DIARIO VASCO, 6/6/12
No afloja la presión sobre los presos y advierte de que no habrá salidas colectivas
El Gobierno central volvió a evidenciar ayer que no piensa aflojar la presión sobre los presos en tanto ETA no se disuelva. El presidente, Mariano Rajoy, advirtió de que no transferirá a Euskadi la competencia de Prisiones mientras «no haya normalidad y no desaparezcan las razones de política de seguridad que lo desaconsejen», en alusión a la no desaparición de ETA. Al mismo tiempo, el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, aprovechó una visita a la nueva cárcel de Pamplona para advertir al colectivo de reclusos de que «no habrá ningún indulto ni tratamiento colectivo».
El comunicado del denominado Colectivo de Presos Políticos Vascos (EPPK en sus siglas en euskera) ha provocado que el Gobierno del PP se reafirme en su actual estrategia penitenciaria, al considerar muy negativo el pronunciamiento de los internos etarras. Pese a los emplazamientos a mover ficha tanto de los presos como de la izquierda abertzale, el Ejecutivo no irá más allá del plan de reinserción presentado en abril y que rechaza el EPPK.
Rajoy puso ayer otra variante en el tablero al anunciar en el Senado que las transferencias al País Vasco en materia penitenciaria «no son una prioridad» para Moncloa e insinuar que la no disolución de ETA desaconseja dicho traspaso. El presidente del Gobierno respondió así en el pleno al representante del PNV Joseba Zubia, quien reclamó el traspaso de las competencias pendientes reconocidas en el Estatuto de Gernika de 1979. Y los jeltzales quieren que la gestión de las prisiones vascas vaya en ese paquete. «Cualquier postura que no lleve a la transferencia completa de esta política lleva a un incumplimiento flagrante» del mandato estatutario, argumentó Zubia.
Rajoy expuso dos razones para defender que el traspaso no se haya producido. De un lado, aludió a la falta de acuerdo entre los Ejecutivos central y vasco y, por otro, a la política general de seguridad del Estado. «Cuando se produzca una situación de normalidad, se podrá hacer la transferencia de las instituciones penitenciarias al Gobierno Vasco tal y como dicta el Estatuto», concluyó el mandatario popular.
La segunda vuelta de tuerca a los presos la dio el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz. Y lo hizo en Pamplona, donde inauguró la cárcel. Fernández insistió en que los reclusos de ETA que quieran la reinserción tendrán un tratamiento individual. «No habrá ningún indulto ni tratamiento colectivo. Podrán reinsertarse todos aquellos terroristas que reconozcan el daño, que se arrepientan de ello, y abandonen ETA, siempre y cuando la banda terrorista les dé libertad para hacerlo», reiteró a modo de réplica al comunicado del sábado del EPPK.
El Gobierno no aprecia avances en el manifiesto de Gernika pese a que la izquierda abertzale sostiene que, más allá del lenguaje de consumo interno que apela a la amnistía, hay que poner el foco en la voluntad de los reclusos de «dar nuevos pasos», incluso individuales, dentro de una solución global.
Carta de NaBai y Bildu
El ministro afirma que, pese al anuncio de cese definitivo de la violencia del 20 de octubre, «el Estado no está en ninguna tregua» y seguirá persiguiendo a ETA hasta lograr su definitiva disolución «por las buenas o por las malas, es decir, por la fuerza en el marco de la ley del Estado de Derecho».
Los portavoces parlamentarios de Nafarroa Bai, Patxi Zabaleta, y de Bildu, Bakartxo Ruiz, intentaron, sin éxito, entregar una carta al titular de Interior aprovechando su visita a Navarra. En la misiva, los dos grupos expresaba n su preocupación por «la situación que siguen padeciendo los presos políticos vascos». Zabaleta defendió, en posteriores declaraciones, que Fernández Díaz «tiene que evolucionar mucho más» en materia penitenciaria.
Por su parte, el diputado general de Gipuzkoa, Martin Garitano (Bildu), reclamó ayer la amnistía para todos los presos de ETA, incluso los que tienen delitos de sangre. Garitano, en declaraciones a Radio Nacional, defendió ayer esta medida dentro de un «proceso dinámico que tiene que concluir con que las calles se llenen de ciudadanos libres».
DIARIO VASCO, 6/6/12