos reclusos entra dentro de «la normalidad» y de las decisiones que se pueden tomar por la Justicia del país vecino. E insistieron en que el traslado a Mont de Marsan de Oier Ardanaz Armendariz y Alexander Akarregi Casas no significa que Francia «vaya a cambiar su política penitenciaria».
La información publicada ayer por EL CORREO provocó, no obstante, que responsables del Ministerio del Interior se pusieran en contacto a primera hora de la mañana con las autoridades galas para pedir explicaciones de lo sucedido, conscientes de las repercusiones que tiene cualquier iniciativa relacionada con los presos de ETA. El propio ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, tenía en su agenda un acto por la tarde en los cursos de verano de la Universidad Complutense de Madrid en el que tenía que coincidir con la presidenta de la Fundación Víctimas del Terrorismo, Mari Mar Blanco.
Fernández Díaz aprovechó la clausura de esas jornadas para asegurar que «Francia está alineada con la política antiterrorista en general y la política penitenciaria en particular». Una coordinación que se ha mantenido de forma férrea desde la llegada de François Hollande al Palacio del Elíseo. El ministro tiene, de hecho, una gran relación con Manuel Vals, primer ministro del país galo y hasta hace unos meses responsable de Interior.
El máximo responsable de las fuerzas de seguridad en España trató de restar importancia al movimiento registrado en Francia, pero confirmó el traslado a Las Landas de Ardanaz y Akarregi. Justificó la decisión de cambiar de cárcel a esos reclusos por «la atención individualizada que siempre se sigue en relación con el cumplimiento de las condenas». Nada dijo de que en los próximos meses se vayan a producir nuevos traslados.
‘Anboto’ y ‘Antza’
Fernández Díaz también quiso desvincular el paso dado por las autoridades judiciales galas de la entrevista que Pierre Hazan, representante del Grupo Internacional de Contacto de Brian Currin, mantuvo a mediados de abril con los portavoces del EPPK, Marixol Iparragirre ‘Anboto’ y Mikel Albisu ‘Antza’. «No tiene nada que ver. Es absolutamente falso que tenga ninguna relación de causa-efecto con esa presunta estancia de la Comisión Internacional de Verificación o Grupo Internacional de Contacto y con las gestiones que dicen que han hecho», insistió.
El titular de Interior reiteró que su ministerio no emprenderá ningún cambio en la política penitenciaria y que cualquier movimiento futuro pasa porque los presos asuman la legalidad, muestren arrepentimiento y se desvinculen de ETA. Advirtió que España es «un Estado de Derecho» y que cualquier decisión requiere aceptar las actuales leyes. «Que nadie espere –insistió– que el Gobierno se vaya a plegar a la agenda política de ETA, el EPPK o la izquierda abertzale». «Si cumplen la ley, cumplen. Lo demás es literatura», añadió.
En el Gobierno entienden que la campaña que los reclusos han emprendido para solicitar su acercamiento a cárceles vascas no es fruto de una reflexión individual de cada interno, sino que obedece a una estrategia diseñada por el EPPK. De tal forma que, consideran, los reclusos cumplen una estrategia diseñada por la organización terrorista. Creen, no obstante, que algunos presos estarían dispuestos a romper con el colectivo oficial y abrazar el plan de reinserción elaborado por el Ejecutivo central para favorecer su excarcelación.