EL MUNDO – 25/05/16
· Guindos defiende la política de los dos ejecutivos, pero recuerda que Rajoy lidió con una recesión.
· El Gobierno intentó ayer poner punto y final a la guerra por los datos de reducción del déficit, librada en los últimos días entre José María Aznar y Mariano Rajoy, con un llamamiento a la «unidad y la responsabilidad» del ex presidente y el apunte final de que los dos ejecutivos hicieron grandes esfuerzos para equilibrar las cuentas, aunque Rajoy más porque lo hizo en un periodo de recesión.
El primer mensaje lo transmitió la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, a propósito de la reivindicación de su gestión que ayer hizo Aznar en un artículo en ABC. Tras señalar que los dos líderes del PP tuvieron que reducir el déficit, la vicrepresidenta destacó que «ante la crisis hay que comportarse con unidad y responsabilidad».
El segundo lo lanzó el ministro de Economía, Luis de Guindos, en Bruselas. De Guindos recordó que Aznar «se encontró con un déficit público por encima del 6 % del PIB y lo redujo prácticamente en cuatro o cinco años al 1%, y eso permitió entrar en el euro». «En segundo lugar», continuó, «tenemos también el del señor Rajoy, que se encontró un déficit público por encima del 9,5% y este año vamos a tener un déficit que es la tercera parte». Según el ministro, «la única diferencia fundamental es que en el caso del señor Aznar el crecimiento económico entre 1997 y 2000 estuvo en torno al 3 ó 3,5 %, mientras que en los dos primeros ejercicios de la legislatura anterior tuvimos una recesión».
De Guindos insistía de este modo en que este Gobierno lo ha hecho mejor, después de que Aznar corrigiera ayer al presidente del Gobierno, que el domingo, en una entrevista en El Correo, afirmó que él ha rebajado más el déficit que su predecesor. Esta respuesta motivó un inesperado artículo del ex presidente en ABC por «la errada comparación» con la primera legislatura de su Gobierno.
La competición en el seno del PP por el reconocimiento a la mejor política económica había comenzado el viernes, cuando Aznar aprovechó una conferencia suya sobre la entrada de España en la UE para ofrecer su visión sobre la gestión de Rajoy. Era su primera incursión en plena precampaña. El ex presidente ponía en cuestión el exceso de deuda pública y consideraba que «relajar» la corrección del déficit era un «error muy grave». Reclamaba asimismo «volver a tomar en serio la disciplina y las reformas».
En la misma semana en que Bruselas daba un año más a España para cumplir el objetivo de déficit, el ex dirigente popular rompía así su silencio para cuestionar la política del Gobierno. Era un movimiento, según explican fuentes populares, premeditado. Su manera de poner los puntos sobre las íes, a un mes de las elecciones.
Su relación con Rajoy es casi inexistente y Aznar no oculta su preocupación por la deriva del proyecto del PP. A esto se une su «cabreo» por la filtración de su sanción tributaria, que él atribuye al Gobierno. Sólo faltaba, explican fuentes del partido, «que se ponga en duda su legado». Según fuentes del PP, «Aznar ha salido a defenderse, no a atacar».
Desde el partido, al margen de los dardos lanzados desde el Gobierno, se intentó ayer minimizar la situación. Lo hizo el vicesecretario de Sectorial, Javier Maroto, y era también la posición de la dirección. «No queremos polémicas con Aznar», aseguraron. La duda ahora es si el Gobierno se replegará en la guerra del déficit y si estas serán las últimas palabras del ex presidente en las elecciones del 26-J. En todo caso, el ajuste de cuentas político, y casi personal, entre Aznar y Rajoy no se producirá realmente hasta conocerse el resultado y si se forma o no Gobierno.
EL MUNDO – 25/05/16