EL MUNDO – 10/12/16
· El Gobierno reaccionó ayer a la convocatoria de la Generalitat para reunir el próximo día 23 a todas las fuerzas que impulsan la celebración de un referéndum independentista, lamentando que ésta sea la respuesta de Carles Puigdemont a la actitud de «mano tendida» que muestra Mariano Rajoy.
· Para el portavoz del Ejecutivo sólo hay una explicación: «las exigencias que los radicales de la CUP imponen al Gobierno catalán» y que éste se ve obligado a asumir porque de ellos depende la aprobación de sus Presupuestos. Para el titular de Interior, Juan Ignacio Zoido, hay que «imponer el diálogo y no ceder ante esa especie de chantaje que en ocasiones se quiere hacer al resto de los españoles».
Se trata, en definitiva, según Íñigo Méndez de Vigo, de un ejemplo más de «unilateralidad», frente al cual desde Madrid se responderá con un insistente «llamamiento al pacto y al diálogo».
Oferta que, recordó, está planteando personalmente la vicepresidenta, volcada en las últimas semanas en mantener un contacto permanente con las fuerzas políticas catalanas y los respresentantes de la sociedad civil y el mundo económico.
La vicepresidenta y ministra de Administraciones Territoriales informó ayer al Consejo de Ministros de los contactos que ha mantenido esta misma semana en Barcelona con empresarios y con los líderes del PCS y Ciudadanos, Miquel Iceta e Inés Arrimadas, y pidió al resto de miembros del Gobierno que también ellos intensifiquen sus encuentros y conversaciones con los representantes catalanes de todos los sectores.
Pese a la respuesta que se ha recibido de la Generalitat, el Gobierno se declara dispuesto a no cejar e insiste en la posibilidad de abordar las peticiones entregadas por Puigdemont a Rajoy el pasado mes de abril. Todas menos una: la que insiste en la necesidad de celebrar un referéndum de autodeterminación que no cabe en el marco constitucional.
En opinión del Ejecutivo su actitud en favor del diálogo ha «descolocado» al president que ya no encuentra un «adversario» en Moncloa. En el Gobierno comprueban de esta manera que la disposición al pacto y a la negociación –con los límites establecidos en la Constitución– puede surtir más efecto que la estrategia de confrontación permanente. Ahora creen que es necesario «dar tiempo» a la Generalitat para que modifique su actitud. «La gente no cambia de un día para otro; todo necesita de maduración y de tiempo», reflexionó Méndez de Vigo.
En cualquier caso, como ayer mantuvo el ministro portavoz, serán los ciudadanos los que finalmente juzguen los comportamientos de unos y otros: quién se muestra dispuesto a hablar para solucionar los problemas que interesan a la gente y quién prefiere apostar por la unilateralidad.
En este sentido, Méndez de Vigo aseguró que Rajoy contactará con todos los presidentes autonómicos para invitarles a participar en la Conferencia de Presidentes que se celebrará en enero en el Senado y en cuyo orden del día figurarán asuntos como los Presupuestos Generales del Estado, el futuro sistema de financiación autonómica, el monto y la distribución de las futuras inversiones, el carné sanitario, el modelo educativo o el Fondo de Liquidez Autonómico.
Puigdemont ha anunciado que no acudirá a la cita, pero en Moncloa prefieren no darse aún por vencidos e insisten en que reiterarán hasta el final la invitación. Más aún, muestran su «extrañeza» ante el hecho de que el presidente de la Generalitat renuncie a participar, «como si no le interesara», en una cita en la que «se intentará buscar soluciones a cuestiones que afectan a todos».
Rajoy y Sáenz de Santamaría tienen encuentros pendientes con sus homólogos catalanes, Puigdemont y Junqueras. Por el momento no hay fechas previstas para celebrarlos y en Moncloa dudan de que puedan llevarse a cabo antes de Navidad.
EL MUNDO – 10/12/16