EL CORREO 04/12/13
· Considera de «cierta importancia» que los reclusos pretendan recurrir a los jueces para que se les acerque a cárceles de Euskadi
· Fuentes de la lucha antiterrorista ven en este movimiento la mano de Sortu frente a los sectores más duros del EPPK
Hay que ver «de qué manera se materializa», pero de antemano parece un movimiento «interesante» y de «cierta importancia». El Gobierno de Mariano Rajoy cree que los presos de ETA están en «el camino» de comenzar a «asumir la legalidad». Así interpreta el Ejecutivo la decisión de los reclusos de la banda de empezar a solicitar su traslado a cárceles cercanas al País Vasco mediante recursos ante la junta de tratamiento de los centros penitenciarios, primero, y ante la Audiencia Nacional, después, como última instancia si sus solicitudes no son atendidas.
El proceso, según contaba ayer este periódico, se realizará de manera escalonada, arrancará previsiblemente a comienzos del próximo año y tendrá como primeros protagonistas a aquellos internos con más de 70 años de edad. La petición se llevará a cabo de forma individual, mediante escritos «bien tratados jurídicamente», aunque la iniciativa ha sido acordada por todo el colectivo de encarcelados.
La apuesta de los presos por echar mano de los tribunales y de los jueces no está mal vista en el Ministerio del Interior, según fuentes de la lucha antiterrorista, que está convencido de que Sortu ha influido en ese movimiento. «Es un paso tomado por indicación de la izquierda abertzale», reconocen los mismos medios, que insisten en que ese gesto supondría, en la práctica, que el EPPK asume las leyes españolas.
Los responsables policiales aguardan, no obstante, expectantes al desarrollo de los acontecimientos. Quieren certificar que la formación que preside Hasier Arraiz impone «por completo» su criterio, también ante los sectores más intransigentes del llamado ‘frente de makos’.
El debate en las prisiones se está convirtiendo en el verdadero quebradero de cabeza de la izquierda abertzale, que no consigue que cale su apuesta por la estrategia exclusivamente política asumida por el partido en 2009. No cala, al menos, en una minoría –los dirigentes políticos lo cifran en el 10% de los reclusos–, pero que tiene un gran peso dentro del EPPK, el colectivo oficial de internos. Este grupo impidió en 2012 que los presos asumieran la vía individual para afrontar su situación penitenciaria –como trataba de convencerles Sortu– y forzó una declaración pública en la que se volvía a reclamar la amnistía.
Es el mismo sector que está retrasando que los internos valoren las conclusiones del ‘foro social’ organizado a principios de año por las plataformas Lokarri y Bake bidea. La respuesta desde las cárceles se esperaba para después del periodo estival –así lo habían apuntado varios dirigentes de Sortu–, pero el proceso se ha demorado. Hasta el punto de que significados dirigentes del movimiento independentista como Rufi Etxeberria y el abogado Iñigo Iruin han tenido que salir a la palestra con sendas entrevistas en las que abogan por emprender «nuevos caminos» ante la cerrazón del Gobierno del PP.
En libertad un colaborador de un talde, condenado por varios asesinatos
La Audiencia Nacional acordó ayer la excarcelación definitiva del etarra José María Beristain Urbieta y de la integrante del Exército Guerrilleiro do Povo Galego Josefa Rodríguez Porca. Con la puesta en libertad de estos dos condenados por terrorismo, son ya 69 los reclusos que han salido de la cárcel tras la derogación de la ‘doctrina Parot’ dictada por el Tribunal Europeo de Derechos Humanos, 61 de ellos miembros de ETA.
Beristain era colaborador del ‘comando Eibar’ de ETA y fue condenado por participar en varios asesinatos, entre ellos el del empresario Francisco Javier Zabaleta en Elgoibar en junio de 1998; el de Engraciano González Macho, dueño de un pub de Zarautz en diciembre de ese año; y el de José Ignacio Aguirrezabalaga, empleado del bar ‘Nikol’ de Zumaia en marzo de 1986.