ABC – 15/04/17
· Fuentes de La Moncloa confían en que este clima no variará «gane quien gane» en las primarias socialistas del próximo 21 de mayo.
· El «no es no» del PSOE sigue firme respecto a los Presupuestos Generales del Estado. El Gobierno ni espera el apoyo de los socialistas ni lo está buscando en estos momentos.
Pero eso no quiere decir que el diálogo esté roto. Al contrario, entre La Moncloa y el PSOE está viva una vía de diálogo, especialmente fluida en asuntos de Estado, como los relativos al Brexit, el final de la banda terrorista ETA y la respuesta judicial ante los pasos de los independentistas. Fuentes de La Moncloa confían en que ese diálogo sobre los grandes temas nacionales se mantenga «gane quien gane» en las primarias socialistas del 21 de mayo.
En las últimas semanas, la unidad del Gobierno del PP y el PSOE sobre la línea que debe seguir España en el Brexit, y la posición ante el desarme de los terroristas etarras y la exigencia de disolución de la banda se ha escenificado con nitidez en el Congreso de los Diputados.
Posición común
El portavoz del Grupo Socialista, Antonio Hernando, aprovechó sus últimas intervenciones para, primero, exhibir la unidad de los demócratas frente a ETA y, segundo, pedir al Gobierno que no actúe en solitario ante el Brexit y cuente con la oposición para fijar una posición común. El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, se comprometió rápidamente a ello. Respecto a la respuesta judicial al desafío independentista, la unidad de los constitucionalistas sigue firme.
En privado, desde el Gobierno se ha elogiado ese discurso «de Estado» de la dirección socialista, aunque en público se miden mucho las palabras: cualquier muestra de apoyo desde el PP o desde La Moncloa al PSOE en este momento puede ser altamente contraproducente para quienes apoyan a la gestora, como Susana Díaz, en plena disputa por las primarias con Pedro Sánchez o Patxi López.
Desde el minuto cero
En La Moncloa confirman que los contactos entre el Gobierno y el PSOE permanecen en distintos niveles, y el presidente informa de los principales asuntos de Estado. El ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, ha explicado puntualmente a Antonio Hernando y a Pedro Saura, el portavoz de Hacienda, el contenido del proyecto de Presupuestos y los datos económicos previstos.
El PSOE ha tenido toda la información presupuestaria desde el minuto uno, según Moncloa. El Gobierno se ha encontrado con el «no» del PSOE desde antes de conocerse el proyecto. «Lo entendemos, es su posición y la respetamos», aseguran en el entorno del presidente, sin un gramo de crítica hacia su adversario político.
En La Moncloa están en una situación «en modo de espera», pendientes de lo que ocurra en las primarias socialistas, que coincidirán con la segunda fase de la tramitación parlamentaria de los Presupuestos. El acuerdo, ahora mismo, es imposible y el «veto» de los socialistas a las cuentas públicas está asegurado en el debate de los días 3 y 4 de mayo, cuando se voten las enmiendas a la totalidad.
Las primarias socialistas podrían cambiar el rumbo político del PSOE, pero en el Gobierno están convencidos de que la unidad en los asuntos de Estado no variará, sea quien sea el ganador en esas elecciones internas. «Aunque gane Pedro Sánchez, estamos seguros de que mantendrá el diálogo y la unidad en los asuntos de Estado», advierten en La Moncloa.
De hecho, las fuentes consultadas recuerdan que pese a las enormes discrepancias, y ausencia total de sintonía personal que existía entre Rajoy y Sánchez, el Gobierno y el PSOE fueron juntos para hacer frente al desafío independentista catalán y frenar el referéndum ilegal, o para luchar contra el terrorismo, como se visualizó en la firma del Pacto contra el yihadismo, que sellaron el presidente y el secretario general del PSOE en La Moncloa.
Un bloque garantizado
El Gobierno está convencido de que el diálogo con el PSOE no se interrumpirá en ningún caso, en cualquiera de los escenarios que puedan abrirse en ese partido a finales de mayo. Y Rajoy lo valora de forma especial. A partir de ahí, el presidente buscará también la unidad en los grandes temas con su «socio preferente» esta legislatura, Ciudadanos, así como con el resto de partidos constitucionalistas. Por eso, en La Moncloa confían en que ese «bloque» político esté garantizado en el futuro, para actuar ante el Brexit, el terrorismo o el referéndum ilegal de independencia, pese a las coyunturas internas de los partidos.
Ciudadanos es, por tanto, un socio clave en ese «bloque» constitucionalista, pero en el Gobierno no han encajado nada bien algunas de las intervenciones del líder del partido naranja, Albert Rivera, en el Pleno del Congreso. Ocurrió cuando cuestionó la legitimidad del Tribunal Constitucional en una pregunta dirigida a la vicepresidenta, al criticar su composición justo cuando acababa de actuar frente a los independentistas catalanes.
Cambio de pregunta
Pero el último encontronazo se produjo en el último Pleno. Rivera cambió la pregunta que iba a hacer a Soraya Sáenz de Santamaría, sobre la eliminación de aforamientos, por una relativa a Venezuela. El Gobierno pensó que sería para exigir democracia en ese país y mostrar su apoyo al Ejecutivo, pero aprovechó para criticar la tibieza y falta de liderazgo de Mariano Rajoy.
La respuesta dejó muy mal sabor de boca en La Moncloa, hasta el punto de que lamentaron «la falta de altura de Estado» de Rivera en momentos como ese. Un roce que forma parte, en realidad, de la desconfianza que tienen entre los dos socios, y que ninguna de las dos partes oculta.
ABC – 15/04/17