EL PAÍS, 9/9/11
López reitera que la educación y la ciencia son una prioridad para el Gobierno
Ante el final de ETA, la Universidad debe responder manteniendo la memoria de lo ocurrido durante más de 40 años y liderando los pasos que se deben dar para afrontar el reto de la convivencia. Este es el mensaje que el Gobierno vasco quiso trasladar ayer, durante la apertura oficial del curso de la Universidad del País Vasco (UPV), en Bilbao, ante más de un centenar de doctores de la institución.
La primera en apelar a este papel de la universidad fue la consejera de Educación, Isabel Celaá, que ensalzó esta idea porque «participamos, con profunda esperanza, de la expectativa abierta en el país por el fin del terrorismo». En esta situación, la universidad debe liderar «el camino hacia la convivencia democrática, el respeto al pluralismo ideológico y el reconocimiento del daño causado», incidió, mientras que el lehendakari, Patxi López resaltaba la necesidad de contar con la UPV «para cerrar el ciclo de la violencia y abrir el tiempo de la concordia». La consejera abogó, además, por cultivar la memoria «especialmente en el lugar del conocimiento, para evitar que el horror vuelva a suceder».
El acto de apertura del curso, que habitualmente discurría acompañada con pancartas a favor de los presos, lo hizo sin incidente alguno. Únicamente protestaron frente al Paraninfo de la UPV una decena de personas contra la precariedad laboral.
Tanto Celaá como López aprovecharon el acto para calmar la preocupación del equipo rectoral en torno a la crisis, reiterando su compromiso de evitar que los recortes alcancen al ámbito de la educación y la investigación. López buscó involucrar a los presentes en las principales reformas emprendidas por su Ejecutivo -puso como ejemplo la fiscal- porque «solo con ajustes presupuestarios del gasto no podremos sostener el actual modelo de estado del bienestar; no podemos dedicarnos a reducir y recortar gastos y costes porque llegará un momento en el que tocará a la educación a la sanidad y a las políticas sociales, incluso también a lo que nos hace crecer económicamente».
La UPV arrancó al lehendakari un compromiso: «vamos a seguir haciendo todos los esfuerzos para capear el temporal [en materia educativa] como lo estamos haciendo hasta ahora», insistió. Hay que «dejar este sector al margen de la asfixia general de lo público», repitió, subrayando la importancia de la investigación básica y aplicada para avanzar. «La educación y la ciencia son una prioridad».
Eso sí, la consejera se encargó de matizar esta realidad insistiendo en la necesidad de priorizar el gasto y buscar fórmulas innovadoras para gastar menos. La investigación es algo «fundamental para superar la crisis» aseguró pero destacó que la UPV «puede aspirar a ser excelente en unas áreas y buena en otras, pero no en todas». Tras ello, pidió planes que prioricen entre distintas áreas.
En el acto participaron parlamentarios de PSE y PNV, así como el presidente del Tribunal Superior, Juan Luis Ibarra, el fiscal, Juan Calparsoro y el diputado general de Bizkaia, José Luis Bilbao. Con ellos, un considerable número de responsables del Ejecutivo autonómico anterior -la exportavoz, Miren Azkarate, y el exconsejero de Educación, Tontxu Campos-, liderado por el exlehendakari, Juan José Ibarretxe, que estrenaba birrete tras haber sido investido doctor en febrero. Su contacto con el actual lehendakari no fue más allá de un cruce de miradas.
EL PAÍS, 9/9/11