EL CORREO, 06/11/12
El PNV considera que detenciones como la de Aurore Martin son «dudosas» y denuncia que forman parte «del pasado».
BILBAO. El ministro del Interior galo, Manuel Valls, defendió ayer la extradición a España de la dirigente de Batasuna Aurore Martin porque, en su opinión, no se puede tener «ninguna complacencia con quien ha apoyado a ETA». El político de ascendencia catalana recordó que «España no es una dictadura», sino «un Estado soberano y democrático», y que la detención de la líder abertzale registrada el pasado jueves en su localidad natal de Mauléon no se desarrolló «en el marco de un delito de opinión». El ministro replicó así a las críticas vertidas desde la izquierda abertzale en España y desde su propio país por diferentes cargos políticos a causa de la entrega de Martin.
Para Valls, deberá ser la Justicia de Madrid la que determine si la detenida es una terrorista. En una entrevista concedida al diario ‘Le Parisien’ quiso subrayar que la arrestada «ha expresado su apoyo a miembros de ETA» y subrayó que no será él quien se excuse «por aplicar una decisión de la Justicia». Aunque matizó que no le compete hacer juicios de valor, comentó que personalmente no estima que sea una terrorista, aunque sí manifestó su convencimiento de que los tribunales españoles la persiguen «por participación en una organización terrorista», en el curso de un proceso «validado» por los magistrados franceses y por la Corte Europea de Derechos Humanos.
El titular de la cartera de Interior de París indicó asimismo que respeta las críticas, pero señaló que «los cargos electos en ningún momento pueden pedir que no se aplique la ley», en referencia a la solicitud que ayer realizó al Gobierno un centenar de políticos vascofranceses para que intercediera por Martin, ya que estiman que está «acusada de delitos de opinión» porque Batasuna es legal en Francia y goza de un status de asociación cultural.
Aclaró el ministro que el Ejecutivo que preside François Hollande no cesará de cooperar «mientras ETA no deje las armas ni decida su disolución. España puede contar con nosotros».
Valls negó que diera la orden de arrestar a la dirigente abertzale, en busca y captura desde 2010. «Fui informado de su arresto una vez que pasó a la Policía judicial», dijo.
A las críticas a la polémica extradición se unió ayer la del PNV, especialmente insistente. Para el presidente del BBB, Andoni Ortuzar, la detención es «dudosa» y «forma parte más del pasado». No obstante, dijo que el PNV jamás pondrá reparos a los arrestos de dirigentes de ETA.
EL CORREO, 06/11/12